La industria colombiana crece menos que la corrupción en el país.
Inicialmente se dijo que los sobornos de la brasileña Odebrecht en Colombia ascendían a 11 millones de dólares (hoy, unos 33.000 millones de pesos), pero recientemente la Fiscalía dijo que va tras la suma de 84.000 millones de pesos y eso, como se dice, tal vez faltando datos de otros municipios. Antes aquí no ha progresado la corrupción porque resulta que la diferencia entre 84.000 millones de pesos y 33.000 millones de pesos no vino del exterior sino que se originó en la elaboración de contratos, por ejemplo, de obras que jamás se hicieron y solo servían para sacar plata de lo que el contratista había dicho que valdrían las obras dentro de las licitaciones que se había “ganado”. Pero así las cosas, piensa uno que si se hicieron contratos para obras que no se ejecutarían, ¿en dónde estaban los interventores y los veedores que dizque controlan los desembolsos y, por tanto, dan el visto bueno y hacen el recibo de obras? Mejor dicho, aquí la cadena es laaaaaaarga y por eso será que el gobierno asocia la construcción de carreteras con mayor bienestar para la gente y, en el fondo, contribuyen a la equidad social y a la “repartición de riqueza”. Podría pensarse que Santos, para “ambientar” los acuerdos con las Farc, se hizo el de la oreja mocha con respecto a la corrupción, la que prosperó, y ¡de qué manera!
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Bruce Mac Master llegó de la mano de Santos a la presidencia de la Andi, parece, para tener allí a alguien de su confianza que le dorara la píldora y no le levantara la voz, a la vez que hiciera fuerza por su reelección, la que, según confesó su gerente de campaña, como que por plata no tenía problema porque detrás estaba la ayuda de Odebrecht. Hoy el panorama de Bruce es complejo porque, entre otras: 1) su tutor en poco menos de un año dejará ¡por fin! su cargo; 2) la industria colombiana pasa por difíciles tiempos, sobre todo si se compara con lo que era el 7 de agosto de 2010, y 3) hace unos años cuando la Andi hablaba el gobierno escuchaba, en tanto que hoy no es así de significativa su voz ante los poderes centrales, situación que se empezó a deteriorar desde que en pésima hora fue presidente de la asociación de industriales el señor reyecito Luis Carlos Villegas. Así, no le quedaría a Mac Master otro camino que el de ver languidecer su período en la Andi a no ser que su padrino Santos lo vincule a la nómina oficial en algún puesto. Cómo se añora la Andi de José Gutiérrez Gómez o de Fabio Echeverri Correa o de Ignacio Betancur Campuzano, quienes sí sabían del papel de la industria en el desarrollo y, repito, cuando se pronunciaban el poder central ponía atención y hasta hacía caso.
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Fabricato paró por unas semanas su producción debido a las condiciones negativas de la economía del país, la masiva importación de telas y prendas y el contrabando de productos textiles. Otra textilera, Protela, despidió 650 empleados; Leonisa trabaja de lunes a jueves y en Don Matías, en donde el sector confección ocupa a tantas personas, trabajan hasta las 2 de la tarde y don Arturo Calle habló sin tapujos de sus dificultades y de las de los demás confeccionistas. Las utilidades de Enka en el primer semestre cayeron 79%. Como noticias, esas son de hace algunos días pero es sintomático y debería prender alarmas en la sociedad porque poco a poco se van viendo los daños del modelo (si es que eso es un modelo) seguido por Santos para el manejo económico del país. Mentir, prometer lo que sabe que no puede cumplir, comprometer vigencias futuras, en fin, armar la de Dios es Cristo es lo que ha hecho Santos. Además, gastar, malgastar, parafernalia, shows, etc. consumen las arcas de la nación, llevan a aumentar el endeudamiento (interno y externo) del país e incrementar impuestos. La caja de sorpresas que va a encontrar el próximo presidente se puede ir ya dimensionando y, en tanto, Santos, irónicamente, dice no saber por qué en Antioquia no lo quieren.
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Escuchado al pasar.- Estamos viviendo la dictadura de la corrupción.