La comunidad debe analizar estos resultados porque hay candidatos que proponen el continuismo y simultáneamente están los que proponen modificar drásticamente las políticas y realizaciones del pasado.
En las épocas preelectorales suelen abundar las mentiras, las falacias, las contradicciones y las falsas promesas. En términos generales, el elector no está capacitado para evaluar la veracidad de la multitud de afirmaciones y promesas que hacen los candidatos. Es prácticamente imposible tratar de hacer las comprobaciones de la veracidad de lo que afirman y prometen los candidatos. Es imposible también, tratar de recurrir a pruebas como la reducción al absurdo (“reductio ad absurdum”) que utilizan los matemáticos.
Pero si es conveniente recordar algunas de las orientaciones y enseñanzas que proporcionaban los abuelos de antaño, mediante algunos versos sencillos que mostraban contradicciones evidentes y a la vez cínicas y descaradas.
Por ejemplo, utilizando la red puede leerse fácilmente en la Poesía de las mentiras algunos apartes como: “Era de noche y el sol brillaba/llovía y llovía y nada se mojaba/bajo la luz de una lámpara apagada un ciego leía un periódico sin letras”. Y en otro verso titulado Filosofando se lee también: “Estaba yo sentado caminando en una piedra de madera/leyendo un libro sin letras/ divisé el cadáver de un ser viviente” y así por el estilo.
Es lo que los gringos llaman “oxímoron” y en el pasado se utilizaba cínicamente respecto a la “inteligencia militar” y, más recientemente, con lo que se está viviendo para manifestar que no existe la “Paz de Santos”, ni la “Justicia de la JEP”.
La actual campaña electoral para elegir a los mandatarios locales está impregnada de un ambiente influido por las mentiras y falacias que ha dejado el “tal” proceso que culminó con el acuerdo de La Habana. A eso hay que agregar que el mamertismo fiel a sus consignas, también está recurriendo permanentemente a “todas las formas de lucha” para tratar de imponer sus candidatos.
Una de las formas de lucha es la de desorientar a la opinión. En este aspecto aparece inquietud por la “verdad de Francisco de Roux”. Quien trata de autodefinirse, según información periodística reciente, así: “No somos oposición política de nadie. No estamos en contra de Uribe ni de Duque ni de Santos, ni de la Farc, ni del Ejército, ni de la Policía”. Y un desprevenido ciudadano preguntaría. ¿Entonces con quien está? Y De Roux afirma: “Estamos en contra de la mentira, estamos en contra del silencio cómplice del miedo”. Diría Marañas: ¡Como no, Moñito!
Ante esta calculada tibieza, no está de más recordar que en el Apocalipsis se puede leer: “Así pues que eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.
En el proceso preelectoral también suelen aparecer verdaderos “lobos con piel de ovejas” haciendo gala de una de las formas de lucha consistente en un populismo enfermizo y trasnochado, que se suelen autodenominar como independientes y que la comunidad debe identificar plenamente.
Coinciden con estas elecciones, los finales de los mandatos locales, y entonces los “que salen” entran en un proceso consistente en demostrar los logros y realizaciones efectuadas durante sus mandatos.
En estos procesos se hace un uso muy extensivo de las facilidades mediáticas y es claro que algunos se consideran que ya están en una eventual carrera por una futura presidencia.
En el caso de la Gobernación se tiene un resultado agridulce, porque al lado de algunas realizaciones como el túnel de oriente y el inicio de obras como el puerto en Urabá y el túnel del Toyo, la cárcel en Yarumal, las vías terciarias y el mal denominado y cuestionado “Central Park”, está la contingencia de Hidroituango, con la pesada carga de una eventual no factibilidad económica luego del informe de la Contraloría.
En cuanto a la Alcaldía, quedan deudas en aspectos como la seguridad, la movilidad y la contaminación del aire, y, a pesar, de que, como se ha anunciado profusamente abusando de la pantalla mediática, hay intervenciones sociales importantes correspondientes a las abundantes transferencias de EPM, también tiene un lastre importante con la responsabilidad de EPM en la contingencia de Hidroituango.
La comunidad debe analizar estos resultados porque hay candidatos que proponen el continuismo y simultáneamente están los que proponen modificar drásticamente las políticas y realizaciones del pasado.