La dirección del periódico tuvo un gesto de confianza y apertura hacia la Facultad de Educación de la UdeA
Escribí mi primera columna en el periódico EL MUNDO el 4 de agosto de 2015, hoy en la misma fecha, pero cinco años después, escribo para despedirme de ustedes y para agradecer al diario la oportunidad que brindó a la Facultad de Educación, para que desde la academia existiera una voz que pudiera expresar puntos de vista y posiciones sobre la actualidad de la educación en la ciudad y en el país.
Todo comenzó hace un poco más de cinco años cuando siendo decano, la Facultad de Educación hizo acercamientos con distintas instituciones públicas y privadas de la ciudad y el departamento, buscando ingresar a ámbitos de concertación interinstitucional. Una de las instituciones con la que se tuvo gran receptividad fue el periódico EL MUNDO y su equipo de dirección encabezado por Irene Gaviria Correa y Luz María Tobón Vallejo. Por aquella época la Facultad avanzaba en la elaboración del Programa Maestros a la U, sustentado en el hallazgo realizado por un equipo de profesores de la dependencia, que nos mostró que un porcentaje (17%) muy alto de maestros en Antioquia no tenían formación universitaria y que estaban trabajando en zonas de difícil acceso, en la zona rural profunda de Antioquia, en donde los maestros son la única presencia del Estado.
Lamentablemente el programa Maestros a la U no se desarrolló y de esta iniciativa sólo quedó la Licenciatura en Educación Básica Primaria en modalidad a Distancia, que la Facultad oferta hace un par de años en los centros tutoriales de Medellín y La Pintada. Digo que sólo quedó la Licenciatura en la medida que el programa Maestros a la U era ambicioso y perseguía que la Facultad de Educación, en alianza con otras instituciones como EL MUNDO, Proantioquia y Fraternidad Medellín, llegara a rincones de la geografía del departamento en donde la Universidad de Antioquia no ha podido llegar en sus más de 200 años de existencia.
Como un gesto de confianza y de apertura de la dirección del periódico EL MUNDO hacia la Facultad de Educación, se ofreció un espacio semanal de opinión, sin ningún tipo de contraprestación ni condicionamiento para que profesores de la unidad académica escribieran sobre diferentes temas, de manera especial en temas relacionados con la actualidad educativa. De esta manera el 4 de agosto de 2015 y como una forma de motivar a mis colegas de la Facultad publiqué mi primera columna titulada Ser Pilo Paga Docentes, en donde daba a conocer el programa del Gobierno Nacional que estimulaba a los bachilleres pilos para que seleccionarán las carreras de licenciatura para realizar sus estudios universitarios.
Infortunadamente no logré animar a los profesores de la dependencia para que escribieran columnas en este prestigioso periódico, lo que me obligó, semana tras semana, a adquirir la disciplina de escribir y mantener la columna vigente hasta el cierre del periódico el pasado 2 de agosto de 2020. Pude haber dejado de escribir la columna al finalizar mi período como decano, en abril de 2016, pero consideré que una vez ganado un espacio en un medio de comunicación, y ante el desinterés de la nueva decanatura por este tipo de iniciativas y otras más, sería incomprensible que una voz proveniente de una facultad de educación se perdiera.
En estos cinco años la columna abordó diferentes temas, algunos relacionados con la propia universidad (examen de admisión, gobierno universitario), la ciudad (los planes de desarrollo, la gestión de los alcaldes, las entidades que trabajan en la educación), el departamento (temas de política pública, liderazgo regional), la nación (debates sobre la política pública de formación de maestros, propuestas gubernamentales como Ser Pilo Paga) y temas de cobertura global como el calentamiento global, los movimientos sociales y la gestión de gobiernos.
El cierre del periódico ELMUNDO es una mala noticia, que se suma a otras malas noticias que está dejando el paso de la pandemia en la sociedad colombiana. Aprovecho esta última columna para expresar mi agradecimiento a Irene Gaviria Correa y Luz María Tobón Vallejo por el espacio que abrieron a las iniciativas de la Facultad de Educación y por la confianza depositada para asumir de manera seria y responsable la columna de opinión. Espero que las dificultades económicas del periódico sean superadas y que pronto se reestablezca la circulación del diario que llegó a cumplir 41 años de funcionamiento ininterrumpido.
Doy un adiós a esta columna, pero no al vínculo que he construido con ustedes. Los invito a que mantengamos este vínculo desde otro medio, en esta ocasión construido desde la Facultad de Educación, con el apoyo de la decanatura y la unidad de comunicaciones, me refiero al Boletín Educar en la Incertidumbre. Este Boletín nació en el mes de mayo, con el apoyo de colegas de la dependencia y de otras universidades del país y del exterior, que contribuyen con textos sobre lo que ha significado la mayor crisis global que ha tocado a nuestro país y por supuesto a la Educación.
PD: un agradecimiento al actual decano de la Facultad de Educación de la UdeA, Dr. Wilson Bolivar y a la Unidad de Comunicaciones, que posibilitaron que la columna llegara a estudiantes, profesores y egresados de la Facultad de Educación. De igual manera agradezco al Portal Universitario y a la Emisora Cultural de la UdeA, por amplificar las reflexiones de muchas de las columnas publicadas en ELMUNDO.