En todos los casos la realidad supera a la ficción, que era la cultivada por aquellos que desde el principio llegaron derrotados y sin ninguna opción a la contienda
A escasos veintisiete días de la jornada comicial en la que habrán de renovarse los poderes regionales, y aunque a muchos pueda parecerles aventurado o de mal gusto el pronóstico, puede decirse con total certeza que el asunto, por lo menos en lo que toca con Medellín y Antioquia, está cocinado.
Lo anterior, no obstante la hiperinflación de candidatos, candidatas y candidotes que hubo este año para las dos altas posiciones, en una situación que más parecía de baratillo, realización o promoción electoral, que una competencia en condiciones de igualdad y con posibilidades más o menos parecidas.
No hay que llamarse a engaño ni ampararse en la tan cacareada democracia de la cual se abusa a diestra y siniestra hasta el cansancio, para concluir que, en nombre de ella, por enésima vez, se ha escenificado una comedia con muy pocos actores de envergadura y una galería resignada ya a tan pobre espectáculo.
Temerario para algunos, mal educado para otros, despistado para los de más allá o falto de caridad, todo esto podrán argüir contra el autor de estas líneas, pero debe reiterarse que en todos los casos la realidad supera a la ficción, que era la cultivada por aquellos que desde el principio llegaron derrotados y sin ninguna opción a la contienda.
No hay para que citar nombres propios si todos sabemos de quienes se trata, ya que hacerlo sería como restregar limón y sal en la herida, y tornar aún menos llevadero, como dice el tango, la tristeza de haber sido y la tristeza de ya no ser, aunque solamente fuera en anteriores sueños o pesadillas.
Los que sí se pueden mencionar son los sobredimensionados y favoritos a las dos más importantes dignidades en liza, aunque todavía queden algunos ilusos y crédulos soñando, como se dice coloquialmente, con los huevos del gallo.
Aunque les duela a los restantes integrantes de la recua, para la Alcaldía de Medellín solo hay tres con opción de ganar, nombrados de acuerdo con su figuración en las últimas encuestas: Alfredo Ramos Maya, del Centro Democrático; Daniel Quintero, independiente y Santiago Gómez, del movimiento Seguimos Contando con Vos, y el candidato in péctore del actual alcalde, Federico Gutiérrez.
No hay que ser un mago para afirmar sin ninguna duda, que uno de los tres anteriores estará sentado el 1° de enero en el centro administrativo de La Alpujarra, costado norte, preparando el primer decreto con los nombres de quienes lo acompañarán en los próximos cuatro años al frente de los destinos de Medellín.
Y para la Gobernación de Antioquia está todavía más fácil el acierto, pues basta poner, como se hacía en el 5 y 6, los dos ejemplares en la misma casilla para asegurar el punto: Aníbal Gaviria y Andrés Guerra, también mencionados según aparecen en las recientes encuestas.
No resulta, pues, un despropósito hacer este vaticinio para ir familiarizando a los lectores –aún más- con el nombre de quienes han de ser sus regidores a partir de enero del próximo año, así a muchos les produzca escozor y se empeñen en desconocer una realidad política tan inmensa.
Con total confianza despido la columna por hoy, en la seguridad de que el martes 29 de octubre estaremos en este mismo espacio, si EL MUNDO lo aprueba, con algunas líneas referidas a las victorias que algunos de los mencionados en anteriores párrafos, habrán conquistado dos días antes.
Y con una ferviente invocación para que dentro de cuatro años, cuando los elegidos este 27 de octubre se apresten a dejar sus cargos, la contienda que por entonces se realice no tenga tantos ni tan regularcitos competidores. Ojalá no abusen más de la llamada democracia.
TWITERCITO: Si el chance fuera tan fácil de acertar, todos seríamos millonarios.