La Justicia belga condenó hoy por primera vez a un yihadista retornado de Siria por un crimen terrorista cometido en ese país, informó la agencia Belga.
El Tribunal Correccional de Amberes, en el norte del país, sentenció a Hakim Elouassaki, de 24 años y oriundo de Vilvorde, a las afueras de Bruselas, a 28 años de cárcel por un asesinato terrorista cometido en Siria.
Nunca antes un nacional belga había sido juzgado y condenado directamente por asesinatos cometidos en Siria, sino solo por participación en actividades de grupos terroristas.
Elouassaki partió a Siria en octubre de 2012 y en enero de 2013, y sin saber que el teléfono estaba siendo intervenido por las autoridades belgas, confesó a su compañera sentimental en Bélgica que había "matado a alguien".
En esa conversación explicó que ajustició a su víctima con un kalachnikov porque el hermano de ésta solo había entregado 30.000 de los 70.000 euros exigidos como rescate por su liberación.
La Fiscalía reprodujo durante el juicio la grabación con la confesión del crimen y otros yihadistas detenidos en Bélgica a su regreso de Siria explicaron que los secuestros son una forma de recaudar fondos para los grupos terroristas.
Elouassaki, que ya había sido condenado con anterioridad por su pertenencia al grupúsculo islamista belga Sharia4Belgium, regresó de Siria en abril de 2013, tras haber resultado herido grave.
Su defensa intentó eximirle del proceso con el argumento de que su cerebro había resultado afectado en combate, pero la fiscal federal, Ann Fransen, no encontró ninguna circunstancia atenuante y solicitó para el acusado una pena de 30 años de reclusión, precisó el diario "La Libre Belguique".
Durante el juicio, Elouassaki reconoció el crimen que se le atribuía e identificó a su víctima como un musulmán chií de unos 40 años, a quien disparó en un apartamento de las afueras de Alepo siguiendo instrucciones de sus superiores.
Su defensa argumentó ante el tribunal que su confesión se trataba solo de un relato "heroico" dirigido a los terroristas que aún se encontraban en el frente, explicaciones que desoyó el tribunal.
Hakim Elouassaki se unió en Siria al grupo Majlis al-Shura al-Mujahidin, una facción iraquí de la organización terrorista Al Qaeda en la que se alistan gran parte de los franceses y belgas que parten a la yihad.
Por las filas de ese comando también pasaron Abdel Hamid Abaaoud, belga que más tarde se encargaría de coordinar los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, en los que fueron asesinadas 130 personas, así como Mehdi Nemmouche, a espera de juicio por supuestamente haber perpetrado en mayo de 2014 la masacre del Museo Judío de Bruselas, que dejó 4 muertos.
También pasó por esa rama de Al Qaeda Najim Laachraoui, terrorista suicida que se cree preparó los explosivos para el atentado en el aeropuerto de Bruselas en marzo de 2016, en el que murieron 14 personas.
Junto a Hakim Elouassaki fueron juzgados en rebeldía otros cinco presuntos terroristas que también provenían del movimiento islamista belga Sharia4Belgium.
Entre ellos se encontraba Houssien Elouassaki, hermano de Hakim, del que se cree murió en Siria, junto a otros dos de los acusados perseguidos por la Justicia por su participación en un vídeo en el que se filmó una decapitación. Todos fueron exculpados por falta de pruebas.
El vídeo, que se proyectó durante el juicio, se mostró en su día en las televisiones belgas, causando un gran impacto pues se trataba de la primera vez que se escuchaba una reivindicación terrorista en francés y flamenco junto a un cadáver.
"Dudé mucho antes de decidir proyectarlo, pero era necesario mostrar esas atrocidades que no pueden explicarse con palabras", declaró la fiscal.