“¿Por qué no orientar parte de los recursos de apoyo a los emprendimientos en buscar soluciones en asuntos de ciudad?
Planear y planificar en una ciudad cuyo desarrollo no ha seguido un derrotero de planeación urbana completo y continuado, es muy difícil, sin embargo, es necesario ser creativos y al menos proponer ideas que los responsables de turno se encargarán de evaluar y de acuerdo sea el caso, proceder o no en consecuencia.
Hace unos 35 años, se obligaba mediante Acuerdo Municipal del Concejo de Medellín o Resolución de Planeación Municipal, a que cada nueva edificación le aportara al ornato de la ciudad una obra de arte, práctica que paulatinamente se diluyó. ¿Qué tal que ante la crisis ambiental que aqueja al Valle de Aburrá se coloque como exigencia para las nuevas construcciones en altura, el empleo del espacio de la terraza o del techo del último piso para sembrar árboles o para colocar páneles solares que hagan medianamente autosuficiente al edificio de turno?
La resolución 549 de Julio de 2015 expedida por el Ministerio de Vivienda, habla que las edificaciones deben cumplir con unos parámetros de ahorro en energía y agua, lo cual debe ser acatado y llevado a la práctica.
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¿Por qué no orientar parte de los recursos de apoyo a los emprendimientos en buscar soluciones en asuntos de ciudad, como el reciclaje intensivo e industrializado de las basuras, el aprovechamiento de residuos de todo tipo, el manejo de las aguas lluvias, el fomento de la horticultura urbana, la limpieza de cuencas de quebradas, entre otros tantos?
¿Por qué no organizar a los jubilados que voluntariamente quieran servir de tutores para los niños cuando terminan la jornada escolar?
Ante la escasez de espacio para la siembra intensiva de árboles dentro de los municipios, aprovechar las áreas de las laderas que circundan el Valle de Aburrá, los cerros tutelares, los corregimientos, así como los separadores de las vías públicas existentes.
Terminar de canalizar el Río Medellín a Norte y Sur y aprovechar los espacios que aparecerán para ampliar la extensión del espacio público verde y recreacional existente.
Reconstrucción o construcción de la figura de “manzana” como unidad de densidad y de construcción urbana, heredada de la urbanística española, que determina un espacio urbano de 640 metros cuadrados, delimitado por calles por todos los lados, asociados a la figura de cuadra que tiene una longitud de 80 metros, lo cual permitirá organizar los barrios, las vías, el concepto de movilidad y la destrucción de las llamadas fronteras invisibles.
Generar un Plan Maestro de construcción de Parques Urbanos, donde una vez organizadas las “manzanas”, se destine de manera ordenada una de ellas, en cada barrio, para que sean demolidas sus construcciones y se tenga un parque arborizado.
En el antiguo sector de Lovaina, pensar en la construcción de un Central Park de unas 10 manzanas (64.000 metros cuadrados), que sirva de detonante para el mejoramiento del amoblamiento urbano de un sector aporreado y deteriorado arquitectónicamente, cuyo desarrollo se ha planteado tímidamente en los distintos POTs establecidos a la fecha y que ya cuenta con toda la batería de servicios públicos necesarios.
Le corresponde al Metro administrar las áreas a nivel de calle que genera el trayecto elevado, para darle continuidad al orden y la limpieza que se observa en sus estaciones y que hoy son simplemente muladares, en un gran porcentaje.
Aun cuando nadie ha querido jamás dar una respuesta adecuada, insisto en la necesidad de colocarle un techo apropiado a todas las escaleras y puentes de acceso a las estaciones del Metro y a todos los puentes peatonales del Valle de Aburrá, obviamente con su respectiva iluminación. Si buscamos el bienestar del ciudadano, pequeñas obras generan un alto impacto.
Ya que estamos aprendiendo a manejar boletería numerada para todas las tribunas del Estadio Atanasio Girardot, menos Norte y Sur, por ahora, ese cambio de hábito o de costumbre, generará una nueva cultura de acceso y horarios, lo cual amerita un rediseño urbanístico de los alrededores, donde los establecimientos de comida, de productos deportivos y las baterías sanitarias deben ser incrementadas o incorporadas.
A todo lo anterior, sumémosle la construcción de un adecuado Centro de Espectáculos, para que de verdad parezcamos una ciudad moderna e innovadora.
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