El maestro César Bona estuvo en Medellín como parte de la programación del Hay Festival en la ciudad. En su conversación con Claudia Restrepo abordó los tópicos que plantea en su obra La nueva educación.
La nueva educación fue el tema de la charla que sostuvo Claudia Restrepo con César Bona, el docente español que se define a sí mismo como “un maestro más” y logró congregar en el Museo de Arte Moderno de Medellín (Mamm) a un significativo grupo de educadores y ciudadanos interesados por la enseñanza y la pedagogía desde diferentes ámbitos de la vida cívica.
Claudia inició la conversación valiéndose de un concepto que Bona utilizó en su libro La nueva educación e interrogó al maestro sobre la necesidad que tiene de ser un niño de espíritu en todo momento, al respecto, el invitado señaló que el ejercicio docente debe estar permeado “del niño que una vez fuimos”.
“Para tratar con niños y niñas hay que regresar al momento en el que nosotros lo fuimos porque así ellos nos van a entender mejor y nosotros, los maestros, los vamos a entender mejor”, apuntó.
La conversación transcurrió a partir de esa invitación a enseñar desde la experiencia de la infancia y en adelante el autor explicó su visión de la educación, no sin antes enfatizar que “no hay nada nuevo en la nueva educación” y agregar que “lo que necesitamos es pensar qué hacemos cada día y cómo lo hacemos”.
En ese cuestionamiento frente al hacer, Bona invitó a descartar las frases hechas en las que se hace referencia a la educación como una dotación de herramientas para el futuro o la formación de adultos para el futuro. “No, las personas nos estamos formando siempre y replanteando siempre, por eso siempre necesitamos herramientas para ya y no estamos formando niños para el futuro sino habitantes del presente”.
Las redes sociales también tuvieron cabida en la conversación entre César y Claudia, allí el español fue enfático en el papel de maestros y familias como formadores del autoconcepto, más allá de la enseñanza de asignaturas, “Un maestro influye en su grupo pero hoy tenemos a los youtuber que influyen a miles de niños y tenemos niños que desde ya quieren ser youtuber, así que la formación debe estar fundamentada en el respeto y en el respeto por uno mismo, porque el mal gesto de un referente se puede terminar convirtiendo en el mal gesto de miles de niños a los que desde la formación les debemos ayudar a no estar más pendientes de la aprobación que un desconocido le dé a su perfil en las redes sociales que al concepto que él tenga de sí mismo”.
En relación con el respeto, Bona apuntó a la escucha como la herramienta más importante para conocer a quien se tiene al lado, “escuchar va de la mano con compartir y así formamos un proceso en el que todos aprendemos de todos y ese aprendizaje se da principalmente en la diferencia. Las diferencias enriquecen, así que no más de decirle al niño o a los padres que éste tiene mucha creatividad, mucha imaginación, mucha curiosidad o mucha ilusión. No, hay que estimular la curiosidad, hay que sacar la potencialidad de cada niño y hay que entender que la creatividad está ahí para ayudarnos a resolver problemas”.
A lo largo de la conversación, Bona invitó al público a ser parte de la charla, con la interacción enseñó desde el ejemplo y compartió con un grupo de personas interesadas en la educación, a los que invitó a ampliar el abanico de posibilidades vitales, a explorar cada día nuevas cosas que “en su gran mayoría no se encuentran en la escuela” y a tomar la labor de educadores como un compromiso social en el que mientras más rica es la vida, más se les ofrece a los alumnos.