El cayo perteneciente al territorio de ultramar británico cuenta con reconocimiento histórico debido a que fue el sitio donde moró Napoleón Bonaparte durante su periodo de destierro, antes de morir.
Santa Elena, conocida por ser el lugar donde murió Napoleón Bonaparte y por su posición geográfica que la ubica como una de las islas más remotas del mundo, recibió este sábado su primer vuelo comercial, operado por la aerolínea sudafricana Airlink.
La isla perteneciente a Reino Unido, está ubicada en medio del océano Atlántico, a unos 1.800 kilómetros de la costa de Angola y 4.000 de Río de Janeiro y hasta ahora sólo estaba comunicada por un buque que la visitaba una vez cada tres semanas.
Airlink dispondrá de un vuelo semanal, cada sábado, desde Johannesburgo y Ciudad del Cabo, con escala en Windhoek (Namibia), con precios que oscilarán entre los 904 y los 1.783 euros.
Este primer vuelo supone la inauguración del aeropuerto internacional de la isla, considerado por los medios británicos como "el más inútil del mundo", en parte debido a su costo, de unos 320 millones de euros.
En la página promocional de la recién inaugurada línea, Airlink asegura que Santa Elena es un destino ideal por su "abundancia de flora y fauna", y destaca la "oportunidad de nadar con tiburones ballena" y la posibilidad de inmersión "en el capítulo final de Napoleón que ofrece este paraíso subtropical".