¡Están todos equivocados!

Autor: David Roll Vélez
14 noviembre de 2019 - 12:03 AM

Al lector solo le digo que no coma más cuento, y le sugiero que haga un saludable ayuno de insultos para recuperar la serenidad.

Medellín

Esto pienso cuando leo las noticias y reviso las redes, cada vez que hay un nuevo acontecimiento. Y no entiendo como nadie se da cuenta de que la mayoría de los analistas, periodistas y los llamados formadores de opinión, o como sea que se auto llamen, actúan como sofistas presocráticos la mayoría, afirmando verdades absolutas no basadas en hechos sino en su animosidad contra un personaje o una ideología.

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Y sólo por empezar por los más recientes acontecimientos, afirmo que están equivocados los que por ser de izquierda dicen que Evo no quería hacer un golpe de Estado, porque es evidente que él sí se estaba robando las elecciones y que descaradamente ya venía teniendo actitudes antidemocráticas peligrosas. Pero también los de derecha, cuando dicen que se merece el golpe de Estado que le hicieron, porque es evidente que fue un gobernante eficaz, que ya había aceptado repetir las elecciones, y que de todos modos era el presidente legítimamente constituido por lo que debía terminar su mandato.

También están equivocados los de izquierda que dicen que el partido Unidos Podemos ha sido benéfico para España, porque lo que ha generado es ingobernabilidad. Lo ha hecho no aceptando las lógicas alianzas con el Psoe a tiempo (aunque acaba de hacerlo), después de volver trizas el bipartidismo que le daba estabilidad al país, y además sacando provecho político al separatismo catalán sin medir consecuencias. Pero también los de derecha, que creen que el triunfo del ultraderechista VOX, surgido en parte como reacción a la anterior situación, es positivo para Europa. Es un gran error porque aunque va a imposibilitar desde Madrid la secesión seguramente de Cataluña, en general los partidos de este tipo en Europa tienen propuestas que van en contravía de los logros democráticos y de unión continental, alcanzados con gran esfuerzo por los partidos de izquierda y de derecha moderados.

La izquierda se equivoca al aplaudir las protestas en Chile contra el actual presidente Piñera y desear prácticamente que renuncie por el supuesto modelo neoliberal que él implantó. Están despistados porque, como Evo, él fue elegido legalmente y no debe renunciar porque el presidencialismo supone siempre que casi la mitad se quede disgustada y deba esperar a las siguientes elecciones. Pero sobre todo se equivocan porque el modelo económico chileno, sea o no de derecha, lo ha moldeado la izquierda chilena, que a través de La Concertación (unión de partidos de izquierda) ha gobernado el país casi sin interrupción desde la transición democrática. También se equivoca la derecha al desconocer que nueva clase media chilena que tiene el derecho a, como dijo Vargas Llosa, protestar como si fueran europeos, pidiendo un Estado del Bienestar como el de los países ricos de ese continente. Tienen derecho esos, pero no es viable como lo descubrió Argentina.

Y justamente sobre Argentina se equivocan los de izquierda que defienden el peronismo como una religión y acusaron a Macri de lo mismo que Piñera, cuando fueron ellos los que montaron el Estado del Bienestar que los chilenos sueñan, pero sin hacer cuentas de que solo funciona en épocas de vacas gordas, como se demostró repetidamente. Y los de derecha están también paranoicos, porque hablan de Cristina y su fallecido esposo como si fueran los Ceaucescu de Rumanía, sabiendo que los Kirchner efectivamente sacaron al principio a los argentinos del pantanero, en el que los había metido otro peronista, Menem, pero ese sí neoliberal, aunque luego se obnubilaron y causaron el actual déficit fiscal.

De Brasil ni se diga. ¿Cómo van a ser, como dicen los de izquierda, inocentes Lula y Dilma, del desfalco a manos llenas que hicieron los de su partido y sus cómplices, durante más de una década en la cual gobernaron? No se puede desconocer que transformaron a un país que iba camino de convertirse en potencia mundial en una nación por momentos inviable. Cualquier brasileño de a pie lo sabe: o fueron cómplices o se hicieron los ciegos, aunque su cruzada antipobreza fuera sincera. No se puede acusar además de fascista a un presidente constitucionalmente elegido, como Bolsonaro, del mismo modo que la derecha no puede tildar de comunista a Miguel López Obrador en Méjico, porque es tan demócrata como el de Brasil pero de otra orilla. De todos modos a la derecha no se le ve bien tampoco aplaudir tanto la incontinencia verbal de Bolsonaro, porque ese tono Trump no es un lujo que puedan darse nuestras democracias latinoamericanas, construidas con tanto esfuerzo, que tienen muchos equilibrios por mantener y que tuvieron regímenes militares de muy triste recordación.

¿Y sobre Colombia? ¿Cómo va a ser Uribe ese monstruo horripilante que pintan día tras día en medios y redes, o ese santo sin mácula de quienes lo defienden a rajatabla? Y tampoco se puede aceptar el linchamiento moral contra el Presidente Duque y su equipo solo porque pertenecen a un partido político que no estuvo de acuerdo con la negociación con las Farc cuando estaban en la oposición. Por lo menos reconozcan que Duque no está “cargado de tigre” ni amenaza con romperle la jeta a nadie, y que tiene siempre un tono conciliador que nadie esperaba. Los paros nacionales no se le perdonan a nadie y si le tocó le tocó, pero si se mira bien está más acusado por cosas que dicen va a ser que por las que realmente hizo. Por esa vía, cuando tengamos un gobierno de izquierda en menos de una década, que es lo natural, deseable o no: ¿cómo le vamos a garantizar gobernabilidad, si se crea la semana entrante el antecedente de que las supuestas intenciones de un gobierno por parte de la oposición ameritan el boicot?

¿Y los de derecha? También equivocados ¿Cómo va a ser el proceso de paz es un error histórico cuando con él se cerró la Guerra Fría en el mundo, y como dijo Santos en su momento, la horrible noche para Colombia? No puede ser que todo el que salga a protestar sea un guerrillero disfrazado o en ciernes, y que todos los líderes de izquierda con posibilidad de gobierno estén equivocados por parejo y vayan a llevar a Colombia al caos venezolano, como se dice una y otra vez en muchos espacios. Esa derecha debe reconocer que hay una parte de la izquierda muy sensata y con capacidad de gobernar. Y deben aceptar que a corto o mediano plazo nuestro país tendrá un presidente de esa mentalidad, que al fin y al cabo es democrática. Deben dejar ese pesimismo en redes, y recordar que ahora están gobernando y no son oposición, y que la inversión extranjera que tanto sueñan va a dejar de venir si ustedes de esa profecía tan repetida y sin fundamento real del castrochavismo a la colombiana.

Al lector solo le digo que no coma más cuento, y le sugiero que haga un saludable ayuno de insultos para recuperar la serenidad. Bloquee al que diga palabrotas para convencer o esté empecinado con un solo político o grupo semana tras semana. Además, pase de los medios de comunicación que no intentan por lo menos esconder su orientación ideológica en uno u otro sentido. Cancele suscripciones, y no grabe los noticieros y programas de opinión que parecen propaganda política de la Guerra Fría. Además, diversifique su selección de siempre y vea los contrarios de vez en cuando si ya está enajenado con una posición radical de estas. Haga un menú de lo que se va a imponer en su régimen como hice yo: decidí no aplaudir internamente ni en público a caricaturistas que no creo que no respetan la dignidad de los cargos de los electos legalmente porque no les caen bien él o sus ideologías, no volví a leer columnistas que en el primer párrafo ya se ve que no dirán nada equilibrado, decidí apagar el televisor o la radio cuando se hace evidente que los analistas dicen absurdos insostenibles, con supuestos argumentos académicos, solo por el deseo evidente de que gobiernen personas que piensan como ellos.

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Bueno y si la indigestión ya es muy grande, prescinda también de los que como yo nos declaramos neutrales, porque eso no existe en verdad. Deje de leernos también, si le alteró ese artículo, a quienes andamos regañando a todo el mundo por fanáticos, y tratamos de no pelear con ninguno de los dos lados (inútilmente porque somos el blanco de todos o no somos escuchados ni leídos), pues eso también es otra forma de radicalismo.

 

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Comentarios:

Pedro
Pedro
2019-11-14 14:25:34
Este planeta esta tan loco y patas arriba, que ya este es un martir, un heroe, digno premio nobel, hasta la podrian canonizar. Que atrevida es la ignorancia ;(
Edgar
Edgar
2019-11-14 09:57:36
En general, bién, excepto que, por ejemplo, Evo Morales convocó un reerendo para que el pueblo decidiera si autorizaba o nó un siguiente mandato, y perdió, pero el señor Evo, muy campante, desconoció el referendo para atornillarse más.

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