La noticia fueron los distintos grupos de extrema derecha con su mensaje agresivo y violento para dejar claro que Trump debe continuar con su mandato excluyente y racista
El espectáculo: la reelección. El sitio: la arena Amway en Orlando. El protagonista: Donald Trump. Aun quedan 16 meses, que parecen una eternidad, para los comicios presidenciales en los Estados Unidos. La noticia fueron los distintos grupos de extrema derecha con su mensaje agresivo y violento para dejar claro que Trump debe continuar con su mandato excluyente y racista. Desde los Proud Boys (los muchachos orgullosos) que con afiches rememorando al dictador chileno con la leyenda “Pinochet tenía la razón”, quien se hizo famoso lanzando izquierdistas desde un helicóptero, hasta los Bikers (motociclistas) for Trump calificados como “gente dura” que defenderá al presidente de los “abusos” cometidos por la oposición.
Siguiendo con la “honorable” lista de participantes al mitin, estaban nada menos que los QAnon, el grupo que a través de mensajes en línea la emprende contra la elite liberal y los pedófilos de Hollywood. También los partidarios de Infowars, el sitio preferido de quienes creen en que existe una conspiración contra Trump. Y los mismos que sostienen que la masacre de 13 niños en la escuela Sandy Hook fue un engaño. No podían faltar los miembros de la Asociación Nacional del Rifle para quienes las armas son un derecho inmodificable, no importa que las masacres con fusiles y armas largas sean el pan de cada día.
Una amalgama de supremacistas de raza blanca para quienes los medios de comunicación no afectos a Trump promueven las noticias falsas, odian a los inmigrantes por invasores y los musulmanes por terroristas. El lugar común promovido por el entonces candidato y ahora aspirante a la reelección. Entonces, el sainete comienza con los mismos rencores y refritos de 2016.
La sombra de Hillary Clinton que no desaparece pidiéndole al Fiscal General que la investigue. Los medios de comunicación enemigos del pueblo, salvo la “cadena estatal” Fox que no hace parte de las “fake news”. Los inmigrantes ilegales una escoria que tiene que ser exterminada, mientras en la frontera se apilan decenas de miles y la cuenta sube como espuma. Para que no quede duda de su plan, anunció la deportación masiva de indocumentados, algo tan difícil que los mismos funcionarios de inmigración pusieron en duda.
El muro que tanto ha prometido no arranca. El plan de salud para todos que no existe. Los salarios que no suben. El plan de modernización de la infraestructura en veremos. El déficit fiscal que bajaría con las inversiones del sector privado producto de la rebaja de impuestos a los más ricos. La política de aislamiento internacional y el ataque a los aliados.
Trump ciertamente ha vuelto su Presidencia en una especie de culto en el que a sus seguidores nada les importa las múltiples acusaciones de que ha sido objeto. El show mediático de Orlando muestra la fidelidad y compromiso irrestricto de la multitud que fue testigo de los ataques al establecimiento, los críticos y la oposición. Para que no quede duda del fenómeno Trump, la campaña dice haber recaudado cerca de 25 millones de dólares dentro de las 24 horas siguientes al lanzamiento.
Las encuestas muestran a Trump en desventaja con los principales adversarios demócratas. Todo indica que su índice de favorabilidad no supera el 50 por ciento, lo que no significa que pueda resultar vencedor por el sistema de Colegio Electoral que declara triunfador al candidato con mayor número de delegados salidos de cada estado. Hillary Clinton obtuvo la mayoría de los votos, pero terminó derrotada al no alcanzar la mayoría de los delegados estatales, una posibilidad que muchos dicen se puede repetir en 2020.
El lanzamiento en Orlando es la película Regreso al Futuro sin ideas nuevas y el mismo discurso radical y excluyente. La mayoría de los norteamericanos cree firmemente que la polarización está llevando al país hacia una peligrosa división que impide llegar a consensos sobre lo fundamental. Falta mucho para que los electores decidan si el camino emprendido por Trump es el indicado o si es hora de ver una cara nueva en la Casa Blanca.