Aparecen libros tratando de justificar lo injustificable, o libros haciendo balances de lo que entregan los antecesores.
Se encuentra en la red la siguiente definición de Libro: “Obra impresa manuscrita o pintada en una serie de hojas de papel, u otro material, unidas por un lado (encuadernadas) y protegidas por tapas y cubiertas”. Más adelante se dice: “Pueden tratar de cualquier tema” y, en consecuencia, es claro que habrá libros buenos, regulares, malos, perversos y….”.
A través de la historia han quedado plasmadas, en libros, las grandezas y las bajezas de la raza humana. En épocas se ha buscado su destrucción como en el incendio de la biblioteca de Alejandría, o la quema de libros organizada por los nazi”. Mucho va de la Biblia” y El Quijote, pasando por El Príncipe de Maquiavelo y El Capital de Marx para llegar a Mi Lucha de Hitler, el Libro rojo de Mao y el Libro azul de Chávez, para terminar con los libros de poesías del senador Roy Barreras.
En esta muy limitada lista de libros, no pueden faltar el Catecismo del padre Astete, ni la Urbanidad de Carreño que, con la Alegría de leer, los libros de Baldor y la colección de G.M. Bruño, contribuyeron a educar a varias generaciones.
También hay libros que agrupan las leyes, disposiciones, reglamentos, avances científicos, etc. y toda clase de requisitos y logros científicos que requiere la práctica normal de la actividad humana.
En materia de entretenimiento, no pueden olvidarse las Fábulas de diversos autores y las novelas de autores como E, Salgari, A. Dumas y J. Verne para terminar en tiempos más modernos con las “pulp novels”, los “pequeños, grandes libros” y los bolsilibros de aventuras, sin ignorar, claro, a la prolífica autora romántica Corín Tellado.
Se ha establecido que cuando la publicación tiene menos de 50 páginas es un folleto.
Las diversas épocas históricas, suelen propiciar diversos tipos de publicaciones. Especialmente cuando se presentan los cambios de gobierno, precedidos, claro está por las épocas preelectorales.
Sucede entonces, que aparecen libros tratando de justificar lo injustificable, o libros haciendo balances de lo que entregan los antecesores como el Libro Blanco de Fajardo, y las infaltables rendiciones de cuentas.
Es importante analizar el caso que se ha presentado en Colombia a raíz del último cambio de gobierno.
Primero apareció un libro, que se parecía más a un publirreportaje, sobre el señor vicepresidente, el general Naranjo, titulado El General de las mil batallas, pero al final no se habla de la guerra que, dada la proliferación del narcotráfico, ¡perdió!
Resulta también, que los hermanos Santos se han mostrado muy prolíficos, y han presentado a la opinión dos libros: El hermano mayor publicó un libro titulado: El País que me tocó, y la comunidad se pregunta si, tal vez, el título está equivocado porque, dada la amplia y reconocida trayectoria mamertista del autor, debió ser: El país que me tiré.
Asimismo, el señor expresidente Santos dio a conocer un libro titulado: La Batalla por (el Premio Nóbel de) la Paz. La frase entre paréntesis la agrega el imaginario popular, por razones obvias. La comunidad se pregunta ¿Será que ahora el exmandatario aspira a obtener el Premio Nóbel de la literatura presentando su coautoría del adefesio del (inexistente según el plebiscito) “Acuerdo de la Habana”? “El que entendió, entendió”.
En el campo local también aparecen libros. El señor gobernador, a raíz de la contingencia de Hidrotiuango, ya publicó su libro sobre los errores cometidos por las EPM, y, al escribir estas notas, ya prometió otro. En el fondo se busca endilgar toda la responsabilidad de la contingencia, a las EPM, socio contratista del proyecto, tratando de sacarle el cuerpo a la responsabilidad que evidentemente tiene el proyecto en sí, a pesar del BOOMT.
Es preciso referirse a las llamadas “Rendiciones de cuentas”, plasmadas también en libros, que presentan periódicamente, o al terminar su gestión, los mandatarios, porque en general son de difícil asimilación dada la gran cantidad de información, verificable o no, que suelen presentar. A veces desorientan a la comunidad.
Por ejemplo, en el caso de la ciudad de Medellín el señor mandatario presentó, recientemente, un panorama, muy mediático, que parece poco ajustado a la realidad, cuando se analizan tres aspectos fundamentales: Seguridad, movilidad y contaminación. Aunque aparentemente se “ha hecho mucho”, la situación relacionada con estos tres aspectos fundamentales tiende a empeorar.
En contraste con el mensaje utópico del señor alcalde, se ha afirmado que: “Medellín es una ciudad aplazada” porque lo que se pretendía, con el plan aprobado desde 2014, el POT (PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL) presentado en otro libro, no se ha logrado ya que: “la actual administración no le ha dado prioridad a su implementación”, según se informó ampliamente en un diario local.
Finalmente cabe preguntar: ¿Cómo hubiera sido el desarrollo de la humanidad sin los libros?