Quiero compartir la reflexión que me ha generado conversar con el artista Pedro Ruiz.La fuerza del color, la síntesis de sus trazos, la composición de cada escena, la belleza en plenitud, motivaron a interesarme en su trabajo.La belleza, algo tan discutido ahora y más en el gremio del arte, está determinada por un contexto temporal que a su vez determina la formación de los individuos y estos sin ser muy conscientes de ello, van dejando que sus elecciones y renuncias estén subordinadas por los cánones del momento.Esto explica por qué muchos detestan y se hastían con el realismo en una obra. Víctimas de una época que ha desenfocado su criterio para mirar el arte. Afortunadamente el arte permite todas sus manifestaciones y representaciones, tal cual la vida misma.En la obra de Pedro no impera la belleza, pero es bella. Podría decirse que es una metáfora de la que se vale para contarnos cómo ve nuestro mundo, para hacernos un guiño y nos fijemos en asuntos que si bien son obvios, los eludimos. En la trayectoria de su trabajo lo que impera es Colombia. Un país diverso, complejo, difícil, bello.Pedro pinta y nos dice lo que ha sentido, padecido, disfrutado, vivido, pensado.Uno lo que espera del arte y de un artista es que nos haga caer en cuenta, que nos invite a pensar, a entender, a apreciar la realidad y gracias a la obra acceder a otra manera de ver el mundo. En Inocentes se evidencia la cruda realidad de algunos que habitan este país, que son protagonistas en la prensa y son carroña de los lectores. Pedro imagina entonces otra suerte para estos y a los desnudos los viste, a los hambrientos les pinta un banquete, y así. Podría decirse que la pintura le permite a este artista devolverles la dignidad.¨…Son fotografías de violencia en blanco y negro y les cambiaba la situación de violencia.Un niño muertecito con el pene arrancado y yo lo vestía. Ponerlo en condición de dignidad cubriéndolo. Personas que no saben qué es el Congreso, ni el POT, ni nada, lo único que les importa es vender los cocos para sobrevivir, eso es inocencia. No saben si son víctimas por esto o aquello, por las Farc, los paracos. Lo único que importa es la dignidad y ese era el acto que hacía transformando la situación con la pintura”, explicó el artista.Inocentes podía ser una obra eterna porque todos los días vemos fotos con personas en esa condición. Pedro paró cuando ya la estética le estaba quitando la esencia de la obra, se fijaba más en la imagen que iba a transformar que la situación misma, y ahí dijo: No más con esto.En la obra El amor está en el aire, pone en cuestión el uso de las drogas, su industria, sus efectos y las estrategias que utiliza el Estado para erradicarlo. La presencia de la música que titula cada obra y la belleza del paisaje acompañan la ironía que el artista nos comparte con relación al tema.Pedro es artista y lo será toda su vida. Es versátil, no se niega a medios posibles, por eso esculpe, dibuja, pinta. Investiga, reflexiona y toma decisiones. Gracias a que vive cada proceso de su carrera con toda intensidad, encuentra certezas que le indican el horizonte a seguir.En el 2000 conformó con otros artistas el colectivo Nadieopina. Espacio que le permitió entender mucho más los alcances y los límites del arte contemporáneo, que no era moda, ni boom del momento, que es otra manera de representar, que aporta y es urgente, necesario. Pertenecer al colectivo era exigente, era exponerse al escrutinio del otro y renunciar a la obra porque es la de todos, porque todos intervienen. Fueron años de trabajo importantes, satisfactorios, difíciles. Surge la galería de arte en la que el éxito y la fama lo acogieron y a su vez lo distanciaron un poco de la esencia, se sinceró y entró en un período de introspección necesario para reflexionar.Pedro pinta desde pequeñito, recuerda que mientras estaba frente a la televisión pintaba y dibujaba todo. Volvió a la escena infantil, prendió la tele, sintonizó el programa de su agrado y comenzó a pintar en papel pequeño para no tener que moverse y lidiar con el caballete. Su hermana, exigente siempre, dijo que estaba bonito. Cuando tuvo varios se los mostró a sus amigos y no decían nada. Su hermana le dijo:- “Pedro, es que todos somos presbíticos y no vemos lo que hiciste, trae una lupa y enséñales los dibujos”.- “Traje una lupa y les invité a ver el trabajo. Y sí, notaron la obra y maravillados me felicitaron. Por eso la exposición exige que cada obra tenga una lupa para que el espectador mire lo chévere que somos los colombianos. Tómese el tiempo para vernos, el espectador tiene que hacer reverencia a Colombia. Esta obra ha sido exitosísima, se llama Oro: Espíritu y naturaleza de un territorio.Pinto porque es mi manera de comunicar. Y la respuesta es todo lo que ha pasado desde ese día que me hice ese cuestionamiento y entré en reflexión.Hice un acto sincero, yo soy un simple pintor.Lo conceptual está en todos, deberíamos acabar con esa exclusividad del arte, ser inclusivos. El arte no es intelecto, sale de la entraña, del centro del cuerpo, se señala, es creatividad. Con la cabeza todo puede ser verdadero o no, hay que pensar con el corazón. Un crítico dijo que era ingenuo y yo le refuté diciéndole que tal vez confundía la inocencia con la ingenuidad. Mi obra es inocente para nada ingenua, todo lo contrario”…En Oro, está el campo, la flora, la fauna y sus nativos, hay color, historia, nitidez, protagonismo. En cada escena está el remero y su canoa y de ella sale la vida, el país, como lo ve el artista, navegando en un océano Dorado. De nuevo la metáfora, en el lienzo de fique, en el dorado, en la escena, en la soledad, en la belleza, en la miniatura. Obliga a detenernos, mirar, atender, pensar y sentir el país.Esta obra desde que nació en 2008 no ha dejado de navegar por muchas ciudades de este país y del mundo. Pedro se ha convertido en ese nativo que rema y rema para llegar a orillas y entregarnos el patrimonio, el legado y nuestra identidad. Oro estuvo en Londres el pasado mes de octubre, en el marco de la visita del presidente Juan Manuel Santos en la galería Maddox, ahora se expone en Manizales en el Museo de arte de Caldas.Invito a los lectores a que indaguen los links que les comparto para que lean lo feo y lo bello de nuestro país. Colombia.
Es muy fácil decir que uno no sabe, que no se explica porqué terminó haciendo esto y no aquello y así dejamos que la vida que se va haciendo se le deje la autoría a la buena, a la mala suerte o al destino.Paola Vargas, nunca soñó con ser lo que es. Pero desde joven supo lo que quería ser y hacer y desde ese día se ha dedicado a eso. Dice que por momentos es feliz pero que todo lo que ha hecho es porque la satisface. El camino y los resultados le inyectan toda la fuerza y las ganas para seguir estudiando, enseñando. De vez en cuando estalla de emoción.Paola Vargas se formó como diseñadora de modas pero la danza afro contemporánea la sedujo de tal manera que después de crear mucha ropa, combinar texturas y trabajar de 6:00 a.m. a 9:00 p.m., durante dos años, decidió romper con el destino maravilloso que tenía feliz a su madre, la tenía organizada trabajando en lo que había estudiado, colaborando económicamente en el hogar y haciéndose un nombre como diseñadora.Ha sido lo que más ha tenido que batallar. El rechazo familiar y aprender más la técnica. Danzar todos los días, siempre, hasta lograr destacarse como negra siendo una mestiza en la danza afro contemporánea. Una exigencia de no creer pues la anatomía, la estatura, el oído, el alma afro y demás requisitos eran falencias en esta joven paisa.Todo estaba en su contra menos las ganas de lanzarse y saber si en realidad podía ser bailarina de danza afro contemporánea.Sus amigos se lo decían y a ella le quedaba el eco y su alma escuchaba, comenzó a ir a talleres en el Ballet folklórico de Antioquia con Wilson Cano, con Sabine, Jorge Barrientos, en la Fábrica Noel. Donde se dictaran iba. En Noel con el tallerista Rafael Palacio creador de la fundación Sankofa, aprendió la técnica y se convirtió en docente.Rafael había creado la obra Sol ninguna Bendición 2002, una semblanza entre la tradición africana y lo que vivían los afros acá en Colombia traducido a la técnica Afro contemporánea, envió la obra al Festival Don Quijote en Francia, un festival que reúne obras de las manifestaciones culturales de Hispanoamérica y calificó, Rafael incluyó a Paola en el elenco y ahí comenzó a pasar los límites de la tierra materna para luego conquistar los suelos del origen, África.La experiencia en Francia la dejó inquieta y con mucha necesidad de seguir aprendiendo, se presentó a la beca de creación con un proyecto y ganó. Fueron cuatro intensos meses y entendió que tenía que regresar para aprender más.Cuando se trabaja diariamente es posible encontrar oportunidades, calificó entonces para el Ministerio y la directora Irene Tassembeda de la academia EDJT (escuela internacional de danza), la apoyó y envió todos los papeles que la acreditaban como directora de su formación. Fue seleccionada y pudo estar año y seis meses en Burkina Faso, obtuvo la certificación de la escuela y fue invitada a hacer parte del elenco principal para ir de gira por Francia con la compañía de la escuela.Participó en talleres importantes en la CDC (Centro de Desarrollo Coreográfico), con instructores como Salia Samou, Aly Karrenbe, Regine Chopinot y James Carles y comprobar que sí era posible.En cada audición se ganaba un lugar para subir otro escalón en su formación. Feliz de poder decirle a su madre, al mundo Afro y al mundo Occidental que ella estaba al nivel de lo que sospechaba podía estar.Paola sigue cautivada por la cultura, la gente, el ambiente y la exigencia de la vida en Africa y de todas las posibilidades para enseñar en Colombia y abrir espacios de creación con su proyecto de la fundación. Fue a la audición para calificar a una beca bajo la tutoría de la escuela de Pina Bausch en el 2017 y espera el veredicto del jurado que la llevaría el próximo año a Alemania y luego a Senegal, para continuar en su formación y venir a entregarlo todo a sus alumnos.El deseo los cría y el trabajo los uneDesde hace diez años existe la Fundación Casa TumaC, bajo la dirección general de su compañero Francisco Alexánder Tenorio director general y ella como directora artística.El objetivo es disponer de un espacio que permita formar en el tiempo bailarines en danza afro contempóranea bajo la modalidad de residencias. Albergar niños del Pacifico, del sur de Colombia o desplazados en Medellín interesados en aprender y formarse con la condición que su formación académica regular continúe. En el proceso los niños van creciendo y se van o los matan, quedan en embarazo, se van a trabajar, mil razones en contra.Así como la formación de Paola ha sido ardua y dispendiosa, de igual forma la de la fundación. Tocaron las puertas de muchas comunidades en Medellín y en Belén Altavista se pudo consolidar un grupo constante, siete niños, ahora son 20.Muchos obstáculos tienden a pensar que es mejor desistir, pero la experiencia de vida en otros mundos y en este, permiten no hacerlo.Se han ganado cuatro becas, dos con el Ministerio: Bamburazo y manduco y con la Alcaldía de Medellín La cueva del sapo y Fronteras.Bamburazo fue la primer obra se ha presentado en muchos rincones del país y en el Festival Petronito.La cueva del sapo hace un homenaje a un bar-disco que existió en Tumaco en los años 30 donde la marimba y el folklor eran protagonistas.Crearon Manduco y se ganaron una beca de creación. Las mujeres en el sur del Pacifico lavan a mano y después de enjabonar la ropa con la barra la golpean duro con un Manduco que es una raíz. Aprovecharon este objeto de la vida diaria como metáfora de la vida de las mujeres. Manduco es hablar lo que no se puede decir, es la honestidad desde el cuerpo. Ocho mujeres de verdad en escena, no cumplen con los requisitos del ballet o la danza tradicional. Sin maquillaje, con el rostro sin tapujos. Vestidas de blanco, vestuario que diseñó Paola, y música en vivo para que se sienta lo que pasa en la vida.Son muchas las lesiones, callosidades y agotamientos pero como en la vida una cosa lleva a otra, Paola ha logrado todo y le falta todo. El profesional nunca siente que ha terminado y siempre tendrá pendientes por aprender, caminos por conquistar.