Voto en blanco, el gran protagonista de las elecciones

1 noviembre de 2019 - 11:59 PM

Uno de los grandes protagonistas en las pasadas elecciones del 27 de octubre fue el voto en blanco. En Medellín, Antioquia y en diferentes partes del país esta opción fue una sorpresa, que incluso superó a varios candidatos en el número de sufragios.

Además de las sorpresas que se dieron en las elecciones del pasado domingo 27 de octubre no solo en Medellín y Antioquia sino en toda Colombia, otra de las novedades fue el importante incremento que tuvo el voto en blanco, una opción que en diferentes partes del país obtuvo más porcentaje en los votos que muchos de los candidatos que aspiraban a los diferentes cargos en disputa.

En las elecciones realizadas en 2015, en Antioquia el voto en blanco contabilizó un total de 110.794 para la Alcaldía y en estas ascendió a 182.029, el 7.21% del resultado electoral del pasado fin de semana con el 99.92% informado; mientras que para la Gobernación en 2015 fue de 181.861 y en 2019 el conteo registra 305.119 con el mismo porcentaje informado.

El resultado en todo el país fue de 721.047 para Alcaldía y 1.197.249 para Gobernación en las elecciones de hace cuatro años, mientras que este 2019 ascendió a 1.078.542 en Alcaldía y 1.869.434 en Gobernación.

Estas cifras reflejan el gran incremento que tuvo este año el voto en blanco, cuya explicación se puede basar en la poca seducción que sienten los ciudadanos hacia los candidatos, la inconformidad que tienen con los actuales mandatarios y/o los que se postulan para serlo, la desinformación que tienen sobre los candidatos y sus planes de gobierno, y el poco interés que tienen en las elecciones.

Los analistas explican

Para confirmar si esta postura es cierta, EL MUNDO consultó a varios analistas políticos, quienes dieron su explicación de por qué pudo presentarse este importante incremento en cuanto al voto en blanco se refiere.

El docente de la Universidad Eafit, David Suárez Tamayo, opinó que “Colombia si bien es una democracia, sigue siendo una democracia bastante frágil, bastante débil e imperfecta, todavía no tenemos partidos políticos fuertes, institucionalizados, democráticos, pluralistas y eso hace que Colombia se llene de personajes que imponen listas, candidatos, y eso lleva a que haya una abstención muchas veces de más del 50%, porque la gente no se siente comprometida, no tiene credibilidad en los políticos, ni sienten empatía por ellos, y dentro del otro porcentaje que sí sale a votar igualmente hay una alta inconformidad no solo frente a los que están postulándose sino frente a lo que han hecho las administraciones anteriores, unos con conocimiento de causa y otros por lo que les cuentan o ven en los medios de comunicación”.

Para David Suárez el voto en blanco puede ser expresión de muchas cosas: “Que ninguna de las listas o los candidatos los satisface, no encuentran empatía ni cercanía con partido, movimiento o candidato; es una forma de manifestar su rechazo o inconformidad frente a la manera en que se gobierna la ciudad, el departamento o de la forma en que la Asamblea, Concejo o Junta Administradora Local (JAL) asumen su papel; también es porque la gente sigue votando muy emotivamente y votan en blanco porque ninguno de los candidatos o partidos los representan y otros porque no quieren legitimar y votan en blanco para simplemente obtener el certificado electoral que les permitirá algunos beneficios”.

El voto en blanco sigue teniendo gran marcación en las elecciones del país. Foto: Cortesía

Por su parte, el docente de la Universidad de Antioquia, Juan Carlos Arenas, afirmó que “hubo un incremento importante en términos relativos a nivel nacional. Por ejemplo en Alcaldías, que es donde tradicionalmente se vota menos en blanco o se pierden menos votos, se pasó de un 3.79% a un 5.08%, que ya es bastante alto, es más de un millón de ciudadanos de Colombia que decidieron votar en blanco y en la Gobernación el asunto se vuelve más drástico todavía, porque el paso se da de un 7.92% en 2015 a un 11.18% en 2019, casi un millón novecientos votos, lo que demuestra que hay una diferencia importante entre ambas, pero que en las dos crece y lo hace de manera drástica, y si se contrasta con Asamblea Departamental o JAL, el incremento es mucho más alto, pues estas subieron al 16% en la primera y el 30% en la segunda”.

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De acuerdo con las cifras que entregó el docente, la reflexión que hizo sobre estas fue que “una parte del voto en blanco está ligada a la relevancia que los ciudadanos le dan al cargo, se vota menos en blanco en Alcaldía y se vota mucho más en blanco en la JAL, que es el cargo al que la ciudadanía le presta menos atención y conoce menos, pero debería ser lo contrario por ser el cargo más cercano al ciudadano. También se puede dar por la insatisfacción ciudadana respecto a la oferta electoral, porque la gente siente que las cosas ya están decididas y el que está ganando no los representa y el que queda de alternativa tampoco, entonces sólo les queda votar en blanco. Algo que hay que reflexionarlo más, porque este comportamiento de los ciudadanos es más un rechazo a la oferta electoral, no les gustan los candidatos, van a las urnas porque quieren reclamar su certificado o porque están convencidos que las elecciones son importantes, pero no les satisface las opciones que tienen para elegir”.

Casos particulares

En estos comicios, el voto en blanco ocupó el segundo lugar en varios departamentos y municipios para la elección de alcaldes, gobernadores y Juntas Administradoras Locales. En los departamentos del Atlántico, Bolívar, Cundinamarca y Valle el voto en blanco ocupó el segundo lugar, igualmente sucedió en algunas capitales y municipios, como Armenia (Quindío), Barranquilla (Atlántico), Bello (Antioquia) y Santa Catalina (Bolívar).

En el caso que la segunda votación para una alcaldía y para una gobernación haya sido el voto en blanco, por disposiciones del Consejo Nacional Electoral, CNE, mediante resolución, ocuparían las curules en los Concejos municipales y en las Asambleas departamentales el candidato que obtuvo la tercera votación, si acepta. Esto se debe a que el voto en blanco es una opción electoral y no un aspirante de carne y hueso.

Por otra parte, para la elección de Juntas Administradoras Locales, en municipios como Apartadó, Floridablanca, Arjona, Cartago, Buga y Puerto Asís, el voto en blanco supero el 51%, ubicándose en el primer lugar, por lo que de acuerdo con la norma, se tendrán que repetir las elecciones en esas localidades para este cargo.

Sobre el caso puntual del municipio de Bello en Antioquia, el analista político Armando Estrada Villa expresó en diálogo con este medio que “el voto en blanco en Bello fue un protagonista, porque sobrepasó a varios candidatos que tenían gran trayectoria política y que tenían respaldo de directorios. En el caso de Bello fue sorpresivo porque no hubo campaña, fue un voto que no tuvo personeros, entonces tuvo una manifestación de rechazo a la política en este municipio, lo que también puede explicarse como un voto de castigo a la política tradicional en Bello y a quienes estaban pidiendo el favor popular”.

Además, el exministro coincidió con los demás analistas y detalló que sobre el voto en blanco hay diferentes lecturas: “Una es que es una constante en todas las elecciones en Colombia, pues generalmente oscila entre el 8% y el 10%, pero en Bello en esta ocasión superó lo que normalmente era su guarismo y se colocó por encima del 20%, que se explica porque hay gente que tradicionalmente vota en blanco porque no lo convencen los candidatos, otros porque simplemente necesitan el certificado. También se presenta este voto como un rechazo, porque hay gente que no encuentra una opción que los satisfaga y deciden votar en blanco, deciden cumplir con el deber ciudadano pero no toman partido por ninguna de las opciones”.