Voluntad política

Autor: Jorge Alberto Velásquez Betancur
29 noviembre de 2019 - 12:00 AM

Mientras más se prolongue el malestar, más incertidumbre se genera, más caos se propaga, más se desacelera la economía, más inversión huye y se genera más desempleo y más pobreza.

Medellín

Salvo opiniones personales, prejuicios y efectos de la polarización, que divide familias, amistades, grupos de trabajo y sociedad, existe un diagnóstico claro sobre la situación del país:

1) La mayoría de ciudadanos no encuentra respuestas en el Estado ni en los líderes políticos, frente a las legítimas pretensiones de mejorar sus condiciones de vida.

2) Se perdió la confianza de la gente en las instituciones públicas.

Ante esto, el curso de los acontecimientos exige acciones firmes, certeras, profundas e inmediatas. Mientras más se prolongue el malestar, más incertidumbre se genera, más caos se propaga, más se desacelera la economía, más inversión huye y se genera más desempleo y más pobreza.

Y como los políticos guardan silencio, es necesario buscar salidas afortunadas.

¿Qué han propuesto los partidos políticos?

Nada claro. Un sector del Congreso quiere quedarse con todos los cargos de decisión política y otro piensa que la solución es nombrar ministro del Interior a un amigo del expresidente Santos. ¿Cualquiera de las dos posturas resuelve la crisis social? ¿Le garantiza educación accesible y de calidad a la gente? ¿Resuelve la incertidumbre pensional y los bajos salarios? ¿Permite que las EPS atiendan a la gente a tiempo y no haya más muertos por falta de atención oportuna ni más paseos de la muerte?

Lea también: El malestar con el Estado

Los problemas que sacaron la gente a la calle, se resuelven con voluntad política, pero eso es algo que en Colombia nunca ha existido.

ü Con voluntad política se recupera el poder adquisitivo de las pensiones actuales y futuras.

ü Con voluntad política se recupera el poder adquisitivo del salario.

ü Con voluntad política se garantiza el acceso de todos los estratos sociales a educación de calidad y un futuro para los egresados universitarios.

ü Con voluntad política se generan condiciones para que la economía se revitalice y genere puestos de trabajo, porque el empleo no se crea por decreto.

ü Con voluntad política se obliga a las EPS a cumplir con el POS, a no postergar los exámenes y las cirugías con criterio alcabalero/criminal.

La voluntad política debe servir para convocar un referendo que autorice cambios como los siguientes:

Ø Reducir el Congreso a una sola cámara, con un senador por cada 500 mil habitantes y sin privilegios salariales ni pensionales.

Ø Que haya un solo régimen pensional en el país, que cubra desde el presidente de la República hasta el ciudadano que desempeñe el oficio más humilde.

Ø Eliminar la Vicepresidencia de la República, el Consejo Superior de la Judicatura y el Consejo Nacional Electoral, entre otros organismos innecesarios, convertidos en nidos de burocracia y politiquería. Esto ahorra costos de funcionamiento del Estado, que son bastante altos, por cierto.

Ø Establecer la obligatoriedad de la meritocracia (examen y trayectoria) para todos los cargos oficiales, desde magistrados de la Corte Constitucional hasta el celador de la plaza de mercado del más pequeño municipio de Colombia.

Ø Modificar la fórmula de liquidación pensional de los fondos privados para que se establezca un porcentaje del salario del que no podrán bajar las pensiones, para que estas recuperen el poder adquisitivo.

Ø Obligar a las EPS a cumplir con el POS, eliminar las listas de espera y eliminar el repago. Los colombianos pagamos dos veces por el mismo servicio de salud mal prestado, además.

Ø Establecer la cadena perpetua para violadores de todas las pelambres y condiciones sociales, económicas y políticas. El violador reincide cada que tiene la oportunidad. Que no haya beneficios penales para los condenados por violencia machista.

Ø Prohibir la casa por cárcel y los beneficios penales para los corruptos y aplicarles extinción de dominio ipso facto.

Ø Descentralizar. Llevar el Estado a todo el territorio nacional. El modelo centralista no ofrece soluciones y es motivo de descontento y pobreza.

Ø Con los dineros que se ahorre el Estado con estas reformas, se fortalece la educación pública.

En el capítulo de las reformas necesarias, la educación merece una mención especial. Hay que recuperar el valor de la educación. Lograr que la educación vuelva a ser factor de movilidad y reconocimiento social y eso solo se puede lograr a través de la meritocracia (examen de selectividad para acceder a la Universidad y méritos académicos para acceder al primer empleo). Que los estudiantes desde la más temprana edad aprendan a pensar por sí mismos, a reflexionar sobre su entorno, a tener criterio propio, a desarrollar inteligencia emocional. El ajedrez, la música y el medio ambiente deben ser materias obligatorias desde la primaria. El pénsum académico corresponde a una realidad que ya no existe. Además, que los profesores reciban un mejor salario, dependiendo de evaluaciones periódicas, porque los maestros también deben estudiar y actualizarse. Con estas medidas tan simples, nuestro mundo sería muy distinto.

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¿Por qué un referendo?

El país necesita reformas urgentes y transparentes. El referendo puede ser convocado por el presidente, es expedito, puede ser inmediato y es vinculante.

En el referendo participan los ciudadanos. Es democracia directa. En las demás fórmulas interviene el Congreso y sabemos que esta corporación es refractaria al cambio. No hay mejor diálogo nacional que un referendo, sin dilaciones y sin medias tintas.

Las iniciativas populares no tienen éxito en Colombia porque son largas, costosas y deben pasar por el Congreso. Y el Congreso las niega o las modifica y no se gana nada.

La “conversación nacional” propuesta por el presidente es un asunto de larga duración. La filosofía popular dice que quien no quiere hacer nada, nombra un comité. Y lo que propongan los comités, el año entrante, pasaría por el Congreso.

En este momento no es pertinente la Constituyente porque se convierte en una caja de pandora. Se sabe como empieza, pero nunca como termina y puede volver la Constitución una colcha de retazos.

Referencias normativas:

Constitución Política de Colombia. Título IV, Capítulo 1. De las formas de participación democrática. Artículo 103. “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato”.

Ley Estatutaria de Participación Ciudadana #1757 de 2015.

Art. 3. El referendo puede tener origen en autoridad pública.

Art. 31. El referendo de origen gubernamental debe llevar la firma del presidente y de todos sus ministros.

Art. 41, ordinal b. Número de sufragantes.

Art. 41, ordinal a. Promulgación del contenido aprobado.

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