Lea esta crónica de viaje realizada en Hawái uno de los días en que el Monte Kilawea entró en erupción.
Llegamos a la Gran Isla de Hawái, el día, 16 de mayo. La Gran Isla de Hawái situada en la placa del Pacifico en medio del Continente Americano y Asia, llegamos en busca de volcanes en erupción, en un vuelo de 1 hora de duración desde Honolulú. Dichas islas, están pobladas por descendientes de japoneses, chinos, coreanos, norteamericanos, filipinos, también personas procedentes de Nueva Zelanda, Fiji, Samoa, Taití y otras islas Polinésicas, se pueden encontrar allí.
En la isla, nos esperaban cascadas, bosques tropicales con enormes helechos, abanicos de palmeras, variedad de orquídeas, bromelias y flores exóticas, inmensos arboles con enredaderas, trepadoras y lianas los que constituían una verdadera maraña, y lo más importante, sus 3 volcanes principales: el Mauna Kea, el Mauna Loa y el Kilawea, el ultimo, uno de los volcanes más activos del mundo, el que actualmente tiene a la isla en alerta roja.
El alojamiento, lo reservamos cerca al Parque Nacional de los Volcanes, a pocos minutos, en una pequeña villa de artistas, llamada 'Volcano', donde los hoteles, son pintorescas fincas familiares. Se puede llegar hasta allí, por carretera, entre verde vegetación, partiendo de la ciudad de Hilo, que ha sido destruida en varias ocasiones por Tsunamis.
Pasando Volcano y en ruta hacia el Parque Nacional de los Volcanes, encontramos policía estacionada en la carretera, también ambulancias y reporteros. A la entrada del Parque, un letrero: "Cerrado por la actividad del Volcán Kilawea hoy".
Continuamos manejando detrás del parque, por una carretera solitaria, donde las pocas personas que encontrábamos usaban máscaras. De pronto el paisaje cambio drásticamente y nos encontramos en medio de grandes extensiones desoladas de roca negra, compuesta de lava solidificada y pocos arbustos sin hojas, lo que daba la impresión de haber sido devastado por un incendio.
A una regular distancia, elevándose en el horizonte, una nube blanca de gran tamaño en forma de hongo se divisaba. El aire se enrareció y surgió un fuerte olor a azufre, el que me produjo nauseas y dolor de cabeza, me daba dificultad respirar, a continuación no se veía nada, estábamos conduciendo en medio de la niebla, un aire espeso y gris, lo envolvía todo, el cielo era de color blanco, el sol lucho por salir, pero no pudo.
Conducimos también más al sur de la isla, dentro del Distrito de Puna, hasta las carreteras 130, 132 y 137 donde los sismos de días anteriores, habían abierto 17 grietas en la carretera. Queríamos verlas, pero no se nos permitió el paso.
Se oscureció muy temprano, regresamos con mucha dificultad al hotel en la noche, dada la poca visibilidad en la carretera. Llovió y los vidrios del carro, quedaron cubiertos por una capa blanca, la que se observaba también en las hojas de los arboles de Volcano Village. Nos urgía entrar a la casa, para evitar continuar respirando este aire.
Allí, encontramos a sus habitantes encerrados, mudos, esperando a que algo sucediera, no quieren evacuar, el volcán es su hogar, pero tienen miedo.
Lo que al inicio del paseo, fue la ilusión de ver un volcán activo, se estaba convirtiendo en algo demasiado cercano y real, casi con riesgo para la vida, dado el alto nivel de gases tóxicos en el aire y la posibilidad de abrirse el camino al paso.
A las 6:00 p.m. del día 16 de mayo, se escucho un comunicado en la radio, emitido por la Defensa Civil y por El Observatorio Nacional de los Volcanes en Hawái: "El volcán esta emanando gases fuertemente en cada ventilación. La carretera cerca al Parque ha sufrido grietas menores. Están cerradas las carreteras 120 y 132. Hay alerta por gas volcánico rico en sulfuro, viajando a favor del viento hacia la región de Puna y Volcano Village. Posible caída de cenizas, puede ocurrir sobre los distritos de Puna e Hilo”.
Se reportó alerta roja en el área de peligro inmediato para la salud, que puede conducir a asfixia o inhabilidad para respirar por el SO2: oxido de azufre, proveniente de las fisuras, lo que es especialmente peligroso para personas mayores, niños, bebes y personas con problemas respiratorios.
El reporte del 17 de mayo, es que el volcán presentó una explosión a las 4:00 a.m. y que se pueden esperar nuevas explosiones con producción de cenizas y productos balísticos.
Los antiguos pobladores de la isla, hacían sacrificios humanos a la Diosa Pele, del fuego, para apaciguarla. Hoy rogamos por que la Diosa, continúe en su sueño profundo y no despierte con su fuerza y poderío, ensañándose, con esta bella isla del Jurassic Park.