Cuando se definen ordenamientos territoriales de usos exclusivos, atentan contra el gran valor que hoy tenemos para competir con el mundo entero; el conocimiento.
La ciudad constantemente necesita especificidades, ese es el gran valor que entrega todos los días tener tantas personas juntas en un mismo territorio. Todo conocimiento adquirido, o arte u oficio que llega a la gran urbe, se multiplica y se valoriza. Si la ciudad es más compacta, mayor será el valor de cada saber. Para entender esto, es necesario tener claro que en virtud de los usos que tradicionalmente van teniendo los lugares y que son tan dinámicas las evoluciones de esos usos que sería un atropello hoy dedicar exclusivamente a un solo uso una zona. Cuando se definen ordenamientos territoriales de usos exclusivos, atentan contra el gran valor que hoy tenemos para competir con el mundo entero; el conocimiento. Los usos mixtos, la gestión sincronizada de cada necesidad y la resolución de los problemas, son mucho más eficientes en una ciudad conectada, porque en la ciudad dispersa, se acaba con la valorización del conocimiento, se acaba con las iniciativas ciudadanas.
Es que la gestión de un gobierno es óptima, en cuanto potencie el conocimiento que sus habitantes tienen, de eso depende su éxito. Cada que un alcalde trata de explicar una cifra que no alcanzó los indicadores esperados, está subestimando todo el saber adquirido, que la población tiene, y entre otras, desconociendo la realidad, aplicando fórmulas importadas que no se pueden aplicar universalmente.
Los temas de mayor relevancia no los puede controlar un gobierno, no dependen de él ni la educación, ni la salud, muchos temas de infraestructura tampoco pueden ser controlados por el gobierno municipal, aunque sea el discurso de campaña de la mayoría, depende de una sincronía quirúrgica entre las administraciones centrales, regionales, locales, los organismos no gubernamentales que apoyan estas causas y la empresa privada. No es fácil que eso suceda y menos en esta Latinoamérica tan polarizada. Esta es la razón por la que cómodamente nosotros, cuando no sabemos cómo abordar un problema que aparentemente no nos aflige, la respuesta es: “Que lo resuelva el alcalde”, pero paradójicamente no está en sus manos resolver el tema de la pobreza, ni el de al salud, ni el de al educación, no puede resolver los inconvenientes de seguridad. Casi que la única acción sobre la que tiene incidencia real, es sobre el ordenamiento territorial, entonces, generar valor en la ciudad, ya sea por que tenemos muchos profesionales o técnicos expertos con saberes específicos, o porque se potenciaron zonas para ser urbanizadas, depende del que gobierna. Si el alcalde no hace urbanismo, nadie más lo va a hacer, todo lo demás tiene dolientes, la organización del territorio para multiplicar el valor, depende exclusivamente de él. Trabajar en la ciudad que articule espacios públicos, espacios de servicios y espacios de vivienda equilibrados, es la meta, esa es una ciudad de usos mixtos. Esa es la ciudad que necesitamos construir, eso es #CiudadaníaAntesQueCiudad