Se mantuvo firme la coalición multipartidista de quince diputados luisperistas y a la presidencia de la Asamblea para el 2019 fue elegido el profesor y considerado la conciencia jurídica de la corporación Hernán Torres Álzate.
El acuerdo conservador entre uribistas y conservadores que contribuyó en lo nacional a la elección de Iván Duque Márquez y que se intenta extender en Antioquia para la temporada electoral del
2019, no funcionó este lunes en la elección de la nueva mesa directiva de la Asamblea Departamental.
Hasta minutos antes del comienzo de la sesión, cuyo menú principal era la elección de los directivos para el último periodo anual de la Duma antioqueña, diputados del uribista Centro Democrático, encabezados por el muy curtido corporado en estos ajetreos y quien ajustó doce periodos como diputado, Jorge Honorio Arroyave Soto, bregaron con todos los ofrecimientos y dadivas posibles, convencer a los cuatro diputados conservadores para conformar una nueva coalición, repartirse las dignidades y tratar de enviar un mensaje de acercamiento de estos dos partidos políticos para afrontar juntos la campaña electoral a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín.
Pero el cuarteto azul de diputados no le paró bolas a las insinuaciones y coqueteos uribistas y honró la palabra que desde hace más de un mes le había dado a sus socios liberales, de Cambio Radical, a un sector del Partido de la U y del Partido Verde y se ratificó la coalición de quince diputados, que ha sido la original que ha operado en los tres años anteriores desde el 2016 y que contribuyó al triunfo del gobernador Luis Pérez Gutiérrez.
Así las cosas, esa quincena de diputados impuso sus mayorías y procedió, con el estreno además del nuevo reglamento interno de la corporación, plasmado en la Ordenanza número 25 del 8 de noviembre de este año, a la elección de presidente y los dos vicepresidentes que orientarán las tareas de la Duma en el 2019, que es el último del cuatrienio y que se desarrollará en plena campaña electoral, precisamente para elegir, entre otras, Asambleas Departamentales. El secretario General será elegido una vez se conforme la lista de elegibles, producto de una convocatoria pública que mediante unas pruebas y requisitos previos realiza la U. de A. para proveer ese apetecido cargo político.
El propio Arroyave Soto develó los propósitos del uribismo de romper la coalición de quince diputados con sus ofrecimientos a los conservadores, pero también debió aceptar que los diputados azules, con argumentos que dijo no entender, se negaron a abandonar a sus socios de coalición. Este diputado en los casi 40 años que lleva en la Asamblea fue protagonista, cuando era liberal y luego en la U como uribista, de tumbar presidentes y de desbaratar coaliciones.
Así las cosas, este hecho político tiene un especial significado y es que uribistas y conservadores antioqueños no han logrado aún un arreglo para la conformación de un fuerte bloque que designe candidatos con mucha opción a la Gobernación de Antioquia y a la Alcaldía de Medellín, al cual también entraría el movimiento Creemos del alcalde Federico Gutiérrez.
Igualmente desestima, por ahora, la foto que circuló el pasado fin de semana y en la cual aparecen juntos los senadores conservadores Carlos Andrés Trujillo y Juan Diego Gómez Jiménez con el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, la cual, según un twitter de Trujillo, supone avances hacia un pacto uribista conservador que también fue desmentido por el congresista Nicolás Albeiro Echeverry, quien calificó esa reunión más de social que de política.
No obstante, nadie niega que el Centro Democrático y los conservadores están buscando ese acuerdo y que se puede lograr más adelante en la actual campaña.
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A todo señor, todo honor
En cuanto a la elección de directivos para el 2019, la coalición impuso los nombres que previamente se habían acordado entre los miembros de esta alianza.
Es así como el profesor, abogado, escritor de libros académicos, estudioso jurista liberal y gran persona natural de Girardota, Hernán Torres Álzate, recibió un unánime respaldo de sus otros colegas diputados y se convirtió en presidente electo de la Duma a partir del primero de enero del año venidero.
Las afirmaciones del presidente saliente Santiago Martínez y del diputado postulante Braulio Espinosa dan a entender el apoyo total que recibió, al expresar que la designación de Torres Álzate es un homenaje a quien encarna muy bien la merecida frase “a todo señor, todo honor”, y a quien es considerado por sus compañeros “la conciencia jurídica de la corporación”.
Contabilizó 24 votos a favor, mientras hubo uno en blanco, pero no contra Torres A., sino porque el diputado del Polo, Luis Eduardo Peláez, quien alegó que se estaría violando la Constitución al reelegir en la mesa directiva en el actual cuatrienio a Hernán Torres, quien ya fue vicepresidente, pero la contraparte argumentó que esa prohibición no existe para el ámbito de las Asambleas Departamentales toda vez que nunca, desde la Carta del 91, se ha podido expedir un Código Departamental que la exprese claramente.
En todas las votaciones faltó el sufragio del diputado José Luis Noreña, quien estuvo ausente pero con permiso de la presidencia.
A la vicepresidencia primera fue ungido otro diputado muy apreciado por la corporación como es el ingeniero civil, con cuatro periodos en la Asamblea, Jorge Iván Montoya Mejía, de Cambio Radical, oriundo de Copacabana, donde fue un gran jefe liberal y quien todavía muestra las huellas del trasplante de riñón a que fue sometido en los últimos cuatro meses y que le salvó la vida.
De esa forma, el Aburrá Norte hizo moñona en la mesa directiva de la Asamblea con Torres y Montoya.
Para la segunda vicepresidencia se presentaron dos candidatos, pero ganó con los quince votos de la coalición el diputado de la Alianza Verde, Saúl Úsuga, por los diez votos del polista Luis Eduardo Peláez, quien en forma increíble fue postulado por los uribistas argumentando el derecho de la oposición a estar en esa dignidad, pero con el detalle muy curioso que uribistas y polistas no se pueden ver en política en el campo nacional.