La eliminación de la lista con voto preferente o lista abierta y por consiguiente la implementación solamente en Colombia de la lista con voto no preferente o lista cerrada para la elección de corporaciones públicas, es hoy en día el desafío legislativo más trascendental en el ámbito político.

El sistema combinado de voto preferente y no preferente ajusta 17 años en la vida electoral nacional y todos los anteriores intentos por modificarlo para que impere solo el voto cerrado han fracasado en el Congreso de la República, por lo cual la nueva expectativa es si en la era del presidente Iván Duque y en las actuales realidades políticas en la composición del legislativo, los proyectos de reforma constitucional que fueron radicados en busca de ese objetivo tendrán éxito o volverán a esfumarse.

¿Tendrá la clase política colombiana esta vez la voluntad de acabar con el voto preferente, sindicado desde muchos frentes de opinión de ser el principal factor de corrupción electoral y política?

La respuesta a ese interrogante hoy no es fácil de contestar, pues aunque por el Senado se habla de un consenso partidista para sacar adelante ese propósito, el camino es pantanoso y largo en sus dos vueltas y ocho debates, además que falta su tránsito por la muy arrecha Cámara.

Para reformar algunos aspectos del sistema político en la actual legislatura fueron radicados dos proyectos de acto legislativo (enmiendas constitucionales). Uno por el gobierno de Duque al otro día de su posesión y el segundo de origen en congresistas.

El acto legislativo No. 08 de 2018 Senado "Por medio del cual se adopta una reforma política y electoral" es de autoría de congresistas, el cual fue acumulado con el del gobierno que es el 09 de 2018 "Por el cual se adopta una Reforma Política y se dictan otras disposiciones".

La semana pasada con la participación de la sociedad civil y el gobierno comenzó en la Comisión Primera del Senado la discusión de esas iniciativas ya acumuladas y esta semana está previsto el inicio de la votación del articulado.

En estos procesos de temas gruesos como las reformas política y judicial, lo normal y la tradición es que todos los partidos con asiento en esa célula legislativa tengan ponentes, liderados por una coordinación.

Pues los coordinadores en el Senado son Temístocles Ortega de Cambio Radical y el senador antioqueño del Centro Democrático, José Obdulio Gaviria Vélez, quien fue de los que propuso que el tema de la lista cerrada fuera el eje central o único de la reforma política, pero las mayorías optaron por introducir otros aspectos que pueden enredar el tránsito del proyecto, que ya tiene los tiempos muy apretados para ser aprobado en sus cuatro debates en la primera vuelta.

¿Senador, esta vez sí sería una realidad solo el voto cerrado en Colombia?

Hay una acumulación tal de proyectos que nosotros habíamos pensado que el tema de la lista cerrada era de tal trascendencia que era mejor dejarlo como el artículo que realmente requiere de una reforma constitucional urgente contra la corrupción en la política.

La idea era solo aprobar lo de la lista cerrada, pero otros partidos consideraron que otros temas fueran también tramitados paralelamente con el de la lista cerrada.

¿Cuáles otros temas?

La equidad o paridad de géneros en las listas, regulación a los candidatos por firmas, el voto a los 16 años o mejor el derecho a votar a los 16 años sin mayoría de edad y sin responsabilidad penal. También el caso de la circunscripción nacional combinada con una regional y otra que es casi como la entrada al semiparlamentarismo y es que para las elecciones del Senado los partidos inscriban como cabezas de lista a sus candidatos a la Presidencia y esas elecciones obren como una primera vuelta de la elección presidencial. Es decir que compitan para el Senado como cabezas para el mismo Senado y también como candidatos presidenciales. Los dos primeros partidos o candidatos serían los que pasarían a la segunda vuelta. Por lo menos nos quitaríamos el problema del campeonato Mundial de Fútbol para la segunda vuelta.

¿Senador, qué ambiente existe en la Comisión Primera sobre el caso de la lista cerrada?

El único partido político que se opone a cerrar la lista es el Polo, los demás prácticamente están de acuerdo?

¿Estamos maduros para ese cambio tan fuerte y con partidos tan flojos en su organización y militancia?

Claro, por el desastre que ha causado en la política colombiana el voto preferente. El sistema de lista abierta de circunscripción nacional no es una creación de los Ñoños, ese sistema de lista creó a los Ñoños, y convirtió a la política en un todos contra todos.

Colombia nunca ha estado madura y ningún país para un sistema de circunscripción nacional con lista abierta, porque en causante de graves males, toda vez que en su ADN está la corrupción absoluta y también los altos costo de las campañas para los partidos con cifras de 3.000 y 5.000 millones de pesos.

Hoy es imposible ser candidato por lo que está valiendo una campaña al Congreso a los partidos, a los contribuyentes y a los aportantes.

Todo esto termina necesariamente en compromisos entre electores y elegidos, que hace que los electores se conviertan en contratistas.

Si no corregimos esto no vamos a hacer absolutamente nada en el combate a la corrupción.

Lo de la lista cerrada es tan crucial, que los demás asuntos que le colgaron a la reforma política son incluso accesorios y marginales con respecto a la prioridad que es atacar la corrupción.

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¿Pero hay opinadores y teóricos que dicen que el voto cerrado no es garantía contra la corrupción?

El que diga eso está diciendo una atarbana, está diciendo que sigamos haciendo campañas de 5.000 millones de pesos por persona en cada partido.

Esas personas no están enteradas de la vida real.

¿Pero cerrar las listas implica previamente sistemas de democracia interna en los partidos?

Eso no es un tema constitucional, es un tema legal que debe ser reglamentado por cada partido. Son los propios partidos políticos los que deben decidir si quieren ser muy democráticos y si quieren hacer consultas previas para organizar sus listas o llevar a cabo consensos.

Pero esto no es objeto de una reforma constitucional, como si lo es cerrar las listas.

¿Cómo están de tiempo para aprobar la reforma política en primera vuelta y en cuatro debates?

Por eso no queríamos atiborrar el texto constitucional con normas secundarias, pero la opinión de la mayoría fue el de considerar la propuesta de lista cerrada junto a otras ideas.

Nosotros insistimos que se redujera el proyecto a la lista cerrada por la gravedad, por la trascendencia y por la importancia práctica del tema.

Pero no se pudo y eso hace difícil el trámite. Estamos en el margen de una o dos semanas de la posibilidad de lograr la aprobación en este periodo de la reforma para que pase a segunda vuelta en el próximo periodo.

La idea es que la lista cerrada opere en las elecciones territoriales de octubre del 2019.

Sobre la lista cerrada hay un acuerdo para aprobarla, pero no se han discutido los otros tópicos de la reforma política.

Democratización interna 

Para la confección democrática de las listas de partidos se plantean tres opciones:

1. Que haya una consulta previa o una primaria con los miembros del partido para seleccionar la lista.

2. Que se realice convención interna del partido

3. Que se utilice un mecanismo de la participación electrónica.

Y que el sistema empleado se lleve a cabo en la misma fecha y que sea la organización electoral la encargada de llevar el registro de los miembros del partido para efecto de darle un viso de oficialidad a los militantes que participan.