Convenio entre Unión Europea y Gobernación de Antioquia genera calidad de vida en Urabá con la cultura de la legalidad y la formación de la comunidad.
Urabá no sólo es sinónimo de desarrollo, también posee una comunidad con afán de superación y por eso sus habitantes están empeñados en liderar procesos formativos y campañas que pretenden generar mejor calidad de vida.
Cuando Jeison Mosquera, estudiante de la Técnica de Turismo, asegura que en la región “nunca nos cansamos de aprender”, ratifica las ansias de progreso que tienen los urabaenses y la acertada disposición que muestran cuando llegan proyectos como el Convenio de formación para el Empleo y el Emprendimiento de la UE y la Gobernación departamental.
Esto queda ratificado con la respuesta positiva con la que los 360 líderes de 200 organizaciones sociales de Urabá empezaron a fortalecer la cultura de la legalidad y la protección de los derechos laborales y acceso a los servicios sociales básicos, gracias a la formación que recibieron en los talleres que se brindaron con la operación de la Universidad Cooperativa de Colombia en los once municipios de la zona.
El compromiso fue mayor siempre que varios de los líderes formados en Carepa, Apartadó, Necoclí y Turbo hicieron parte de la campaña de divulgación y reconocimiento de las buenas prácticas del Convenio con frases como “legalidad es respetar a los demás”, hacer las cosas bien, hacer algo por los demás, trabajo digno, emprender con responsabilidad, cumplir las normas, dar buen ejemplo y calidad de vida”.
La apropiación de los proyectos de las personas favorecidas le da pie a Luis Eduardo Cuervo Tafur, gerente del convenio, a destacar “el sentido de pertenencia que muestran los estudiantes” y ratificar que “estamos comprometidos con la transformación positiva de Urabá para que cada día veamos nuevos vientos con proyectos detonantes y campañas que buscan generar conciencia sobre la importancia de hacer las cosas bien, apostándole a la legalidad y transparencia”.
Además de la formación de los líderes sociales, en este 2017 el proyecto de cooperación internacional culminó la educación de 14.000 personas en diplomados, formó a 1.000 habitantes en talleres de emprendimiento, capacitó a 309 en diplomados, asesoró a 40 pymes en brechas de productividad, dejó 30 emprendimientos en preincubación y realizó diplomados en habilidades gerenciales para 50 representantes de pequeñas y medianas empresas, sumado a que inició técnicas laborales para 1.500 personas con el objetivo de seguir generando mejor calidad de vida a través de la inclusión social.