La ofensiva para expulsar al Ei de Mosul comenzó en octubre de 2016 y ha durado casi nueve meses, en una batalla en la que no se ha ofrecido la cifra de víctimas en las filas de las fuerzas iraquíes.
Miles de niños requieren protección y asistencia médica y psicológica tras la ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (Ei) en Mosul, en el norte de Irak, alertó este jueves Unicef.
"Aunque la batalla por Mosul está llegando a su fin, las profundas cicatrices físicas y mentales de los niños necesitarán tiempo para sanar", dijo la representante adjunta de Unicef en Irak, Hamida Ramadhani, en un comunicado.
El organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargado de la protección de la infancia subrayó que las necesidades y el futuro de los niños "deben seguir siendo una prioridad en las próximas semanas y meses" y reiteró su llamamiento a todas las partes en el conflicto para que traten a todos los menores "como niños".
Según cálculos del organismo de la ONU, unos 650.000 niños "han soportado muchos horrores en los últimos tres años" durante la ocupación del grupo yihadista y han sufrido los nueve meses de campaña militar para expulsar al Ei.
Asimismo, Unicef advirtió de que gran cantidad de niños llegan a los servicios de asistencia desnutridos, heridos y, muchos de ellos, incluidos varios bebés, han sido rescatados solos, sin ningún acompañante adulto, lo que aumenta su vulnerabilidad.
"Los lactantes y niños no acompañados que llegan a los centros de traumatología y los puntos de reunión son inmediatamente remitidos a Unicef y otras organizaciones humanitarias para que puedan ser asistidos y, cuando sea posible, reunificados con sus familias", afirmó Ramadhani.
La representante de Unicef puntualizó que algunos niños continúan sufriendo la violencia en algunas zonas aisladas del casco antiguo de Mosul donde persisten los combates, a pesar de que las autoridades iraquíes anunciaron la victoria en la batalla el pasado lunes.