Se han tratado a casi 2.000 niños con malnutrición severa aguda, muchos de los cuales ya llegan en esta condición a Bangladesh cuando cruzan la frontera o están a punto de hacerlo.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo este viernes que entre los niños rohinyás llegados a Bangladesh hay miles que sufren malnutrición moderada o severa aguda y que requieren asistencia inmediata para salvar sus vidas. Unicef y sus socios han evaluado a 59.604 menores entre los 604.000 refugiados rohinyás llegados a Bangladesh desde el pasado 25 de agosto, de los que 1.970 sufren malnutrición severa aguda, la más grave en la clasificación, y 6.971 experimentan síntomas moderadamente agudos, indicó la portavoz Marixie Mercado.
El organismo ha creado 15 centros de tratamiento y de nutrición, incluido un punto móvil, y se establecerán seis más en el campo de refugiados de Kutupalong y su expansión de 3.000 hectáreas, un área nueva a la que la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha comenzado a trasladar a 1.700 refugiados recién llegados. Hasta ahora se han tratado a casi 2.000 niños con malnutrición severa aguda, afirmó Mercado. La portavoz dijo que muchos niños ya llegan malnutridos a Bangladesh cuando cruzan la frontera o están a punto de hacerlo.
En el estado birmano de Rakáin, las tasas de malnutrición en las ciudades de Maungdaw y Buthidaung, desde donde proceden la mayoría de los refugiados, estaban ya, antes del estallido de la nueva ola de violencia, por encima del umbral de emergencia. Desde el 25 de agosto, Unicef ha tenido que dejar de tratar a unos 4.000 niños con malnutrición severa aguda en el norte de Rakáin porque no tener acceso.
Sí que lo tiene el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cuya portavoz, Bettina Luescher, dijo hoy que Birmania ha permitido a esta agencia reanudar la distribución de alimentos allí después de una suspensión de dos meses. El PMA había distribuido con anterioridad raciones alimentarias para unas 110.000 personas en el norte de Rakáin. Mercado dijo además que se han detectado casos de sarampión tanto entre la población que se encontraba ya en asentamientos temporales antes del 25 de agosto como entre los recién llegados.
Pese a la reciente campaña de vacunación contra el cólera, el riesgo de enfermedades diarreicas y disentería "permanece excepcionalmente elevado", sostuvo. Un laboratorio para analizar la calidad del agua en Bangladesh ha revelado que solo el 35 % de las pruebas cumplen los estándares del país y de la propia organización, por lo que organismos como la Organización Internacional de Migraciones (OIM) han llevado a los asentamientos 741.000 litros de agua potable.
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Christian Lindmeier señaló, por su parte, que el 4 de noviembre comenzará la segunda fase de la campaña de vacunación contra el cólera para niños de entre 1 y 5 años, es decir para unos 180.000.