Para varios congresistas Ernesto Macías le hizo perder el año al Senado, al tiempo que advirtieron que el Congreso no está integrado sólo por el Centro Democrático.
Por: William Acero Arango
El balance del primer año de la legislatura deja un trago amargo y un sabor agridulce, no sólo para el Gobierno Nacional, sino para el propio Congreso, porque de más de diez proyectos que presentó la administración del presidente Iván Duque, y que lideró el presidente del Senado, Ernesto Macías, sólo sobrevivieron unas cuatro iniciativas importantes para el país.
El proyecto de Presupuesto General de la Nación, el Plan Nacional de Desarrollo, la Ley de Financiamiento, honorarios para las JAL y la modificación al proyecto de Familias en Acción fueron algunas de las normas que lograron ser aprobadas.
El enfrentamiento constante desde que inició la legislación el pasado 20 de julio de 2018, entre el partido del gobierno o Centro Democrático, CD, y las demás colectividades con asiento en el Congreso y la provocación de los integrantes del CD, pudo más que trabajar realmente por los colombianos que reclaman del Legislativo normas en temas de justicia, salud, educación y contra la crónica desigualdad en Colombia.
Lo bueno que se hizo fue la creación del Ministerio de las Tecnologías, cuyo autor y ponente fue el senador antioqueño Iván Agudelo, que songo sorongo se ganó un espacio no sólo en la Cámara en donde pasó esta iniciativa, sino en el Senado y consiguió que el Gobierno acogiera este proyecto.
Los debates de mayor trascendencia fueron los que se realizaron por parte de la oposición en cabeza del senador Jorge Enrique Robledo, quien dejó al descubierto supuestamente que el exfiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira, si tuvo que ver con el tema de Odebrecht, y que fue uno de los enlaces entre esta firma constructora y algunas de las campañas políticas.
En los mentideros políticos bogotanos se insiste que “el exfiscal renunció porque ya la Corte Suprema de Justicia tenía lista su destitución y no por el tema de Jesús Santrich, como lo dejo entrever en su carta de renuncia”, dijeron congresistas.
Otro de los temas calientes fue el debate, también de la oposición, contra el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, para que explicara al Senado el endeudamiento por más de 20 años de por los menos 20 ciudades capitales para construir acueductos y alcantarillados, en un proceso en el que supuestamente obtuvo jugosas ganancias por medio de los bonos de agua.
Otra aspecto positivo fue la creación del Ministerio del Deporte, que hoy ya es una realidad para el país y para los miles de deportistas que reclaman muchos más recursos para esa actividad.
Lo muy complejo y crítico de la Legislatura fueron las durísimas relaciones entre las bancadas uribista y de las Farc, tanto en el Senado como en la Cámara.
La senadora Paloma Valencia le cuestionó a Pablo Catatumbo que las Farc no “eran un partido político, sino una banda de bandidos narcotraficantes”.
Y el representante a la Cámara Álvaro Hernán Prada exigió a las Farc que desistieran de las curules en el Congreso, que no le metieran más mentiras al país, que no siguieran en sus andanzas con los disidentes.
A lo anterior se suman los choques entre el expresidente y senador Álvaro Uribe y Gustavo Petro, a quien ha tildado de sicario, sicario, sicario.
Nuevamente la reforma a la Justicia fue otra de las grandes frustraciones, pese a que el Gobierno la anunció con bombos y platillos, pero no contó con el liderazgo de la ministra de esa cartera que fue la primera en perder el cargo.
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Ernesto Macías
El presidente del Senado no dejó de tirar piedra y de ser un obstáculo a lo largo de la primera legislatura, echándole la culpa de todos los males de Colombia al anterior Gobierno, al que acusó de entregarle el país a las Farc y de dejar al país en la banca rota.
La mayoría de los partidos y de los movimientos políticos calificaron la presidencia de Macías como la más desastrosa en la historia de la legislativa nacional.
Lo contrario sucedió en la Cámara, en la cual su presidente, el liberal Carlos Eduardo Chacón, fue garantía para cada uno de los integrantes de esta corporación, incluido el Centro Democrático, y su actuación fue calificada de equilibrada, equitativa, destacada, participativa, amable y con carácter.
Cuando le correspondió pararse en la raya lo hizo frente al poder del Ejecutivo, como pasó con la objeción de los seis artículos de la Ley Estatutaria de la JEP lo que contrasta con las artimañas y la dilación que empleó Macías.
Los que sonaron
De los 278 parlamentarios que conforman el Legislativo colombiano fueron muy pocos los que brillaron y pueden contarse con los dedos de las manos los que se destacaron en las dos corporaciones.
De la izquierda, los congresistas más valiosos por sus posturas y debates en comisiones y en plenarias fueron Jorge Enrique Robledo, Gustavo Petro y Angélica Lozano, quien fue la mayor impulsadora de las iniciativas que hoy son ley de la República. También el senador Alexander López e Iván Cepeda Vargas.
Los integrantes del Partido Liberal fueron los que más sobresalieron, entre ellos Iván Darío Agudelo y Luis Fernando Velazco, mientras del Partido de la U se resalta al senador Roy Barreras, por su permanente defensa del proceso de paz.
En este mismo partido fue una revelación en el Senado, el antioqueño Juan Felipe Lemos, quien fue el abanderado del Plan Nacional de Desarrollo, de la Ley de Financiamiento y del Presupuesto General de la Nación, pues defendió con argumentos muy sólidos la necesidad de estos proyectos, para que los 32 departamentos puedan contar con recursos.
Por la línea conservadora figuró el senador David Barguil, quien también ayudo a sacar adelante en el Senado la agenda económica del Gobierno.
Y por el Centro Democrático llamó la atención la labor desarrollada por el representantes a la Cámara José Jaime Uscátegui y el rionegrero Esteban Quintero, quien logró la aprobación de la ley que premia a las personas que tienen o compran vehículos eléctricos, y la relacionada con la flexibilización de los requisitos para la creación de las áreas metropolitanas en Colombia.