En el mes del niño, Colombia espera que la propuesta en materia de equidad presentada por el Gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo, sea el inicio de esa etapa que permita erradicar la violencia, el maltrato y los abusos contra Niños, Niñas y Adolescentes.
Las deudas de Colombia con su infancia son históricas e inocultables. Y eso, por evaluación, le ubica en el rango de los países en donde “muchos niños y niñas están perdiendo su niñez”, según informes de Save the Children y Unicef, que dan cuenta de los riesgos en que vive la población de 0 a 17 años en todo el territorio nacional.
Malnutrición, violencia intrafamiliar, abuso sexual, reclutamiento forzado, inequidad en materia de educación y salud, trabajo infantil, embarazo adolescente, exclusión y desprotección, son los renglones que la ONG y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia enumeran en los informes que revelan la preocupante situación en que viven Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) en nuestro país, sin olvidar que Save the Children, organización no gubernamental que trabaja por los derechos de la niñez, dice que “Colombia es el cuarto país del mundo donde se asesinan más niños y niñas”.
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Un diagnóstico que es necesario aceptar y enfrentar desde todos los ángulos posibles para proteger no sólo el presente sino el futuro del país. Y por eso en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 (PND), “Pacto por Colombia, Pacto por la equidad”, además de otros 24 capítulos enfocados en temas estructurales como legalidad y emprendimiento, y transversales como sostenibilidad, ciencia y tecnología, transporte, calidad y eficiencia en los servicios públicos, recursos minero-energéticos, inclusión y productividad, entre otros, contempla también una unidad en la que se esbozan las tareas y los criterios que tienen como objetivo empezar a corregir muchas de esas falencias, con el fin de generar mayor bienestar y seguridad a NNA.
En esa hoja de ruta presentada por el Gobierno del presidente Iván Duque, en la que se plantea la creación de mejores oportunidades para los menores de edad, se apunta a fortalecer el papel de la familia como garante de un entorno de afecto, seguro, de crecimiento y protección de los derechos de la niñez: “El Plan encuentra en la construcción de proyectos de vida y en el desarrollo de talentos en el arte, la cultura, el deporte, la ciencia y la tecnología, un objetivo esencial para el desarrollo personal y el de todo el país. Así mismo el juego, entendido como una actividad que debe ser promovida y en algunos casos recuperada para el disfrute de toda la población. Todo lo anterior debe conducir a la construcción de un mejor país desde sus raíces, con “cero tolerancia” a la violencia y a las vulneraciones de los derechos que afectan hoy a la niñez”.
Y es prioritario hacerlo porque los estudios han demostrado, a lo largo de los años, que “en la primera infancia, la infancia y la adolescencia, se crean las bases para el desarrollo personal, y por ende el de todo el país, razón por la cual estos tres momentos son entendidos por el Gobierno como un círculo virtuoso alrededor del cual el Estado se compromete a generar y fortalecer las condiciones para que los NNA del país logren su desarrollo integral pleno”.
Desarrollo integral
Dentro de sus propósitos, concretamente en lo relacionado con el Pacto por la equidad, el PND se fija el reto de “Primero las niñas y los niños: por el desarrollo integral desde la primera infancia hasta la adolescencia”, y para lograrlo se propone implementar la Política Nacional de Infancia y Adolescencia (Pnia), vincularla armónicamente con otras políticas y líneas dirigidas a la niñez y conectarla con la política social.
El objetivo es crear las condiciones para el desarrollo integral de NNA y prevenir y resolver las situaciones de violencia y vulneración de los derechos que los afectan, mediante la vinculación de las familias y el fortalecimiento de sus capacidades, de tal manera que se consoliden como los entornos protectores que deben ser y principales agentes de transformación social, económica y cultural del país.
De igual forma, se pretende a través de esta línea vincular al Estado, a las familias y a la sociedad, en el marco del Sistema Nacional de Bienestar Familiar (Snbf), con la Comisión Intersectorial para la Atención Integral de la Primera Infancia (Cipi), a Colombia Joven y a la Comisión Intersectorial para la Prevención del Reclutamiento, la Utilización y la Violencia Sexual contra NNA (Ciprunna).
Un camino que conduce al desarrollo de cuatro estrategias.
1. Optimizar el diseño institucional que facilite la coordinación nacional y fortalezca las responsabilidades territoriales. Eso quiere decir que el PND busca mejorar la institucionalidad para alcanzar los objetivos de esta línea e implementar la Política Nacional de Infancia y Adolescencia 2018-2030, la Política de Estado para el Desarrollo Integral a la Primera Infancia “de Cero a Siempre”, y la Política Pública Nacional de Apoyo y Fortalecimiento a las Familias.
2. Ampliar la atención integral de la primera infancia a la adolescencia, mejorar la focalización y consolidar los proyectos de vida. Eso incluye, entre otros logros, aumentar de 1.200.000 a 2.000.000 el número de niños y niñas en educación inicial. Para ello, el Icbf pasará de atender 1.200.000 a 1.500.000 niños y niñas y el MEN atenderá a 500.000 niños y niñas en el grado de transición. La ampliación de cobertura se hará especialmente en zonas rurales. También se busca fortalecer la atención nutricional, además de que el Gobierno nacional evaluará la viabilidad institucional, técnica y financiera de extender la licencia de maternidad y paternidad.
También, explica el PND, se pretende fomentar el derecho a la recreación y al deporte, ampliar el concepto de cultura, a la luz del reconocimiento y la valoración de lo cultural y patrimonial.
El Icbf, en articulación con las entidades de la Cipi, cualificará los hogares comunitarios de bienestar, de tal manera que 170.000 niños y niñas adicionales cuenten con educación inicial.
El progresivo acceso de NNA a esa atención integral, partirá de una efectiva focalización de los territorios y las poblaciones más vulnerables del país. De esa manera, todas las entidades responsables de la atención integral de la primera infancia, la infancia y la adolescencia deberán realizar los ajustes necesarios en su diseño institucional, para asegurar el desarrollo de las capacidades técnicas y organizacionales que permitan el logro de lo que se propone el PND.
3. Crear las condiciones para anticipar y resolver las violencias y vulneraciones de derechos. Eso porque la crítica situación de violencias y vulneración de derechos, en particular contra las niñas y las adolescentes, demanda la construcción de una estrategia nacional contra estas circunstancias que afectan a la niñez, bajo el liderazgo del Icbf y la vinculación de las instituciones involucradas, incluyendo a MinSalud y MinJusticia.
Además, el Icbf enfocará su oferta de atención al desarrollo de proyectos de vida en los territorios y poblaciones identificados para evitar el riesgo de vinculación de NNA a grupos armados o delictivos. De igual forma, se desarrollarán acciones para el reencuentro de NNA desvinculados de los grupos armados con sus familias y comunidades.
4. Se pretende fortalecer las capacidades de las familias para promover su corresponsabilidad en el desarrollo integral de sus integrantes, en particular de NNA. Así se reconoce que la familia juega un rol esencial en la política social moderna para lograr el proceso de inclusión social y productiva de sus miembros. Por esto, las estrategias para la superación de la pobreza, el fortalecimiento de las capacidades para la vinculación al mercado laboral, los programa de protección integral para los niños, niñas y adolescentes, entre otros, potencian sus resultados si se tiene en cuenta la corresponsabilidad de las familias en estos esquemas.
Pero la materialización de estos objetivos requiere de un proceso de articulación y coordinación de las instituciones de gobierno, sociedad civil, academia y familias, en todos los ámbitos de desarrollo de la primera infancia a la adolescencia. Esfuerzo que también demandará una construcción institucional especializada que armonice las políticas públicas y consolide esquemas de ejecución intersectorial, de seguimiento y procedimientos periódicos de rendición pública de cuentas, y con la claridad de que los Niños, Niñas y Adolescentes deben estar siempre en el centro de todas las acciones.
Sólo así se empezará a saldar esa histórica e inocultable deuda con la infancia.