El Festival, tal y como lo vivimos hoy, corresponde a su octava versión, y muestra el músculo de una ciudad que sabe que el amor a los niños, el deporte y la educación, son pilares de civilidad y democracia.
Hoy finaliza uno de los eventos más bellos de ciudad (de departamento y de país, diría yo), de los tantos que tendremos durante este año 2020. Se trata del Festival de Festivales, un evento polideportivo infantil, que convoca a miles de niños deportistas, organizado por la Corporación Deportiva Los Paisitas.
No sé si ocurre en otra ciudad del mundo; lo cierto es que Medellín florece desde enero, con este encuentro deportivo. A mí me parece un evento maravilloso por la historia que ya acumula, las figuras del deporte (en especial del futbol), que le ha entregado a Colombia y al mundo; por su dimensión nacional e internacional (este año se tiene la participación de México y Estados Unidos), la organización impecable, las dimensiones de la logística que implica, la participación de niños deportistas, de familias enteras que llegan tras las ilusiones de los niños, el componente educativo que se percibe en todos los escenarios (Deporte con sentido social, ¡Juego limpio por favor!, Deporte+Cultura+confianza, La confianza se juega en equipo, etc.), a más de la oportunidad soñada y visible en el corazón, los ojos y los músculos de 5.820 niños de entre 9 y 14 años, que llegaron a nuestra ciudad para la fiesta deportiva, desde el 4, hasta hoy sábado 18 de enero.
El asunto cobra mucho más valor, si consideramos que la Corporación Deportiva Los Paisitas inició este hermoso evento hace 36 años ya, en 1984, con el denominado Festival Babyfútbol, cuna de excelsos deportistas como James Rodríguez, Juan Fernando Quintero, Sebastián Pérez, Radamel Falcao García, Jackson Martínez, David Ospina, entre muchos otros, y ahora permite la participación de 15 disciplinas deportivas, más.
El Festival, tal y como lo vivimos hoy, corresponde a su octava versión y muestra el músculo de una ciudad que sabe que el amor a los niños, el deporte y la educación, son pilares de civilidad y democracia. Independiente de los finalistas, de los galardonados, de los resultados económicos, de la optimización de los espacios de nuestra bella Unidad Deportiva Atanasio Girardot, el balance es inmejorable si consideramos la alegría de 6 mil niños, sus 18 mil acompañantes, los miles de aficionados que se maravillaron con las virtudes deportivas demostradas (entre los cuales me cuento), y la imagen que queda de una Medellín incluyente, cálida y deportiva.
Al concluir esta versión del Festival de Festivales, sólo queda agradecer a las autoridades municipales y departamentales, a la Corporación Los Paisitas en cabeza del señor Armando Pérez Hoyos, su Presidente; a los 250 colegas periodistas que se acreditaron para cubrir el Festival a través de medios como radio, prensa, televisión e Internet; a Telemedellín, a Teleantioquia, a Colanta como patrocinador, a más de las 500 personas, entre personal operativo y administrativo de la Corporación y las ligas deportivas que hicieron posible esta fiesta del deporte, la fraternidad, la educación y la cultura, que habla muy bien de Medellín ante Colombia y el mundo.