Hasta este viernes se realizará en el Centro Cultural Moravia el primer Encuentro Iberoamericano de Centros Culturales, espacio en el que se abordaron temáticas como las comunidades activas, las economías colaborativas y lo popular y contemporáneo.
Con el objetivo de Intercambiar conocimiento sobre experiencias territoriales, creación de proyectos, metodologías y procesos, el Centro Cultural Moravia realizó el primer Encuentro Iberoamericano de Centros Culturales en el que participaron gestores de distintas partes de Suramérica como Brasil, Argentina, Venezuela y Bolivia.
El encuentro le propuso a los participantes, entre expertos y público en general, compartir experiencias y construir relaciones de sentido colectivamente de acuerdo a tres líneas temáticas específicas que buscan hacer partícipe a la comunidad, lograr economías colaborativas y encontrar objetividad y enfoque a las acciones contemporáneas o populares.
La directora del Centro Cultural, Ana María Restrepo, precisó que como gestores hay una responsabilidad de estar en permanente conexión ya que cada minuto se aprenden distintas formas de pensar en la comunidad.
“El objetivo principal es intercambiar experiencias, aprender de otros, conectar con otros y ver esos modos distintos de hacer las cosas que pueden servir de alguna manera como herramientas para la gestión cultural en cada sede”, comentó Restrepo.
El que sean distintos centros unidos con un mismo objetivo incentiva a los gestores a enriquecerse e intercambiar modos culturales y perspectivas para continuar con la construcción de un modelo y metodología de gestión propia.
Un encuentro nacional e internacional en el que proyectos culturales tuvieron la oportunidad de plantearse, darse a conocer y por supuesto replantearse en sus formas tomando los concejos, prácticas y realidades de otros.
“Para los invitados creo que es interesante que los hubieran invitado a un encuentro, que no es un congreso ni un seminario, sino precisamente un espacio de diálogo amigable para encontrarnos en la diferencia pero también en esos factores comunes con los que contamos”, explicó la directora del Centro.
Velia Vidal, directora de la Corporación Educativa y Cultural Motete en Quibdó, dijo que tanto para su proyecto que apenas lleva un año de gestión como para los que cumplen 20 años de labor estos espacios son relevantes debido a lo inspirador de los trabajos de cada centro cultural.
“Estamos felices de estar acá, para nosotros es muy inspirador ver que otros centros tienen modelos de gestión similares a los nuestros y que han logrado superar grandes dificultades Estamos haciendo además unas relaciones muy significativas, porque nos hemos dado cuenta que la gran clave de todo esto es la colaboración, el trabajo en equipo, el poder aprender de los otros”, comentó Vidal, quien resaltó la labor de resignificación de la Corporación Cultural El Martadero, de Cochabamba, Bolivia, que fue construido sobre el matadero municipal.
“Empezó como un proyecto pequeño impulsado por un grupo de jóvenes artistas. Hoy, es uno de los espacios más importantes y sede de varias actividades culturales nacionales e internacionales. Además, cambió el aspecto del barrio, el concepto que había sobre él”, comentó sobre el proyecto que ha sido para ella uno de los más inspiradores del encuentro gracias a la labor de su director Fernando García.
El cómo trabajan los gestores internacionales es una duda recurrente para las sedes nacionales, las cuales pretenden enfocarse principalmente en la participación activa de la comunidad más que la de las instituciones públicas o privadas.
Pese a esto, su modelo de gestión es casi idéntico, así lo aseguró Ana María Restrepo: “Las diferencias están a la vuelta de la esquina. La cultura y el arte son una cosa tan amplia y maravillosamente extraña que nos permite vernos de formas distintas y vivirlo de maneras distintas, entonces si piensas en un proyecto o espacio incluso al interior de la ciudad o el departamento desde la gestión y la posibilidad de mantener el proyecto es diferente, sin embargo encontramos similitudes con proyectos que incluso están fuera”.
Añadió que muchos se mantienen por recursos públicos y otros por gestiones independientes, pero que todos contarán con un factor en común que será la sociedad y la labor cultural con ella para que tenga realidades distintas.
Por su parte, Vidal indicó: “Nosotros lo que debemos aprender es en el tema de sistematización, gestión del conocimiento y creo que ellos ahí nos han dado lecciones importantes y referentes”.
“Hay modos distintos de hacerlo desde la gestión, pero el pensamiento, los temas y reflexiones que se hacen a través de la vida ciudadana y acciones culturales serán iguales”, finalizó Restrepo.
Desde hace 9 años el Centro Cultural Moravia funciona con el objetivo de mostrar una nueva realidad a la población vulnerable del sector y en general a la Comuna 4 de Medellín.
Así lo explicó Juan Esteban García, vocero cultural del centro, quien precisó que a pesar de que la sede es una unión de gestión pública y privada la idea principal es el trabajo con las comunidades.
“La misma comunidad pidió y se soñó un lugar así, el ver contenidos culturales y artísticos en un solo espacio y en eso se ha convertido el Centro que hoy es la casa de todos”, expresó.
Indicó que entre las ofertas culturales de la sede se encuentran más de 50 talleres semestrales de música, teatro, artes plásticas y talleres para niños, entre otros más, a parte de la extensa programación mensual como conciertos, encuentros y recorridos.
“Tenemos muchos cursos de formación artística y ya la comunidad tiene muy presente de que acá pueden encontrar espacios como la talla en madera, arte en cuero, pintura, danza, capoeira, danza afro, percusión e infinidad de cursos precisamente para llegar a toda clase de público” aseveró García.
Toda la programación y ofertas del centro se pueden encontrar en la página: Centro Cultural Moravia