Los escritos, igual que los momentos de duelo, deben ser solo un corto silencio. La noticia de la muerte de un gigante de la moda deja profundo sentir en el mundo de las pasarelas y el diseño. Karl Lagerfeld ha muerto.
EL KAISER
Nació un 10 de septiembre de 1933 en Hamburgo, Alemania, su padre pertenecía a una familia de banqueros de Suecia y su madre era una intelectual alemana. A los 14 años emigró a París y a los 22 años fue premiado con un puesto de trabajo en la casa de moda Pierre Balmain, en 1958 llegó al taller de Jean Patou, que era la casa de moda más antigua de París y en 1963 empezó a trabajar por su cuenta haciendo diseños para todo el mundo. Es en 1983 cuando llega a la casa Chanel en donde supo desarrollar todo su potencial de diseñador, fotógrafo, artista, ilustrador y sobre todo costurero. Hasta el día de hoy.
EL HOMBRE DE BLANCO Y NEGRO
Rodeado de misterio. Siempre vistió de negro con camisa blanca de cuello alto almidonado cosa que lo caracterizaba. Lentes oscuros, guantes, botas, su pelo blanco. Fiel amante de la fotografía, él mismo diseñaba sus campañas publicitarias; sus libros hacen parte de una biblioteca privada muy importante, sus revistas, sus perfumes y su pasión por la música clásica, sabía leer, escribir y hablar en alemán, francés e inglés.
Creativo, de buen humor, generoso, buen amigo…trabajó hasta el último momento al frente de una de las casas de costura más poderosas del mundo. Supervisaba hasta el último detalle. Le temía a la inactividad. En su último desfile en París no salió a saludar como de costumbre, ya se rumoraba que su salud no estaba bien.
“Vivo mis memorias, no tengo necesidad de escribirlas”.