Definitivamente la Ignorancia es la madre de la capacidad de molestar a los demás. Creo su país es de esos que siguen practicando cierta intervención quirúrgica que anula el placer de la mujer.
Últimamente me he enterado de que si en los artículos de EL MUNDO (y antes en los de EL MERIDIANO de la TV, y antes en los de EL DIARIO de Medellín) criticaban y critican, corregían y corrigen. Bueno, ¡que sea para bien de todos!
Y cada día es y será más probable y frecuente, aunque no haya razones para ello, pues parece que todo el mundo puede meter la mano, y claro también la pata, en las pailas de todo el mundo, y así sucede.
¡Ah por suerte todos podemos hacer lo mismo! Pero ¡Agh! Y el pseudo-amante esperado, esperando, y uno perdiendo el tiempo pegado al aparatico (del computador).
Con razón que hay tanto divorcio y separación. Mejor les va a los que de una vez se casan con su muñeco/a electrónico/a.
Tomemos por ejemplo un temita que apareció una noche por la tele: El presidente de Uganda dando órdenes.
Quién sabe con qué parte de su cuerpo hablará el presidente del país africano. (Mirar mapa de África).
Pues el primitivo dirigente opina que la Boca es sólo para comer.
Y está condenando y también se está perdiendo de unos jueguitos que él ignora si los intentarían su Adán y su Eva, que algo se demoraron en producir sus tres hijos. ¡Y eso que tenían, por mencionar alguno, el ejemplo de la jirafa con su largo cuello, ah y él de la culebra, y bueno, varios más!
El presidente ugandés cree que esos “juegos” son sólo de homosexuales (palabra creada en el siglo XIX). Y se ve que, claro, él no estuvo en Judea, ni en Grecia ni en Roma; ni tampoco ahora en ningún almacén de jueguitos de Eros, dios del amor. Definitivamente la Ignorancia es la madre de la capacidad de molestar a los demás. Creo su país es de esos que siguen practicando cierta intervención quirúrgica que anula el placer de la mujer.
Mi padre me enseñó a leer a los 3 años. Cuando un dólar americano valía 80 centavos colombianos, y los colombianos viajábamos a Francia a aprender francés. Luego me pusieron una institutriz que me enseñó hasta lo que ella no sabía, porque yo se lo preguntaba
Igual pasó con mi hijo. O a lo mejor todos los hijos a los que los padres no les cierran la boca. -Mamá ¿quién vio a Dios hacer el Mundo? - ¿Quién inventó el primer libro, qué letras usó?
Así fue como a los 16 años este hijo se fue para Israel a ver si podía averiguar alguna de esas cosas. Sus libros al respecto están en www.jorgeholguin.com
¿Quiénes fueron los primeros que inventaron hablar? Fueron gritos o tam tam de los tambores. O sería que alguna Eva le dijo a algún Adán:
-Y ¿usted de donde salió hombre? Yo estaba aquí primero, no ve que soy la dueña y vea la huertica que tengo y el jardín y la arboleda, y ya hablé con la señora Culebra, esa que me dijo que si no comíamos del fruto prohibido era que éramos bobos. Y que depende que comamos de ese fruto dizque prohibido (¿entonces por qué está allí?) para que nos pongamos a divertirnos como ¡la gorila y el gorilo!
La inocencia es la madre de la estupidez. Ojalá cada día nos preguntáramos: “¿Qué aprendí hoy?” Y lo anotáramos en nuestra libretica. Por qué si no, ¿qué es lo que venimos a apuntar allí? -Pagar empleado. -Ir al Banco. -Pagar servicios. -Ir peluquería. – Llamar lavandería. - ¡Observar vecinos! -Matar bichos.
O será que escribimos: - “¿Dónde está el amor?” Esa era una pregunta que nos hacíamos en mis tiempos de juventud. No sé si alguien se la hace ahora. Pero la verdad, no sé dónde está. -Solo veo odio, desprecio, indiferencia, ignorancia. A veces sólo ganas de algún posible dinero, sin siquiera saber qué es éste, y que es más lo que éste quita, que lo que da. Si se “enamoran” de ti por plata, el día que la pierdes te dejan, y a lo mejor o a lo peor, se van detrás del ladrón o la ladrona.
Por suerte tú te quedas contigo y no te fallas, te quieres, alzas la cabeza, sonríes, eres dueño, dueña, de ti mismo, de ti misma. ¡Un dios! ¡Una diosa! Estos no requieren pareja ni quien los atienda.