El Mandatario destacó el trabajo de los organismos de desastres, elogió la reacción de su Gobierno ante el desastre y aplaudió la mejoría de Houston, a pesar de que continúa anegada por las inundaciones.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, visitó este sábado en Houston (Texas), una ciudad todavía anegada, a damnificados por el devastador huracán Harvey y elogió cómo ha respondido su Gobierno y las autoridades locales al desastre, que provocó las mayores inundaciones en la historia del país.
"Realmente creo que la gente aprecia lo que se ha hecho. Todo ha sido llevado a cabo de manera muy eficiente, muy bien, y eso es lo que queremos", comentó Trump a los periodistas durante su visita en Houston a un centro que acoge a víctimas de Harvey, muchas de las cuales lo han perdido todo.
Al ser preguntado sobre qué le dijeron familias con niños con las que dialogó brevemente en el centro, Trump explicó que "estaban contentos" y que pudo ver "mucha felicidad" y "mucho amor", porque la respuesta al desastre ha sido "algo maravilloso".
El Mandatario pasó un rato con los menores refugiados en el centro, repartió saludos y abrazos, y se le vio coger en brazos a una niña afroamericana que se había acercado a él.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, asesores, varios miembros de su gabinete y autoridades locales como el gobernador de Texas, Greg Abbott, el presidente también ayudó a repartir comida a los damnificados por el ciclón.
Houston continúa anegada una semana después del impacto de Harvey, cuyas inundaciones, las mayores en la historia de Estados Unidos, dejaron más de 30.000 evacuados y casi 50 muertos, además de una inmensa devastación en la costa del estado de Texas.
Tras su visita a Texas, la segunda en menos de una semana, Trump se desplazará también al vecino estado de Luisiana, donde Harvey, ya más debilitado, también ha dejado copiosas lluvias, inundaciones y destrucción.
En su primer viaje a Texas, el pasado martes, Trump fue criticado por ensalzar el tamaño de la multitud que se congregó para verlo y saludarlo en lugar de hablar de las víctimas del huracán y expresar la empatía y compasión que suelen marcar este tipo de visitas presidenciales a zonas devastadas.
Este sábado, Trump se mostró cercano, optimista por la marcha de las labores de recuperación y, sobre todo, centrado en los damnificados.
"Nos veremos pronto. ¡Estados Unidos está con ustedes!", dijo a los afectados por Harvey en un mensaje en su cuenta de Twitter antes de salir de Washington.
Además, el Mandatario dedicó su mensaje semanal a las víctimas del huracán, a quienes reiteró el apoyo del Gobierno en el largo proceso de recuperación: "Estamos con ustedes en cada paso del camino. Les ayudaremos a recuperarse. Les ayudaremos a reconstruir. Les apoyaremos hoy, mañana y siempre".
Por su parte, la primera dama lució una gorra con el nombre de Texas en su visita al centro de acogida de Houston.
Trump y su esposa visitaron también una iglesia de Pearland, un suburbio de Houston, y allí el Mandatario destacó la labor que están realizando las autoridades de Texas, en particular el gobernador Abbott, y de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema, en inglés).
"El agua está desapareciendo (...) Tenemos a mucha gente trabajando duro", exclamó Trump ante cientos de voluntarios que están colaborando en las tareas de recuperación.
El Gobierno pidió al Congreso la aprobación de 7.850 millones de dólares para los damnificados de las inundaciones provocadas por Harvey.
El Congreso volverá al trabajo el próximo martes, tras el receso de agosto, y los líderes de ambas cámaras se han comprometido a estudiar de inmediato la propuesta presupuestaria de Trump para los afectados por el huracán.
Además, según un comunicado de la Casa Blanca, el Presidente modificó la declaración de desastre en Texas emitida el 25 de agosto para autorizar un aumento de los fondos federales disponibles para la remoción de escombros y otras tareas de reconstrucción.
Harvey, que alcanzó la categoría 4 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson de un máximo de 5, ha sido el segundo huracán de la temporada de ciclones en el Atlántico.
Ahora Irma se mantenía este sábado como un "poderoso" ciclón mientras avanza sobre el Atlántico con rumbo al Caribe, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE. UU.