La vida da vueltas y tiene puntos de encuentro. Tres mujeres jóvenes, profesionales, que un día escogieron por rutas distintas del destino el arte de hacer algo en la cocina. Ellas son nuestras protagonistas. Tres triunfadoras que hoy día la situación de confinamiento las tiene con el corazón en la mano.
Mundo Cocina sigue en su búsqueda de ir y acompañar a jóvenes mujeres emprendedoras, activas, tesas, sinceras, laboriosas, que aun con estudios de licenciatura, viajadas, formadoras de familia, un día el destino las sacó de su rutina y las puso al frente del arte de la cocina. Porque para Mundo Cocina, cualquier labor que se haga dentro de ese recinto de aromas, mezclas, revueltos, cocidos y asados es un arte. Es darle el mejor regalo al paladar, el sabor de los recuerdos.
-MARTIKA C. AGUDELO: Una mujer con dos carreras, diseñadora de interiores y auxiliar de enfermería, pero hoy en día es el alma y cocinera de “Tika Dogs Gourmet”, un negocio que nació como dice ella en sus palabras “de mí y por mi” porque fue después de sufrir un gran despecho laboral y es lo mejor que le ha ocurrido en la vida. Lo dicho… después de una negra noche un sol brillante.
Ella se dio cuenta que en Medellín no existía nada de cocina con el tema “perros gourmet”. Ya tiene cuatro años en el mercado y está ubicada en el barrio Provenza. Para ella su mayor ganancia, su gran utilidad es verles la sonrisa a los jóvenes y a su clientela cuando van a su negocio. Sus perros tienen el nombre de países que ella ha visitado y de los que le ha quedado el recuerdo de un ingrediente, es así que sus nombres son: República Checa, con carnes maduradas; Nueva York, con carne de costilla y así los de Budapest, Cancún, Londres, Griego, son doce países. Se elaboran con pan orégano, parmesano y una salchicha tipo alemán que compran especialmente. Todo es de excelente calidad.
Pero ahora… les ha tocado elaborar en casa y estar en el sistema de domicilios, nada fácil, porque antes en su local de cuatro mesitas primorosas la atención era personal y ahora les ha tocado invertir más, está trabajando con su esposo y su hijo, les toca pagar arriendo con el local serrado. Es un despecho laboral.
-DORA MARIA VELEZ SALAZAR: Es el alma, vida, esfuerzo y recuerdo de lo mejor que le ha ocurrido en su vida: “La Pastizzería”.
Una mujer con carrera en Tecnología en Promoción Social, en el Colegio Mayor de Antioquia y licenciatura en la Universidad de Antioquia. Por los años 90 y pico ella trabajaba en la Clínica Cardiovascular y su esposo Uriel, un ingeniero de alimentos estaba de administrador de la planta arrocera en Soya. Trabajaban duro y todo lo que se ganaban era para pagar en Conavi el apartamento y el carrito. Un día él le dijo: “No mi amor, montemos un negocio” y pensando… pensando, se dieron cuenta que en Medellín no existía ningún “carrito de pizzas”. Para ellos cuando estaban de novios, lo más elegante, el programazo era ir a comer pizza. Y fue así como en el año 94 salían de trabajar y a las cinco de la tarde se instalaban con su carrito en su zona en la Motta, primero empezaron con promoción de degustación. A todo el mundo le decían: “venga pruebe que aquí vamos a estar” y fue tal la acogida que al año y medio era un boom en Medellín el carrito de pizzas.
¿Cómo aprendieron? Un día conversando con Crispino y con don Salvatore ellos les dijeron como se hacían las pizzas, que eso era fácil y con su esposo como ingeniero de alimentos fue más fácil. Les tocó renunciar a sus trabajos. Pero… ¡hay bendita! En el año 2011 mataron a Uriel su esposo, por robarle. Fue duro, muy duro. Quedó sola con su hija Paulina. Paulina ya tiene 18 años, es estudiante de diseño en la Colegiatura y es su ángel de compañía. Ella dice que con la muerte de frente uno aprende. Y tiene toda la razón.
¿Y esta situación cómo la vive? Ella nos dice que por donde se le mire nos está restando, que ella misma está haciendo los domicilios, que igual tiene deudas, que le toca pagar arriendo, que adora su personal de 50 empleados que para ella lo más importante son las ciencias humanas, que los escucha, los orienta, los ayuda, que el ejemplo puede más que las reglas. Tiene una filosofía de pensamiento y práctica: “Serenidad, inteligencia y fuerza. Que esto que estamos viviendo no fue generado por ella, que esto sorprendió a todo el planeta y que por eso le dice a Dios: estoy en tus manos”. ¡Admirable mujer!
-LUISA ARIZMENY: Es ingeniera de diseño con un master en POP, estudió inglés en Londres y luego se fue a Italia donde conoció a su esposo Lorenzo Luciano que es italiano. Después de seis años él quería tener su propio negocio, se vinieron y hace cinco años tienen “Arte Dolce” una producción de helados artesanales, no utilizan conservantes, ni colorantes. Todo lo hacen con frutas, chocolate, pistachos. Además de los helados que ellos saben que es un antojo, tienen galletas, tartaletas, cheesecake, que todo es muy fresco.
¿Y ahora? Ella nos dice que están en la supervivencia, que con su negocio de repostería y helados están en domicilios para que su grupo de trabajo no se quede en el aire. Ellos creían que esto era cuestión de dos meses pero que parece que no y que si a esto no se le meten cien mil voladores no van a salir adelante, que ya se han gastado mucho, que el cobro de domicilios es caro. Pero que hay que seguir adelante.
-Tres mujeres maravillosas dentro del arte de la cocina, tres mujeres con familias a su lado, trabajando duro teniendo que hacer las más ricas pizzas, los más diferentes y sabrosos perros y los exquisitos helados de receta italiana. Y las tres con una incertidumbre, sin apoyos, solo con la fe de un mañana sin virus.