En una primera fase, la embajada estadounidense estará ubicada en un edificio ya existente y operativo, la Sección de Visados del Consulado General de EE. UU. en Jerusalén, que ha sufrido algunas modificaciones para adaptarlo y hacer sitio a las oficinas del embajador, David Friedman, y parte de su personal.
Agentes de la Policía israelí y de los servicios de seguridad estadounidenses revisaron el terreno de la futura embajada de EE. UU. en Jerusalén, para cuyo traslado desde Tel Aviv, el próximo 14 de mayo, se están ultimando los preparativos.
"Todavía se están preparando algunas cosas, se está acabando la construcción, pero se está trabajando muy rápido y todo estará listo para el próximo día 14", dijo ala agencia de noticias EFE una fuente diplomática que pidió no ser identificada, mientras un portavoz policial confirmó el encuentro de seguridad entre ambas partes para garantizar que todo transcurra sin incidentes.
Ya se han fabricado las señales de carretera, cambiado el rótulo "Consulado de EE. UU." por el de "Embajada de EE. UU.", y se ha construido una carretera de acceso para las instalaciones de la legación.
Sin embargo, por una cuestión de espacio, buena parte del personal y de los servicios operativos se mantendrán en Tel Aviv. Además, la nueva embajada estará situada en el barrio de Arnona, en Jerusalén Oeste, en un edificio levantado en 2010.
Parte del terreno era, tras la guerra de 1948 y hasta la de los Seis Días, de 1967, una "tierra de nadie" desmilitarizada. Sin embargo, según confirmó a EFE un funcionario del Departamento de Estado, "ninguna parte estuvo bajo control jordano", negando así que el edificio esté parcialmente en Jerusalén Este, ocupada por Israel en la guerra de 1967 tras arrebatársela a Jordania.
El Consulado General de Jerusalén tiene otro edificio en la calle Agrón, en el centro de la zona occidental de la ciudad, que seguirá actuando como legación independiente y representante ante los palestinos, mientras que la Embajada será la representación ante Israel.
En los próximos entre ocho y doce meses se construirá un nuevo anexo para ampliar el espacio de la embajada y, en paralelo, se iniciará la búsqueda y construcción de un nuevo edificio separado, que se espera esté listo dentro de siete o diez años.
La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén ha sido muy polémica, rechazada por la Unión Europea, los países árabes y otros estados porque supone romper el consenso internacional de no reconocer la ciudad como capital ni palestina ni israelí hasta que haya un acuerdo de paz entre las partes que determine su futuro.