Luego de que Corantioquia ordenara el 5 de junio de 2003 la clausura del vertedero, se cubrieron 8,5 millones de toneladas de basura acumuladas por 19 años en el lugar.
Los monitoreos de estabilidad de la masa de residuos y de las chimeneas de evacuación de gases en la Curva de Rodas, que funcionaba hace catorce años como relleno sanitario, continúan en la etapa de postclausura.
Así lo aseguró Santiago González Echeverry, jefe de Área de Disposición Final de Emvarias, quien precisó que hasta la fecha no se ha estipulado un uso final del terreno de 73 hectáreas ubicadas entre los municipios de Bello y Copacabana.
El relleno, que inició como proyecto en el Valle de Aburrá en 1984, fue la solución al problema de disposición final de más de 22 municipios durante casi 20 años y fue cerrado en el 2003 cuando se hizo la transición al relleno sanitario La Pradera.
Por día se depositaban en el lugar 2.500 toneladas de residuos sólidos provenientes de varios municipios del oriente antioqueño y algunos del suroeste.
“Actualmente estamos en el mantenimiento de las zonas verdes, lo que tenemos en el lugar es una brigada de diez personas que se encargan de mantener el sector despejado de maleza, limpieza de cunetas y mantenimiento de canales de aguas lluvias con el objetivo básico de preservar la zona para que no se convierta en un sector de riesgo por presencia de personas o animales peligrosos como serpientes”, explicó González.
En la zona, que por ahora es de uso ambiental, se hacen análisis de estabilidad con piezómetros que se encargan de medir la presión interna de poros en los residuos, que durante los 19 años de utilización alcanzaron los 8,5 millones de toneladas de basura.
“El análisis ha arrojado que la zona está estable porque ya los residuos sólidos con quince años de disposición se descomponen y se asientan bastante, lo que deja como resultado una zona segura y sin ningún tipo de olores”, comentó el funcionario de Emvarias.
Tras la clausura las basuras fueron cubiertas por cinco metros de tierra y geomembranas. El abono que resultó del tratamiento del material orgánico, sirvió en algunas zonas para revegetalizar. El pasto creció de semillas del mismo entorno, que todavía es boscoso.
De acuerdo con González debido a que la Curva de Rodas es un terreno antrópico (creado por el hombre) presenta diferentes características en las que se tendría que hacer intervención o mejoramiento para cualquier tipo de construcción.
“Lo que se suele hacer en los sitios de clausura son parques para la comunidad o proyectos que no tienen una carga importante de edificaciones, un ejemplo de ello es el Parque de los Sueños en la ciudad de Armenia”, añadió el funcionario, quien resaltó que de ninguna manera se podrían construir viviendas en el terreno.
Puntualizó que hasta la fecha, y pese a que el terreno ya esté apto para este tipo de construcción y hay varios proyectos contemplados, no se tiene definición concreta de qué pasará en la zona y esperan un informe de Corantioquia tras una visita que hicieron en 2017 que le pueda dar vía libre a alguna idea adaptable a las condiciones.
“Aspiramos a que este 2018 tengamos el informe de Corantioquia y dependiendo de eso podremos sacar conclusiones y mirar de qué manera aprovecharemos el terreno o si definitivamente no se hace nada y el espacio queda como zona verde”, concluyó.