En cumplimiento del Acuerdo de Solución Amistosa suscrito ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Estado colombiano reconoció este miércoles su responsabilidad ante la masacre ocurrida en Belén Altavista hace 21 años.
Después de dos décadas de impunidad, el Estado colombiano pidió perdón por no poder garantizar el derecho a la vida de 16 jóvenes que fueron asesinados el 29 de junio de 1996, en la terminal de buses de Belén Altavista, a manos de grupos armados al margen de la ley.
En un acto celebrado este miércoles en el Museo Casa de la Memoria, y dentro de las medidas de reparación acordadas, se hizo entrega de una carta de disculpas a cada grupo familiar, develando además una placa conmemorativa que será instalada en este barrio de la comuna 16 de Medellín.
De igual manera, se determinó que la Fiscalía General de la Nación, a partir de la documentación procesal disponible, se comprometa avanzar en medidas de justicia.
En este punto, cabe mencionar que por estos hechos, los cuales el Estado tampoco ha podido esclarecer las circunstancias que los rodearon, el pasado 17 de marzo de 2017 se suscribió un acuerdo de solución amistosa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Según Paula Gaviria, consejera Presidencial para los Derechos Humanos y quien presidió el acto de reconocimiento, “esta es una de las acciones con la cual queremos aportar al proceso de reparación integral a las víctimas y familiares de este caso, dignificar la memoria de estos jóvenes y hacer un llamando a toda la sociedad para que hechos como estos no vuelvan a repetirse”.
Finalmente, la funcionaria destacó que este momento histórico por el que pasa Colombia exige que toda la sociedad se una en un sólo objetivo: “alcanzar la paz y lograr la reconciliación como Nación”.
“Además, refuerza nuestro compromiso como Estado de adoptar todas las acciones necesarias para garantizar los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas”, concluyó Gaviria.