Mientras la administración de Trump defiende el porte de armas como medida de seguridad, contradictores dicen que el fácil acceso al armamento aumenta el homicidio.
El tiroteo perpetrado en Texas el pasado domingo abrió el debate acerca de la política de porte de armas vigente en Estados Unidos, la cual ha sido defendida en diferentes ocasiones por el presidente Donald Trump y criticada en sectores sociales y miembros del Partido Demócrata.
Sobre el ataque, que se dio en una iglesia y que dejó a 26 personas muertas, el mandatario estadounidense rechazó que se reabra la discusión y aseguró que con más restricciones, las víctimas podrían ser muchas más.
"Si ese hombre no hubiera tenido un arma y le hubiera disparado al responsable del acto, las víctimas podrían haber sido cientos. El estado con más controles de armas es Chicago y es un desastre", aseguró Trump sobre el hombre que detuvo al atacante disparándole.
Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, más de 33.000 personas mueren anualmente por ataques con armas, es decir, hay 90 víctimas al día.
“El hecho de que estamos viendo un aumento fuerte en las muertes relacionadas con armas de fuego, después de un largo periodo de estabilidad, es preocupante”, declaró Bob Anderson, jefe de división de estadísticas de mortalidad de la CDC.
Pese a que hay un control de armas en Estados Unidos en casos de problemas legales y conductas peligrosas, la Fuerza Aérea de Estados Unidos admitió que no envió el expediente del atacante de Texas al FBI, en el cual constaba que tenía problemas legales por violencia doméstica y que había recibido la baja deshonrosa del Ejército.
Algunos sectores de compañías del comercio de armas y facciones políticas defienden el porte de armas, remontándose a la Segunda Enmienda de la Constitución Estadounidense, la cual fija que el pueblo tiene derecho a portar un arma.
Por otro lado, El Partido Demócrata declaró que insistirá en la aprobación de una ley que restrinja la tenencia por parte de civiles.
Hillary Clinton también se pronunció a través de Twitter: “Nuestra pena no es suficiente. Podemos y debemos dejar la política de lado, enfrentar a la NRA (Asociación Nacional del Rifle) y trabajar juntos para intentar que esto no vuelva a ocurrir”.