El icónico escenario de las artes en Bucaramanga, el Teatro Santander, abrió de nuevo sus puertas el pasado viernes 26 de abril. Con un aforo para 1.100 personas, es un espacio para las diferentes expresiones artísticas que la Ciudad Bonita clamaba como aporte al desarrollo integral de los bumangueses.

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El Teatro Santander, de estilo republicano, fue construido en la primera década del siglo XX (1928-1932), por el arquitecto francés George Carpentier y remodelado en 1948 por el arquitecto austriaco Federico Blodeck Ficher.

El teatro abrió sus puertas por primera vez el 20 de febrero de 1932. Cuentan los historiadores de la región que la vocación del teatro se volcó hacia el cine, cuando fue adquirido por Cine Colombia en 1948, pero debido su gran aforo no era rentable. En el año 2001 cierra sus puertas, incluso, dicen los relatos que se pensaba en demolerlo, lo cual hubiese sido un gran error, por la importancia arquitectónica y la memoria cultural de la ciudad, como pasó en Medellín con muchas edificaciones referentes que han ido desapareciendo, quedando solo en la memoria fotográfica.

En el 2005, Cine Colombia le dona el teatro a la Universidad de los Andes, en el 2007, la Alcaldía de Bucaramanga decreta que el escenario es de interés cultural para la ciudad, protegiéndolo de potencial demolición. Para el año 2008, la municipalidad adquiere el teatro con la finalidad de rescatarlo, en el año 2009, el arquitecto Álvaro Tobón Hincapié hace los diseños para la remodelación del teatro.

Gracias al concurso público privado, la Fundación Teatro Santander, integrada por la Alcaldía de Bucaramanga, empresas privadas y universidades de la región, y una inversión cercana a los $41.700 millones para la remodelación y adecuación con tecnología de punta, ponen al Teatro Santander entre los mejores del país, y Latinoamérica; con él, el sueño de los bumangueses de tener un espacio adecuado para la cultura se ha hizo realidad. El arquitecto Antonio José Díaz, en El Tiempo dijo acerca de las características del Teatro Santander: “En el ingreso se dejaron los arcos (antiguos palcos) como un símbolo de la vejez del teatro, el aire acondicionado cuenta con un equipo alemán que no produce ruido y sale de abajo hacia arriba, la acústica, los modernos aparatos de sonido de los que solo hay dos en Latinoamérica, los dos pianos comprados en New York, la concha acústica en el escenario de la que solo hay dos en Colombia (Bogotá y Medellín), 55 telones, la plataforma móvil de 16 metros de largo que puede bajar y subir desde una fosa a toda la orquesta, lámparas italianas y el Telón de Boca, pintado por la famosa artista Beatriz González, quien plasmó allí el cañón del Chicamocha”

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El diario local, Vanguardia, realizó una nota especial con la profesora Carmen Mantilla de Camacho, como dice ella, “Dios me dio el honor de estar en primera fila en los dos grandes acontecimientos de este mítico escenario.” (1932 y 2019). Quienes tenemos el placer de conocer a Carmencita, como le dicen afectuosamente sus allegados, damos fe que a sus 102 años mantiene la lucidez de una quinceañera.

El Teatro Santander no solo será el eje de la cultura regional, sino nacional e internacional, a su vez, un referente dinamizador del también tradicional Parque Centenario.