Familiares de la líder detallaron que por complicaciones de salud estuvo entrando y saliendo con frecuencia del hospital, finalmente perdió la batalla contra la enfermedad a sus 81 años.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, miembros del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (CNA) y de la sociedad civil lamentaron este lunes la muerte de la "madre de la nación", la activista y política Winnie Mandela, segunda esposa del fallecido presidente Nelson Mandela.
"En medio de la represión, ella fue la voz de la rebeldía y la resistencia. Frente a la explotación, ella fue una campeona de la justicia y la igualdad", expresó Ramaphosa en un comunicado difundido este lunes en el que muestra su pesar por la pérdida de la política.
"Mamá Winnie es un símbolo duradero del deseo de la gente de ser libre", recordó el presidente.
Su fallecimiento, que se produjo en un hospital de Johannesburgo a la edad de 81 años, había sido confirmado horas antes por el portavoz de la familia.
Madikizela-Mandela padecía diabetes y el pasado enero fue ingresada por una infección renal y desde entonces, según la familia, estuvo entrando y saliendo del hospital a causa de "una larga enfermedad" que acabó este día con su vida.
Su partido, el CNA -gobernante en Sudáfrica desde el inicio de la democracia, en 1994- también la recordó como "mujer amada y venerada, cuyo nombre se inscribe para siempre en la historia del país por haber desempeñado un papel fundador" en Sudáfrica.
"El suyo fue un espíritu extraordinario que no podía ser doblegado bajo ninguna adversidad", expresó en nombre del CNA el secretario general del partido, Ace Magashule, en una declaración en televisión.
Madikizela-Mandela ha sido una figura de referencia dentro del CNA, especialmente entre las mujeres que formaron parte del movimiento del liberación.
La Liga de Mujeres del CNA, de la que fue líder, la recordó como "la personificación de la lucha contra la desigualdad, el desempleo y la pobreza" y una "figura esperanzadora de la lucha" contra el sistema patriarcal.
También al arzobispo y Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu lamentó la muerte de la activista y recordó que "se negó a ser doblegada" por el encarcelamiento de su marido, por el acoso de las fuerzas de seguridad a su familia e incluso sus propias detenciones.
En un comunicado recogido por los medios locales, Tutu apuntó incluso que fue una inspiración para él y para toda una generación de activistas.
Winnie y Nelson Mandela se casaron en 1957 y tuvieron dos hijas, antes de separarse en 1992, dos años después de la salida de Madiba de la cárcel -tras 27 años preso- y dos años antes de que él se convirtiera en el primer presidente negro de Sudáfrica.
La Fundación Nelson Mandela recordó en esta fecha el papel crucial que jugó en la vida de su exmarido: "La lucha nunca habría sido lo que llegó a ser sin el incansable entusiasmo y pasión de Mamá Winnie, tanto por el país como por su gente".
En 1994, tras las primeras elecciones democráticas, Madikizela-Mandela fue nombrada diputada y viceministra de Arte y Cultura.
Había sido diputada desde entonces, a pesar de las pocas apariciones en los últimos años.
Pese a ser una figura icónica de la lucha contra la segregación racial también fue un personaje controvertido en Sudáfrica, especialmente en las últimas décadas, ya que estuvo salpicada por numerosos escándalos.
El más sonado fue el que implicó a sus guardaespaldas, en 1988, en el secuestro y apaleamiento de cuatro jóvenes negros de Soweto, uno de los cuales murió. Por este delito fue condenada a seis años de cárcel, si bien fue puesta en libertad bajo fianza.
También fue acusada de malversación de fondos del CNA, por no declarar donativos que había recaudado, y condenada por fraude.