Se inauguró el primer ciclo expositivo de este 2019 en el Museo de Arte Moderno de Medellín. Está compuesto por Pasado, tiempo, futuro. Arte en Colombia en el siglo XXI y Los sonidos no caen al suelo.
Una recopilación de algunos de los proyectos más ilustrativos de los temas, las metodologías y los vocabularios formales que han sido más sobresalientes del arte colombiano en las primeras dos décadas del siglo veintiuno, eso es Pasado, tiempo, futuro. Arte en Colombia en el siglo XXI, una de las dos nuevas exposiciones en el Museo de Arte Moderno de Medellín, Mamm, y estará en exhibición hasta el próximo 24 de junio.
La otra nueva muestra es la instalación sonora acusmática multicanal de Miguel Isaza, llamada Los sonidos no caen al suelo, que estará en simultánea en el Lab 3.
Para María Mercedes González, directora del museo, se trata de la exhibición de las obras de autores y colectivos cuyas obras son representativas de la producción artística de Colombia en ese periodo.
Es una exposición conformada por 32 proyectos, colectivos e individuales, de autores de diferentes generaciones, con filiaciones identitarias de distinto género y provenientes de diversos lugares de Colombia.
“Invitamos a cinco de los mejores curadores del país para que nos ayudaran a conformar esa lista. Entonces, inicialmente cada uno trajo a la mesa diferentes propuestas y luego revisamos en conjunto y armamos ese listado final”, contó Emiliano Valdés, curador jefe del Mamm.
Como se consignó en el texto curatorial, en la exposición “se reúnen obras y proyectos que marcaron el ámbito artístico colombiano a través de su inclusión en exposiciones o eventos importantes en el país o, por el contrario, que son característicos de la producción de los artistas o que de alguna manera resumen sus intereses, sus búsquedas y sus maneras de trabajar”. Por ello, hay algunos muy conocidos, pero también hay proyectos que quizás pasaron ligeramente desapercibidos tanto por la crítica como por el público general.
Aunque principalmente está compuesta por obras en formato de video, instalaciones y performances, también hacen parte de ellas obras plásticas para su contemplación.
En la foto, imagen de la instalación Escuelita del mal, volumen 3 (2011 - 2019), de Paulo Liconia (Tunja, 1977), quien está ubicado en el centro de la misma.
Además, el curador jefe del Mamm explicó que la finalidad de la muestra fue construir un primer acercamiento en una institución de artes, como lo es este museo, de lo que han sido y ha representado estos primeros veinte años del siglo XXI para el arte local.
Para Pasado, tiempo, futuro. Arte en Colombia en el siglo XXI el Museo de Arte Moderno de Medellín reunió a cinco expertos de las artes del país, Jaime Cerón, curador y crítico de arte, subdirector de las Artes en Idartes; Carolina Chacón, curadora adjunta del Museo de Antioquia desde el 2012; José Roca, director artístico de Flora ars+natura, espacio de creación contemporánea en Bogotá; María Isabel Rueda, curadora y directora artística de diferentes espacios, y Alejandra Sarria, artista visual, comunicadora social de la Universidad Javeriana y curadora en la galería bogotana Espacio Odeón, quienes se propusieron evaluar la plástica colombiana contemporánea de los últimos veinte años.
En la foto, los curadores de Pasado, tiempo, futuro. Arte en Colombia en el siglo XXI. (Izq. a Der) José Roca, Jaime Cerón, Emiliano Valdés, Carolina Chacón, Alejandra Sarria y María Isabel Rueda.
La muestra principalmente “se nutre de las experiencias anteriores y del conocimiento de estos cinco profesionales, solamente nosotros desde el museo nos dedicamos a consolidar las propuestas en sala para diseñar la exposición”, añadió Valdés.
Y aunque muchas exhibiciones se hacen con varios curadores, lo que hay de diferente en este caso es que, de alguna manera, “era como una especie de ‘cadáver exquisito’, en el sentido en que se incluyeron las propuestas de todos más otras que añadimos en conjunto, no se descartaron unas por otras, más bien, se sumaron, con el propósito de hacer un recuento del arte en Colombia en estos veinte años”, precisó el jefe curador.
En Pasado, tiempo, futuro. Arte en Colombia en el siglo XXI no existe un eje temático del arte mismo, lo que hay es una selección ilustrativa que retrata los intereses y las maneras de trabajar de los artistas en estas dos décadas, las mismas se eligieron por ser transversales y características de este periodo.
Al ser una exhibición en su mayoría de obras en formato de video, instalaciones y performances, ¿cómo van a estar distribuidas en el tiempo hasta el 24 de junio que va a estar abierta la exhibición? Al respecto, se debe destacar la programación anexa ligada a ella.
Si bien en la jornada de inauguración, que ocurrió el miércoles 27 de marzo, se vivió una muestra de performances, estos mismos se repetirán este viernes, 29 de marzo, antes, durante y después de la tradicional Noche extendida de este museo, eso aplica para los performances que de alguna manera tienen un componente en sala. No obstante, componen la muestra otras obras procesuales que irán a suceder en distintos momentos hasta el día de cierre de la misma.
Entre ellas, las propuestas de María José Arjona (foto Izq.), una instalación-acción con botellas de vidrio suspendidas de delgados hilos que repican con el choque de los vidrios que se genera por los movimientos de la artista, o el de Ana María Montenegro (foto Der.), quien en Alocución, 2016 – 2017, construyó un texto a partir de discursos de diferentes personalidades políticas de Colombia, jugadores y técnicos de fútbol.
Por ejemplo, para entender en detalle la propuesta del Mamm con la programación anexa, es válido conocer que Echando lápiz, proyecto colectivo y colaborativo coordinado por Graciela Duarte y Manuel Santana, con inscripciones en educacion@elmamm.org., se presentará del 10 al 13 de abril; Nadie sabe quién soy yo, de Nadia Granados y las Guerreras del Centro, hará performance el 12 de mayo; el taller de Carlos María Romero se hará del 28 al 31 de mayo y a principios de junio se vivirá el Festival de performances de Cali, organizado por Elena Producciones.
Es decir, se darán algunas exhibiciones u obras procesuales, las cuales toman la forma no de una escultura o de un objeto en sala, sino realmente de un proceso comunitario-participativo; y así, ue cada mes se vivirá por lo menos uno.