Un recorrido por las nuevas exhibiciones del Mamm, una mezcla de sonidos, mosaicos, pinturas, esculturas e intervenciones que tendrán su hogar por tres meses en este museo de la ciudad.
Una sala a cielo abierto, con Cándidas en tecnicolor de Gabriel Carvajal; una apuesta auditiva que conversa con la naturaleza, con Yarumo. Diálogos y resonancias de Daniel Lara Ballesteros; la intervención creativa en la vidriera del hall de acceso, Intersticio de Marcela Cárdenas, y tres exposiciones en sala, Casi todos juntos de Jorge Julián Aristizábal, La invención del accidente de Juan Caicedo y Al dictado. Arte y conflicto en Centroamérica de un grupo de jóvenes, son las nuevas inquilinas del Mamm (Museo de Arte Moderno de Medellín), con ellas se renovaron sus colecciones.
Todas ellas llegaron para habitar el museo de la ciudad y renovar su cotidianidad por tres meses, estarán disponibles al público hasta el 9 de septiembre.
En detalle, Cándidas en tecnicolor de Gabriel Carvajal es una muestra que acerca al público el trabajo de este fotógrafo colombiano, reconocido como uno de los precursores de la fotografía publicitaria en el país.
La imágenes de esta exhibición hacen parte del archivo fotográfico de la Biblioteca Pública Piloto y datan de los tiempos en que Carvajal trabajaba como fotógrafo publicitario, durante las décadas del 50 y el 60.
Para Manuel Vallejo, expectador, las imágenes permiten conocer, desde lo precario, cómo era en ese tiempo el oficio de modelaje y el de publicista. En ellas destacó, además, la ausencia del color y la sofisticación de mujeres de alta sociedad, quienes posan en las fotos.
Por su parte, María Mercedes González, directora del museo, describió a las fotografías como históricas e invitó a los ‘amigos del Mamm’ para que observen la muestra desde su lado más sensible, pues son muy emotivas.
Gabriel Carvajal se destaca en sus fotografías por la iluminación plana, los pocos contrastes en la escena y recurre a objetos en el vestuario o distintivos en las actitudes corporales para marcar su estética.
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Esteban Duperly y Carlos Uribe fueron los curadores y seleccionaron 22 fotografías para esta muestra.
Continuando con el recorrido, de afuera hacia adentro, después de las luminarias con las fotos de Gabriel Carvajal, que hacen parte del proyecto Exposición a cielo abierto, los visitantes encuentran el Intersticio de Marcela Cárdenas en todo el hall de entrada al Mamm. Se trata de una obra en vinil impreso y vinil recortado sobre vidrio. Cabe destacar que este hace parte de la serie Alteritas en la que la artista local se enfocó en investigar “los límites que separan los diferentes dominios y reinos de la naturaleza”, según describió.
El imponente vinil está representado a partir de un collage que muestra los hallazgos de la ciencia en dichas investigaciones.
Dice en la ficha de la curaduria: “Intersticio es también una reflexión sobre la piel como elemento que nos acerca y a la vez nos diferencia o nos separa de los otros, y sobre su permeabilidad, es decir, su capacidad de abrirnos al mundo y ponernos en los zapatos, o para ponerlo en contexto, en la piel del otro”.
María del Pilar Vélez, espectadora, resaltó la sutileza con la que Intersticio aparece “en el ambiente” del Mamm, “no puede ser desapercibida por nadie, rompe con la estética de esta entrada. Está de todo mi gusto porque lo conecta a uno con diferentes tipos de imágenes. Considero que es una exhibición innovadora desde la propuesta”, describió.
En el tercer piso, en la sala Lab 3, hay una muestra diferente, Yarumo. Diálogos y resonancias, de Daniel Lara Ballesteros; es sonora, para disfrutarla hay que entrar con la mente abierta, se deben quitar los zapatos, y luego, a conectarse con los ‘diálogos’ de la naturaleza. Es una invitación a escuchar con el tacto y otros sentidos.
¿Y cómo lo logró Daniel Lara Ballesteros? Lo primero que hay que contar es que esta es una experiencia desde las características físicas y metafísicas del sonido, y destacando sus cualidades terapéuticas de ellas, el autor recopiló datos de frecuencias, como las del árbol de yarumo, para transformarlas en las ondas sonoras de esta muestra.
Lara Ballesteros, nacido en Monterrey, México, literalmente se conecto con un grupo de árboles de yarumo de la región de Antioquia, para que a través de la radiestesia (sensibilidad especial para captar ciertas radiaciones) lograra crear esta experiencia para los asistentes al museo.
Juan Afanador, estudiante de arte, se dejó contagiar por esta experiencia sonora y relató: “Al principio crea un poco de incertidumbre, entrás y hay poca luz; creo que de inmediato invita a dejarlo todo para escuchar en detalle los sonidos, las vibraciones y oscilaciones de los yarumos”.
Al entrar a las salas A, B y C del Mamm hay una cantidad de pinturas y esculturas para el deleite.
Iniciando por el costado derecho (Sala A) está Al dictado. Arte y conflicto en Centroamérica, una muestra de un grupo de jóvenes artistas nacidos en las décadas de los setenta y ochenta.
Ellos son, Adán Vallecillo (Honduras), Adrián Flores Sancho (Costa Rica), Benvenuto Chavajay (Guatemala), Christian Salablanca (Costa Rica), Crack Rodríguez (El Salvador), Edwin Sánchez (Colombia), Fredman Barahona y Gabriel Pérez (Nicaragua), José Castrellón (Panamá), Leonardo González (Honduras), Marcos Ávila Forero (Colombia), Melissa Guevara (El Salvador), Naufus Ramírez-Figueroa (Guatemala), Regina José Galindo (Guatemala), Tatyana Zambrano (Colombia) y The Fire Theory (El Salvador).
Se ve allí una reacción a los procesos de violencia de los múltiples conflictos de las últimas décadas en Centroamérica.
Se destaca en toda la Sala una montaña de detergente, pensado por Adán Vallecillo como la representación de los crímenes impunes en Centroamérica que necesitan una asepsia, según palabras de la curadora Isabela Villanueva.
En la sala B está la propuesta de Jorge Julián Aristizábal, Casi todos juntos, la primera exposición antológica del artista antioqueño.
Se trata de representaciones de la política, los clichés, la cultura popular y los efectos del manejo de la información por parte de los medios.
Esta muestra la componen dibujos, acuarelas, pinturas y esculturas.
Mateo Monterosano, turista, declaró que en esta sala puedo conocer mucho de la historia de la política colombiana, “es llamativa la forma como se mezcla pintura con escultura para un mismo fin”, expresó.
Y para terminar, en la Sala C, se puede ver la muestra de Juan Caicedo (La invención del accidente). En ella está representado “el desastre, la catástrofe y el estrellón”, los cuales constituyen formas de relación que “emergen cuando el organismo se choca con el mundo en un ponerse de acuerdo productivo con el mismo”, según dijo Kurt Goldstein, para la curaduria de esta Sala.
Mediante esta instalación, Juan Caicedo invita a los espectadores a que se estrellen, ya que “el impacto esculpe dando forma a lo que seremos y, mejor aún, reclamándonos el no habernos chocado aún, el estar intactos”.
Y así, finalmente, se hace un recorrido por las nuevas colecciones del Mamm, las cuales pueden ser admiradas por los visitantes en los próximos tres meses.