Seguridad, en la comuna 8 de Medellín, es pagar la extorsión

Autor: Guillermo Benavídez
6 julio de 2019 - 12:23 PM

Analistas del conflicto aseguran que hay “pacto” entre combos de la comuna 8. Pacto que tranquiliza a bandidos, pues el negocio ilegal sigue. Gana la institucionalidad. La comunidad, en cambio, vive en tensa calma, pues no pagar la “vacuna” podría significar la muerte.

Medellín

Subimos por la calle 52. Sorteamos la única vía con permiso en Medellín para transitar en contravía, a la altura de la carrera 19. Son escasos 25 metros y así lo entienden quienes conducen motos y carros, es la única forma de ver quién viene y no estrellarse. Es por seguridad, aseguran los conductores. En ese punto se bifurca la vía. A la izquierda, en ascenso, nace la calle 52A, que conduce a Las Estancias, Alejandro Echavarría, la Libertad, al 8 de Marzo, Llanaditas, Golondrinas y Caicedo.

Estamos en la comuna 8. Media hora antes visitamos la Estación Villa Hermosa de la Policía Nacional, calle 57 con la carrera 29, arriba del ITM. Preguntamos por el coronel Salinas, pero no estaba, tampoco el comandante de la estación. Solicitamos acompañamiento de una patrulla para visitar Villa Turbay, La Sierra, el 13 de Noviembre y las Golondrinas.

“No se va a poder, no tenemos patrullas disponibles. En este momento están atendiendo múltiples requerimientos”. Ah. Pero entonces ¿la situación de orden público está crítica en este momento?, preguntamos. “No, está en calma. Todo está calmado”. Pero dijo que todas las patrullas están atendiendo casos. ¿Son homicidios, hurtos, violencia intrafamiliar, riñas? “No, son casos menores, pero tenemos novedades represadas”. ¿Entonces falta personal? ¿Faltan policías en la comuna 8? “No, sólo que a veces se pone pesado el tema de la seguridad”, respondió el uniformado que atiende en la estación.

Queremos subir a Golondrinas. El domingo 30 de junio, a las 4:30 de la mañana, asesinaron a Ángel María Quiroz Ochoa, de 60 años. Este señor fue asesinado a balazos dentro de un vehículo en el cual transportaba cerdos que llevaba a su casa finca, ubicada en la parte alta de la comuna 8. Allí los criaba y luego sacrificaba para vender su carne en un negocio propio que tenía en Llanaditas. Su ayudante resultó herido. No pagó la extorsión o “vacuna”, como le dicen todos. Esa es la versión que corre en voz baja.

Nos parece extraño que si el homicidio fue en Golondrinas, las autoridades afirmen que ocurrió en el corregimiento Santa Elena, en la vereda Piedras Blancas, sector Matasano. Por eso vamos, a corroborar en qué sitio exacto fue y por qué hay tanto miedo en la zona.

También iremos al barrio 13 de Noviembre. La comunidad está temerosa. Hay zozobra. Hace dos semanas hubo un ataque sicarial en el que murió un hombre y dos más resultaron heridos.

“No señor, es mejor que no suban por allá. Igual ahora estamos ocupados”. Nos dice un patrullero. Otro agente que sale de la estación obliga al conductor del vehículo en el que nos transportamos a que retire el automotor de allí. “Es por seguridad”, dice.

Si todo está en calma, subamos, nada va a pasar, espeta, no muy convencido, el conductor. Bajamos por el ITM y cogemos la calle 52, bordeamos la quebrada Santa Bárbara y sorteando curvas, altibajos, irregularidades, baches, huecos y resaltos llegamos a la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores. Sus puertas están cerradas. No hay mucho flujo vehicular y en la calle se ve poca gente.

 

Lo que dice la Meval de la comuna 8 

Algo no encaja. Las autoridades afirman que todo es paz y armonía en la comuna 8. Que sí hubo un intento de “escaramuzas”, pero fue conjurado con la captura de alias popocho y de otras tres personas.

El general Eliécer Camacho, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, asegura que se evitaron “confrontaciones armadas” gracias a la captura en el barrio 13 de noviembre de Eulices Campo Giraldo, de 37 años, más conocido como popocho. A este señor le fueron incautadas dos armas de fuego. Su captura se produjo minutos después del homicidio de Fabio Andrés Ortiz Montoya, de 32 años, en la calle 56HG con carrera 18A, barrio 13 de Noviembre, el pasado sábado 22 de junio a las 3:35 a.m. En ese hecho de sangre resultaron dos personas heridas. Alias popocho sería el autor de este ataque, cuya finalidad era retomar a sangre y fuego el control ilegal que tuvo en la zona en el año 2010.

Ese mismo día fueron arrestadas otras tres personas de 19 y 26 años (dos), a quienes les incautaron cinco armas de fuego.

Popocho no entendió, no supo o no le dijeron, que en la ciudad hay un pacto de no agresión entre estructuras criminales y por eso lo entregaron. Pacto que no reconocen las autoridades, pero que expertos en el conflicto armado como Jaime Fajardo Landaeta y Fernando Quijano aseguran, es un hecho.

 

Pactos de no agresión y negocio rentable 

Jaime Fajardo Landaeta, analista del conflicto, columnista de opinión y exdirector de Derechos Humanos de la Gobernación de Antioquia, resalta el trabajo de las autoridades, de la Alcaldía de Medellín, de la Policía Nacional, del Ejército Nacional y de la Fiscalía General de la Nación. Sin embargo, agrega, la relativa calma que existe en la comuna 8, Villa Hermosa, es por efecto del acuerdo entre combos.

“Los jefes de las estructuras criminales han hecho un pacto, así lo niegue la institucionalidad. Hay un pacto de no agresión que ha bajado el índice de asesinatos en la ciudad. Pero siguen los negocios ilegales que son los que sostienen a estas estructuras, rentas criminales provenientes de la extorsión y del microtráfico. El negocio sigue y la comunidad sigue afectada”, explica Fajardo.

“Es mucho el dinero, por eso ese modelo del pacto no dura, termina rompiéndose, porque van surgiendo capos, los secundarios, los de la base, que quieren ascender, ganar más, ser los duros y se enfrentan a los cabecillas. Ya ha pasado y volverá a pasar, porque no se ataca el problema de fondo: el negocio. La gente sigue pagando la extorsión porque para ellos es seguridad. Las autoridades entran y salen, los comandantes vienen están dos años y luego se van, lo mismo los patrulleros, los agentes, todos quieren cumplir su tiempo e irse. Pero el bandido no, los del combo están ahí, todo el tiempo, ellos no se van. Eso los hace más peligrosos”, añade Fajardo Landaeta. 

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En ese sentido, Luis Fernando Quijano Moreno, director de Corpades y la agencia de prensa Análisis Urbano, coincide con Fajardo Landaeta en que se debe reconocer el trabajo de las autoridades, pero es real el pacto de no agresión.

“La guerra de la oficina, el enfrentamiento de las líneas militares de la oficina, ha cesado. Hay una orden perentoria de que las bandas cesen toda actividad militar. La línea 60 (Alianza criminal del norte) y la línea 40 (Confederación criminal de Medellín) dialogaron y se pusieron de acuerdo, han ordenado a sus bandas que cesen cualquier homicidio, cualquier ataque sicarial, cualquier enfrentamiento armado”, expone Quijano.

Aclara que la denominada Alianza criminal del norte agrupa la mayor parte de las bandas del norte del valle de Aburrá, con epicentro en el municipio de Bello. Sus aliadas están en las comunas 6 (Doce de Octubre), 8 (Villa Hermosa), la 10 (Centro de Medellín), 15 (Guayabal) y su gran fortín, la comuna 16 (Belén).

Sus enemigos están en la Confederación criminal de Medellín, de la que hacen parte la terraza de las comunas 3 (Manrique) y 4 (Aranjuez), los pesebreros de la comuna 7 (Robledo) y otros combos en las comunas 13 (San Javier) y 12 (La América).

Y es desde esta perspectiva que se explica la relativa calma que existe en la comuna 8, según Quijano.

Iniciando el presente año, en enero, hubo un enfrentamiento entre las estructuras criminales 13 de Noviembre y los conejos que dejó cinco muertes en dos días. El miércoles 9 de enero asesinaron a balazos a Luis Miguel Ayala Patiño (24 años) en Enciso. Al día siguiente, jueves 10 de enero, mataron a tiros a Róbinson de Jesús Zapata Ramírez (34 años) y Hernán Molina Uribe (17 años) en Llanaditas; Charly Castaño Marulanda (22 años) en Los Mangos y Juan Carlos López (30 años) en Villatina. Ese fin de semana posterior, los combos ordenaron el cierre de negocios y toque de queda en la comuna 8. Acá, el pacto trascendió a la denominada Oficina.

Los conejos y san Antonio son dos bandas que pertenecen a la Oficina, de la facción denominada Confederación criminal de Medellín (Línea 40). Sus “negocios” están en Enciso, Colinas, Llanadas, La Ladera, Alcázares de Sucre, Los Ángeles y El Pinal. Reciben apoyo de la terraza (Manrique) y la roja (Villa Hermosa), así como de los combos los pesebreros, el corazón, la torre, el coco, pradera, el salado e independencias, de la comuna 13.

Por su parte, el 13 de Noviembre y la libertad están con la Alianza criminal del norte. Reciben apoyos de los combos betania, la sexta, la agonía, la raya, chivos, chatas, Pachelly y los chamizos u odín Caicedo. Estos últimos también tienen alianzas con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC.

La Policía y la Alcaldía de Medellín ofrecen 10 millones de recompensa por los alias camarada, Edwin, popeye, paraco, mellizo y pablito, del combo 13 de noviembre; y por los alias negro junior, calentura, tarzán, magú y gárgola, de la banda los conejos. Asimismo, por alias colmillo, señalado líder de los chamizos o Caicedo.

El pacto, del que hablan Quijano y Fajardo, alcanzó a la comuna 8 y por ello hay “relativa” calma en ese sector de la ciudad.

 

Menos capturas 

Para Quijano Moreno es urgente desmontar, desarticular las bandas, con una ley de sometimiento que las incluya, puesto que seguir basando las estrategias de seguridad en capturas, decomiso y control, no va a funcionar. Señala que así lo único que se hace es "garantizar los relevos del crimen urbano”.

Por su parte, Fajardo Landaeta advierte que no hay correspondencia entre el número de capturas y el incremento del negocio, que debería ser inversamente proporcional: a más capturas, menos rentas criminales. “Hay mucho lavado de activos en la ciudad. Pasa en la comuna 8, también en la 13, en la 16. Ingresa mucho dinero. ¿Y qué hacen con esa plata? Sencillo, las capturas son a las cúpulas militares de esos combos, pero quienes manejan realmente el negocio siguen afuera. Son empresarios, con negocios en la legalidad, los que lavan ese dinero. Son profesionales, economistas, expertos en contabilidad, en gerencia, en ingeniería. Muchos de ellos inclusive se muestran como enemigos de esas estructuras criminales. Tienen establecimientos comerciales en la comuna 10, en otras ciudades, son los dueños del contrabando, financian campañas políticas, deciden quién gana las elecciones y luego cobran. Esto ya lo han denunciado empresarios honestos, para quienes es muy difícil competir con la ilegalidad, están cerrando sus empresas. Pero los ilegales siguen, porque tienen sus fachadas y pagan sus impuestos puntuales, sin protestar”.

 

Calma entre bandidos, “vacuna” para la comunidad… 

Nos asalta una duda. Mientras haya “pacto”, los bandidos estarán tranquilos y la institucionalidad también. Sin embargo, la comunidad seguirá en riesgo. Si hay una alianza de no agresión, no se presentarán en la comuna 8 ataques como los de enero o junio pasado, pero sí asesinatos como el de Ángel María Quiroz Ochoa, el señor de 60 años que asesinaron por no pagar “vacuna”, versión que aseguran quienes lo conocieron. Se paga extorsión, por seguridad.

Son las tres de la tarde. Hace pocos minutos el cielo estuvo lleno de nubes blancas, muy blancas y el sol pegaba fuerte. Pero ahora hay amago de lluvia. Nubes negras cubren el cielo de la comuna ocho y parece que va a llover. Llegamos hasta la calle 10. Allí hay dos vírgenes. Las dos son María Auxiliadora. La primera está a unos tres metros de altura, cubierta por una lámina roja y oxidada que la protege del sol y la lluvia. Cruzando a la esquina está la otra, en un altar de adoquines, con techo en tejas de barro y luces de colores. Nadie les reza.

Metros adelante nos bajamos en el sector Tres Esquinas, en la calle 9, al frente de la carnicería La Costeña. Caminamos hasta la panadería y allí preguntamos por los líderes sociales, uno que nos pueda y quiera hablar de la situación de orden público. Nos hicieron señas de callar. 

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Uno dijo al otro que nos atendiera. Este otro dijo que mejor el de allá, el que estaba sentado detrás de una columna. "Mejor no pregunten". ¿Pero podemos hacer unas fotos?, preguntamos. "No. Es mejor que no. Los muchachos se molestan".

Las Estancias. Así se llama el barrio en el que nos mandaron de vuelta. ¿Y si subimos a la Sierra? Solo necesitamos hacer unas fotos, de las calles, de la gente, si no quieren hablar, entendemos. “No, es que eso es lo que no se quiere, que tomen fotos de la gente. Usted sabe, aquí hay gente de la vuelta y los ponchan y no les gusta. Es por seguridad”. ¿Ellos temen por su seguridad? “No, es por la seguridad de ustedes”. Ah, ya. Entendido. Gracias. “Si quieren suben y allá hablan con los muchachos. De pronto los dejan tomar fotos. Pero primero tienen que pedir permiso”.

Antes de irnos, abordamos a una señora. Buenas tardes, ¿usted vive por acá? "Sí, allí arribita" ¿Le podemos hacer una pregunta? "Sí, hágala, pero no les garantizo que se las conteste". Tranquila. Hace seis años se presentaron enfrentamientos con el combo de los BJ, que están de aquel lado, en esa parte alta de la comuna 9, Buenos Aires. De allá disparaban para acá. Hubo muchas balaceras. De acá también disparaban para allá, unos muchachos del combo la Cañada o Tres Esquinas. ¿Cómo está el orden público, el tema de seguridad en este barrio desde entonces? "No, de eso no se puede hablar. Todo está muy calmado. Ya. Es todo. Permiso", se despide y se retira. El miedo es contagioso.

No subimos a la Sierra. Nos devolvemos para intentar subir al 13 de Noviembre y a Llanaditas. Nuestra reportera gráfica intenta hacer unas tomas desde el vehículo. De bajada por la calle 52 un sujeto de lentes oscuros se acerca al auto y se queda mirándola. También al conductor. Luego, el tipo de la moto acelera y se va. Ella guarda la cámara. “Mejor vámonos, igual ya va a llover, el piso se pone liso y es difícil frenar. Es por seguridad”…

 

Captura de alias popocho conjuró la crisis de seguridad en la comuna 8 

El secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón Villada, se refirió a la captura de alias popocho, quien recientemente salió de prisión beneficiado con medida de seguridad domiciliaria y regresó al barrio 13 de Noviembre para intentar retomar el dominio que tuvo hace nueve años. Ahora en prisión, asegura Tobón Villada, la seguridad y tranquilidad regresaron a la comuna 8, Villa Hermosa.

“Fue capturado alias popocho, un criminal de vieja data de la comuna 8 de Medellín, de una estructura criminal conocida como el 13 de Noviembre, que estaba condenado por el delito de homicidio.

Un juez decide darle casa por cárcel como beneficio en el municipio de Santa Fe de Antioquia donde evidentemente no estaba cumpliendo. Decide el pasado fin de semana venir a Medellín a recuperar criminalmente lo que en su momento había comandado, generando una circunstancia de inseguridad en esta zona. Se le sindica haber participado en particular de un homicidio.

La reacción de la Policía, con una información contundente de inteligencia, permite dar con la ubicación y captura este sujeto, quien al momento de su captura tenía un porte ilegal de arma de fuego, de manera que se le imputará en el proceso no solamente la fuga de presos por encontrarse por fuera de la vivienda de Santa Fe Antioquia, estando en el 13 de Noviembre, sino el porte de arma de fuego y ahorita la imputación de un nuevo caso homicidio.

Este criminal es un sujeto que digamos hacía parte en su momento, cerca del año 2010, como uno de los principales coordinadores de la estructura criminal del 13 de Noviembre, fue condenado por el delito de homicidio. Sale ahorita en casa por cárcel, evidentemente incumple la medida, y sigue cometiendo acciones criminales como el homicidio allí en ese sector de Medellín. Ya está capturado”.

 

No diga más: casa por cárcel 

Se acostumbra llamar “casa por cárcel” a aquella decisión del juez con la que se beneficia a una persona condenada, para que purgue su pena en su lugar de residencia. Pero también se considera popularmente que la medida con la que se asegura a un investigado mientras avanza su proceso es “casa por cárcel. Es un error craso. Las dos medidas son diferentes y las adopta el juez en escenarios judiciales distintos.

Al respecto, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, en el Auto AP-47162018 (52811), del 31 de octubre de 2018, destacó las diferencias entre la detención y la prisión domiciliaria.

En el primer caso se debe hablar de una medida de aseguramiento. Está consagrado en los artículo 307 y 314 del Código de Procedimiento Penal. Con ella se priva de la libertad a un imputado en un proceso en trámite, con el fin de evitar la obstrucción a la justicia, impedir que esta persona se constituya en un peligro para la sociedad y garantizar la comparecencia al proceso y el cumplimiento de la sentencia en caso de ser condenado.

El segundo caso se refiere a la prisión domiciliaria, consagrado en el artículo 38 del Código Penal. Es aquella sentencia en la que el juez de conocimiento concede que se cumpla la condena en el lugar de residencia teniendo en cuenta el monto mínimo de la pena prevista para la conducta típica, antijurídica y culpable realizada por el sujeto y el cumplimiento de los presupuestos establecidos en la ley.

 

Orden público en la comuna 8, Villa Hermosa, primer semestre de 2019 (1 de enero – 30 de junio) 

Homicidio                     -----------------------                       15

Hurto de carro              -----------------------                       22

Hurto de moto              -----------------------                     137

Hurto a persona           -----------------------                      226

Hurto a residencia        -----------------------                      52

Hurto a establecimiento comercial  -----------------------  48

Extorsión                       -----------------------                     7

Incautación de arma     -----------------------                    22

Incautación de estupefacientes     -----------------------  119.544

Captura                        -----------------------                    684

Recuperación de carro     -----------------------                 5

Recuperación de moto     -----------------------                35

Casos atendidos de violencia intrafamiliar   ------       342

Lesiones personales      -----------------------                 184

 

* Homicidios (entre el 1 de enero y el 4 de julio de 2019): 16 

* Fuente: Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de Medellín, Sisc

 

Homicidios en la comuna 8, Villa Hermosa 

2017: 21 asesinatos

2018: 20 asesinatos

2019: 16 asesinatos hasta el 4 de julio

* Fuente: Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de Medellín, Sisc

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