Así lo manifestó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional (AI), quien además destacó el apoyo de países como Argentina frente a la situación de los migrantes venezolanos.
El secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, alertó este viernes que la "crisis humanitaria y de derechos humanos" que se vive en Venezuela "acecha" Suramérica, y opinó que la solución para ello debe ser "política" y "regional".
Tras mantener una reunión con el presidente argentino, Mauricio Macri, y otros miembros del Gobierno en Buenos Aires, Shetty instó a que se involucren en la resolución de la crisis venezolana países como Colombia, Brasil y Argentina, que pueden tener un "papel importante para persuadir" al presidente Nicolás Maduro.
Para el ejecutivo indio, los dirigentes "tienen que trabajar para lograr una solución política", que además debe ser "regional", y consideró que en ella no deben intervenir países como Estados Unidos.
Shetty, que ensalzó la "generosidad" mostrada por Argentina hacia refugiados y migrantes venezolanos, consideró que "el costo de la crisis ha sido pagado por las personas más pobres" del país, al que calificó de "cerrado", al igual que su economía, más allá del apoyo de algunos Gobiernos como el chino, el ruso y el cubano.
El secretario general de AI cree que uno de los mayores desafíos de Venezuela radica en que la oposición política "no está unida" y que "no se hablan unos con otros".
La directora de la organización para las Américas, Erika Guevara Rosas, también agradeció la protección ofrecida por Argentina a los venezolanos que han huido de su país, pero aseguró que "no ocurre lo mismo" en la mayoría de países, donde son "marginados y discriminados" y se encuentran en una situación económica de precariedad.
Otra de las consecuencias que señaló de la salida de venezolanos del país es el "colapso" de centros médicos en Colombia, y recordó que, según cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el número de venezolanos expatriados podría alcanzar los 4 millones al concluir este año.
Guevara lamentó que Latinoamérica sigue siendo la región "más violenta y desigual" del mundo, y donde tienen lugar la mayoría de defensores de derechos humanos, especialmente los vinculados al acceso a la tierra y los recursos naturales, que generalmente se encuentran en comunidades indígenas y rurales.
La responsable mexicana de AI para América afirmó que Brasil, país sobre el que tienen "muchas alertas", está atravesando una "grave situación" de derechos humanos, y que su crisis política está afectando al ejercicio de las libertades civiles.
"El incremento de la violencia estatal es cada día mas visible, sobre todo en comunidades históricamente marginadas como las favelas", declaró, y añadió que la respuesta militarizada del
Ejecutivo brasileño se ha cobrado la vida de más de 60 activistas.
Guevara habló también de Cuba, el único país del continente al que Amnistía no tiene acceso y que "violenta de manera masiva las libertades", y expresó que la próxima retirada de Raúl Castro de la presidencia es una "oportunidad" para resolver los "asuntos pendientes" en materia de derechos humanos.
No obstante, desconfió del hecho de que el histórico mandatario cubano seguirá al frente del Partido Comunista, por lo que "seguirán monitorizando" la situación del país"