De ahora en adelante los trabajos se concentrarán en el acabado de los túneles y en la pavimentación de la vía interna y del trayecto a cielo abierto.
El gobierno departamental de Antioquia y el consorcio constructor cumplieron la palabra y muy temprano el pasado miércoles concluyeron los trabajos de excavación que permitieron unir los dos frentes de trabajo dentro del principal túnel de Oriente.
Hace un mes, finalizando octubre, en una nota periodística con EL MUNDO, el secretario de Infraestructura seccional, el ingeniero Gilberto Quintero Zapata, aseguró y se comprometió a que el túnel principal de esa obra vial quedaría totalmente excavado en este mes de noviembre y cumplió, toda vez que los dos grupos de trabajo se vieron las caras tras destaparse los últimos metros de roca y arena.
Las excavaciones del subterráneo se hicieron en dos frentes. Uno que arrancó del lado de Medellín y el otro del lado del Oriente antioqueño y esos dos grupos de trabajo fueron los que se encontraron a las 7 de la mañana de ese día.
La confirmación de este gran logró en el avance en la construcción de la conexión subterránea entre los Valles de Aburrá y San Nicolás de Rionegro, no fue entregada por la Gobernación de Antioquia, que había guardado hermetismo hasta tanto se produjera el despeje total de la galería y proceder a realizar un acto especial para celebrar y darlo a conocer a la opinión pública regional y nacional.
Sin embargo, no pudieron mantener en secreto ese importante momento, pues se filtró en el acto de celebración de los diez años de creación de Gen+, una de las empresas filiales del Idea. Allí directivos de la Cámara Colombiana de la Construcción revelaron el empalme de los trabajos.
Entre los asistentes invitados se encontraban varios diputados y uno de ellos, Norman Correa, suministró la novedad a través de su whatsapp.
Quintero Zapata, quien precisamente estaba ejerciendo como gobernador encargado, quedó frustrado por no poder celebrar, con un acto especial, la excavación total del túnel, pero para los ingenieros de esa obra es más importante el cumplimiento del cronograma que los actos protocolarios.
Todo parece indicar que el 21 de diciembre se llevará a cabo una ceremonia en el sitio de la apertura y un recorrido por ese complejo vial.
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Es un intercambio vial
Aunque a esta obra, a cargo del gobierno de Antioquia, todo el mundo la denomina como el Túnel de Oriente, en realidad y correctamente se trata de la conexión vial Aburrá – Oriente.
Y es una conexión vial porque no solo es un túnel, sino dos, además de un importante tramo de vías y viaductos a cielo abierto.
Hace quince días EL MUNDO, por una cordial invitación del gobierno regional, visitó e inspeccionó con los principales responsables de la obra, tanto privados como públicos.
Consistió en un recorrido desde el prologó del intercambio en la vía Las Palmas hasta las entrañas del túnel, unos cuatro kilómetros dentro de la montaña, hasta donde estaba el tapón y donde una gigantesca y muy electrónica máquina excavadora taladraba la roca.
Ese día restaban por excavarle a la montaña unos cien metros, los que se penetraron en estos últimos quince días hasta empalmar con la cuadrilla de trabajo que hacia la misma labor desde el lado oriental.
Esa visita a este intercambio vial permitió dimensionar esta obra que comunicará el año entrante a Medellín con el Aeropuerto José María Córdova.
Los carros que vienen ascendiendo desde Medellín por la vía a las Palmas ingresarán directamente a un primer túnel, denominado Seminario, que tiene 786 metros. Este subterráneo está casi terminado, pues la vía interna ya se está pavimentada y las paredes y el techo revestidas de las losas que se emplean en el acabado de los túneles.
Por un portal se ingresará de Medellín hacia Rionegro y por otro portal, localizado al lado, se saldrá hacia Medellín para empalmar y descender por la variante a Las Palmas.
Luego de cruzar este primer túnel el futuro viajero se desplazará por una carretera a cielo abierto de 4.5 kilómetros.
En este tramo predominan varios viaductos o puentes sostenidos por gigantescas vigas y que están colgados, varios en curva, y sujetados a la montaña oriental de Medellín.
Este trayecto por los viaductos, al estilo de los del Metro, pero obviamente más amplios, permitirá observar una espectacular panorámica de Medellín, sobre todo de los barrios de la Comuna Nueve o Buenos Aires y también del centro de la ciudad.
Tras recorrer esos 4.5 kilómetros se arribará al portal del llamado túnel Santa Elena, que fue el que se abrió en su totalidad el pasado miércoles.
Es un subterráneo de 8.2 kilómetros que permitirá la conexión con el sector de Sajonia, ya en el Oriente antiqueño, y cuyo portal de salida empalma con un viaducto de 1.2 kilómetros, que lo unirá con la vía que hoy comunica al terminal aéreo.
En el 2019
Con el epílogo de las excavaciones del túnel principal, ahora el consorcio constructor, dueño del intercambio hasta el 2039, y que conforman alrededor de 50 empresas antioqueñas y colombianas en distintas áreas de la ingeniería de túneles y de la construcción de obras viales, se dedicará a la pavimentación y al acabado del túnel de 8.2 kilómetros.
También a la conclusión del tramo a cielo abierto de 4.5 kilómetros entre los dos túneles, en el cual ya se construye una inmensa caseta de cobro del peaje, que podría costar un poco menos o los 20.000 pesos.
Además se avanza en los trabajos de acceso al túnel Seminario en la vía Las Palmas.
Paralelamente se construye un segundo túnel paralelo al principal, que servirá de evacuación y que en el futuro también se adecuará para el tránsito vehicular.
Esta obra se podría estar transitando en el primer semestre del año entrante y a mover la registradora para pagarle al consorcio.