Cuando el rock inglés iniciaba con hard y heavy rock a fines de los sesentas, con los incipientes Led Zeppelin, Black Sabbath, Uriah Heep y Deep Purple, el rock también se gestaba en Alemania con una particular viejaguardia underground que sólo conocimos mucho después (Kraftwerk, Tangerine Dream, Amon Duul y Eloy por mencionar algunas). Desde aquella época se perfilaba Scorpions, fundada por Rudolf Schenker en 1965, con un desarrollo musical de varios años hasta que en los setentas hicieron rock de culto (Fly to the Rainbow, In Trance, Virgin Killer y otros), conformado además por la gran voz de Klaus Meine y la guitarra del maestro Uli Roth (gran seguidor del blues y de Jimi Hendrix) entre otros músicos igual de importantes (Matthias Jabs, H. Rareball, F. Buchholz, y el paso fugaz de Michael Schenker)

Lea también: SM&2: Metallica sinfónico en cine

Diríamos que aquella época fue brillante pero poco comercial a excepción del éxito que tuvieron en Japón y que cierran esta etapa con el fenomenal Tokyo Tapes (1978). Uli Roth deja la banda porque Schenker deseaba que Scorpions traspasara fronteras con música menos intrincada pero igual de seria y así se parte la historia de Scorpions, que luego invadió con su estilo único y que conservan hasta hoy, con albumes exitosos como Lovedrive (primero en marcar buenas ventas en USA), Animal Magnetism, Blackout, Love at First Sting y la lista continúa.

El US Festival de 1983 sirvió aún más para que Scorpions se perfilara como el acto supremo del hard rock y heavy metal, con una energía desbordante en vivo y saliendo en todas las portadas de revistas especializadas al lado de Def Leppard, Judas Priest y Iron Maiden en su momento.

David Coverdale fundó a Whitesnake en 1978 en Inglaterra

Esto queda muy lejos de ser una historia, pero sí un abrebocas a un pasado que Scorpions tuvo que esculpir para llegar a definir una identidad musical que los ha mantenido en las grandes ligas del rock en el ámbito mundial, conquistando a varias generaciones, donde para presentarse, sólo sirven las grandes arenas y estadios.

“Cómo olvidar haber visto a Scorpions en Bogotá, supuestamente por primera y única vez en Colombia en 2010, con Cinderella abriéndoles y la cuota nacional de Akash y Supremacy. Nos coreamos esos grandes clásicos Big City Nights, Rock You Like A Hurricane, The Zoo y No One Like You. Fue una increíble noche y creíamos que estaban en su gira de despedida”” comenta Francisco Ortiz, presentador y corresponsal del Templo del Rock.

De sus recientes experiencias internacionales, nos cuenta Francisco: “Luego de verlos hace tres años en el festival Carolina Rebellion 2016 y en el Hell & Heaven el año pasado en México, hay más expectativa por ver a los teutones en vivo en su regreso a nuestro país gracias a Move Concerts. Lo digo porque haciendo un paralelo con hace 9 años hay cosas que han cambiado. Por un lado Mikkey Dee está en el control de la batería, y con el debido respeto de su anterior baterista James Kottak, el ex-Motorhead es mucho más legendario y contundente en su posición y por otro lado la presentación enérgica de Klaus, Rudolf, Matthias y Pawel. Las visuales de las canciones más insignes también han mejorado de forma sorprendente; y disfrutamos de sus joyas poco sintonizadas en la radio comercial, como ese medley de la época de los setentas”

Rudolf Schenker es guitarrista rítmico y el mayor compositor de Scorpions.

Y un gran conocedor del rock, Joaquín Pérez, Dj y realizador de mañanas X en Todelar 103.9 FM en Medellín, nos da su perspectiva del concierto de este próximo 10 de octubre en el Movistar Arena: “Whitesnake y Scorpions tienen varias cosas en común, ambas llevan más de 40 años de trayectoria, las dos han tenido etapas difíciles, desde salida de integrantes, crisis musicales, y por supuesto problemas con la voz de sus cantantes, y como si fuera poco las dos afrontaron con altura y paciencia la década de los noventa que debido al rock Alternativo o nuevo rock, puso a estas veteranas bandas a sufrir por la indiferencia que mostró la radio y en general los medios que años atrás los trataran como grandes”.

Lea también: De Suecia caerá el poder del martillo de Hammerfall

“Nunca han dejado de grabar y las baladas han sido sus cartas fuertes a la hora de sonar en radio, en Scorpions con temas como Wind Of Change´ y Send Me An Angel y por supuesto Whitesnake con su inolvidable Is This Love. Y ese es el mérito, el no renunciar a su proyecto musical, creer que el rock siempre tendrá seguidores y un espacio en la música. Entender que independiente del apoyo de los medios tradicionales, el rock siempre gozará de la credibilidad y el respeto que muchos géneros jamás alcanzarán” nos concluye Joaquín.