La Agencia de Educación Superior de Medellín, Sapiencia, afronta el reto de transformar su objeto para responder a las nuevas necesidades en materia de formación para el trabajo y de carreras pertinentes a la Cuarta Revolución Industrial.
Mediante el Acuerdo 003 de 2013, se expidió el Estatuto General de La Agencia de Educación Superior de Medellín, Sapiencia, cuya misión es “contribuir al desarrollo integral de la ciudad desde la orientación del sistema de educación superior del Municipio y sus diversas articulaciones”.
Ella nació con el fin de abrir nuevas oportunidades de acceso a la educación superior a los jóvenes de la ciudad y se le encargó administrar los seis fondos para ello existentes en esa vigencia, que eran Camino a la Educación Superior, Medellín EPM, Fondo Municipio de Medellín, Enlaza Mundos, Becas a mejores bachilleres y Formación avanzada para docentes.
No obstante, con el paso de los años, y en la marcha de sus labores, “la Agencia pudo evidenciar que puede hacer cosas que su objeto no se lo permite”, así lo manifestó a EL MUNDO el concejal Simón Molina, coordinador del Proyecto de Acuerdo 170 de 2018, el cual cursa trámite en el cabildo de Medellín y busca, precisamente, modificar esa cuestión.
Al nacer, a Sapiencia se le asignó el objeto de “liderar la ejecución de la política y los lineamientos del sistema de la educación pública superior del Municipio de Medellín, promoviendo que las instituciones públicas que lo integran presten un servicio especializado, coordinado y complementario, acorde con las necesidades tecnológicas y profesionales que demanda el desarrollo del municipio, el departamento y el país; proponiendo, impulsando y desarrollando herramientas orientadas a la organización y articulación de los procesos administrativos y académicos estratégicos de las instituciones públicas del Sistema de Educación Superior de Medellín”, así se consignó en el Artículo 60 del Acuerdo 003 de 2013.
¿Qué se busca modificar? Contó el corporado que en el Proyecto de Acuerdo 170 de 2018 se propone incluir la formación para el trabajo y el desarrollo humano dentro de la oferta de Sapiencia. Y con ello, la Administración Municipal busca poder ofrecer programas para formar a los jóvenes en ese tema, lo que está directamente relacionado con el cambio de las necesidades de la industria local.
De acuerdo con María Clara Ramírez, directora de Sapiencia, la modificación surgió por la necesidad de la ciudad de tener una oferta más amplia de educación post-secundaria. Sapiencia, a través de becas y créditos condonables, puede ofrecer a los jóvenes educación superior desde técnicas profesionales hasta posgrados. Pero hay un nivel, precisamente el de educación para el trabajo y el desarrollo humano, que no está cubierto por ese alcance que se tiene hoy.
Y es que la formación para el trabajo resulta ser un nivel absolutamente pertinente y necesario para la ciudad por dos factores. Uno, porque yacen acá territorios en los que ofrecer tecnologías, de seis semestres, resulta ser una formación muy larga para jóvenes que necesitan salir a trabajar muy pronto, entonces se trata de una población que le gustarían tener una oferta de estudios más cortos para salir a producir rápido; y dos, porque la tendencia mundial es hacía ese tipo de formación, que no tiene regulación a través del Ministerio de Educación sino que la entidad que funge como autoridad es el ente territorial, la Secretaría de Educación, lo que hace que los trámites para ella sean más rápidos, además que es una formación que puede estar en constante cambio, es flexible, según las necesidades del mercado.
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Básicamente, la formación para el trabajo propende "estar al día" en lo que la sociedad y el sector productivo requieren; es, además, una necesidad del momento, dado que las empresas se están modernizando y muchas han actualizado su infraestructura tecnológica, por lo que existen nuevos modelos de gestión y organización del trabajo, entre otros cambios en el mercado laboral, que han originado nuevas ocupaciones, más actualizadas o renovadas, requiriendo así de nuevos perfiles y competencias de los futuros trabajadores.
Resulta oportuno decir que Sapiencia es administradora de fondos y recursos para dar acceso a la educación superior de Medellín, más no es una universidad, ni es competencia de ninguna institución de educación superior, por tanto, no busca formar ni tener incidencia en ellos, lo único que busca es que se introduzca localmente a la formación para el trabajo como una educación pertinente en la oferta que tiene la Agencia.
Igualmente, en el Acuerdo 170 se reconoce que Sapiencia se ha vuelto una entidad experta en el manejo de fondos para becas, y con la modificación lo que se pretende es que la Agencia le pueda prestar esos servicios a entidades públicas y privadas. Por ejemplo, si la Gobernación de Antioquia quisiera tener un fondo de becas, pues Sapiencia podría ser el operador, o si alguna entidad como Comfama o Comfenalco, que ya tienen esos fondos, quisieran que Sapiencia, que es un experto en esa operación, los administre, esta podría vender esos servicios.
Además, con la modificación que se busca aprobar, el Concejo de Medellín autorizaría a Sapiencia para que pueda administrar la infraestructura física y digital de la ciudad, en todo lo que tenga que ver o esté relacionado con temas educativos.
Por ejemplo, en el caso de la nueva Ciudadela Educativa de Occidente, que se está construyendo, Sapiencia podría, entonces, administrarla y articular a diferentes entidades, no solamente públicas sino también privadas, para que presten oferta y servicios en esa zona y lugar.
En este mismo orden y dirección, con la aprobación del Acuerdo 170 se ampliará el espectro para que Sapiencia pueda prestar servicios de consultoría, de análisis y de proyectos investigativos, cualitativos o estudios de estrategia, en todo lo que tenga que ver con temas de educación superior, no solamente para las entidades municipales, además, para cualquier tipo de entidad. También aplicaría para servicios a universidades que quisieran hacer estudios sobre estrategia y prospectiva en la educación superior de Medellín, según detalló Simón Molina.
Cabe agregar que se busca que se puedan crear alianzas de cooperación con organizaciones nacionales e internacionales en programas de educación superior, pues en Medellín, en el desarrollo pleno de la Cuarta Revolución Industrial, y siendo ciudad sede, “el ecosistema educativo debe entender que se debe empezar a cambiar la pertinencia y por ende la formación a los jóvenes, especialmente, en temas que tienen que ver con tecnología, lo que obliga a una revolución en ese sentido”, expresó el cabildante.
En el momento, se está en la inclusión del Acuerdo 170 de 2018, que busca modificar el objeto de Sapiencia. El coordinador del mismo, el político Simón Molina, detalló que se surten jornadas de socialización, ya se hizo una con los ponentes y otra en la plenaria del Concejo de Medellín, donde se conocieron inquietudes de los cabildantes y se escucharon sus aportes al Proyecto.
Ahora, Sapiencia está revisando todos esos aportes y se tendrán, próximamente, nuevas jornadas de socialización con las bancadas, antes del primer debate del Proyecto, que aún no tiene fecha.