Se trata de la segunda declaratoria de este nivel en la capital chilena en lo que va corrido de 2017, año en el que ya van más de 20 alertas ambientales.
Santiago de Chile se encuentra este lunes bajo la segunda preemergencia ambiental decretada en 2017, tras la declarada el pasado 22 de mayo, debido a la mala calidad del aire
en la ciudad, informaron las autoridades.
El año pasado hubo trece días bajo esta condición, uno con declaración de emergencia, mientras durante el 2017 se han decretado más de una veintena de jornadas de alerta ambiental, con menores restricciones, por la misma causa en la capital chilena, de unos siete millones de habitantes, las más recientes este fin de semana.
La preemergencia supone, según informó la intendencia (gobernación) metropolitana, la restricción de circular para el 20 por ciento de los vehículos con convertidor catalítico (sello verde) cuyas placas finalicen en 3 o 4 y para el 60 % de aquellos que carecen de ese dispositivo, cuyas patentes terminen en 5, 6, 7, 8, 9 o 0.
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La medida supone la retirada de cerca unos 300.000 vehículos de las calles de la ciudad y los municipios aledaños de Puente Alto y San Bernardo entre las 07.30 y las 21.00 horas.
También la medida incluye la paralización, en el mismo horario, de un total de 1.215 fuentes fijas de contaminación, en su mayoría industrias, y se prohíbe el uso de leña para calefacción y las quemas agrícolas, además de la recomendación de no realizar actividades deportivas al aire libre.
En esta oportunidad se pusieron en práctica además siete ejes de tráfico reservados exclusivamente al transporte colectivo, correspondientes a tramos de otras tantas avenidas importantes que
conducen al centro de la ciudad.
La medida rige en las horas punta matutina (07.30-10.00) y vespertina (17.00-21.00). La transgresión a la medida por parte de automovilistas particulares supone una multa de 44.000 pesos (unos 198.000 pesos colombianos).
Santiago está situada en un valle rodeado de montañas y en el otoño e invierno australes no hay brisas que dispersen las partículas contaminantes, y además existe un fenómeno de inversión térmica, con las temperaturas más bajas a ras de suelo, lo que mantiene en la superficie las partículas nocivas.
A las 08.00 hora local, ocho estaciones de vigilancia de la calidad del aire distribuidas en diversos sectores de la ciudad anotaban un nivel regular, que supone una concentración de
partículas nocivas de entre 100 y 200 microgramos por metro cúbico de aire.
Las tres estaciones restantes registraban un buen nivel de calidad del aire, inferior a cien microgramos de partículas nocivas por metro cúbico de aire.