Cuando faltan 50 días para el inicio de los XVIII Juegos Bolivarianos, la ciudad de Santa Marta, en el norte de Colombia, avanza en los preparativos en todas las áreas para esta competición, que es la primera del ciclo olímpico para Tokio 2020 y en la que participarán once países.

Tanto la administración local, como la autoridad oficial Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano (COC) han expresado su satisfacción por la preparación de los Juegos, que se celebrarán del 11 al 25 de noviembre próximo en esta ciudad, con Cali y Bogotá como subsedes para deportes como bolos, ciclismo de pista, golf, tiro deportivo, ecuestres y esquí acuático.

A la cita asistirán los siete países que integran la Organización Deportiva Bolivariana (Odecabe), que son Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, y en calidad de invitados participarán República Dominicana, Paraguay, Guatemala y El Salvador.

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Los 4.172 deportistas inscritos disputarán 471 medallas de oro y plata, mientras que de bronce serán 571, teniendo en cuenta que en algunas disciplinas de combate se entregan dos preseas. El alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, declaró a Efe que la ciudad se ha preparado para hacer "los mejores Juegos Bolivarianos de la historia", en los que habrá competiciones en 34 disciplinas deportivas.

"Invitamos a todos los colombianos, a los latinoamericanos y a todos los países del mundo a que vivan la fiesta del deporte. Este es el evento deportivo más importante en la historia de la ciudad de Santa Marta, la primera fundada en tierra firme, que los va a recibir con los brazos abiertos", agregó el funcionario. Para Martínez, quienes visiten Santa Marta, capital del departamento del Magdalena, "no solamente podrán disfrutar del espectáculo de las competencias en todas sus disciplinas, sino que van a poder encontrar una ciudad que lo tiene todo". "Santa Marta es una ciudad que está cambiando, que se está transformando, que tiene toda la riqueza natural, histórica y cultural para quienes les gusta el buen turismo", añadió.

Para estos Juegos la ciudad se prepara con la construcción de un nuevo estadio en la Unidad Deportiva Bureche, cuyas obras están avanzadas en un 75%, y que albergará también la pista de atletismo.

En esta pista se dará un duelo estelar en salto triple entre la campeona olímpica, la colombiana Caterine Ibargüen y la campeona mundial, la venezolana Yulimar Rojas. Igualmente, se avanza en la construcción de una pista de BMX, en la que competirá la bicampeona olímpica Mariana Pajón; de la cancha de rugby, el patinódromo, el estadio de béisbol y de sóftbol, así como el complejo de raquetas y el acuático para las pruebas de natación, clavados y nado sincronizado.

El presidente del gremio hotelero en Santa Marta, Omar García, destacó que la ciudad tiene una oferta de 13.000 camas y "cuenta con toda la infraestructura turística para recibir tanto a los deportistas con sus delegaciones, como a todos los visitantes". "Se ha trabajado de manera articulada con las autoridades locales, con la Policía y con todos los sectores de la ciudad para que quienes lleguen a Santa Marta disfruten de su estadía", expresó.

Según García, "para Santa Marta este es un evento histórico porque con la infraestructura deportiva construida para los Bolivarianos habrá un efecto multiplicador pues posteriormente en la ciudad se seguirán realizando eventos que convoquen a muchos más turistas". El deporte que más medallas entregará será el levantamiento de pesas, con 48, ya que se premiarán por separado las modalidades de envión, arranque y total.

En el atletismo, una de las disciplinas más esperadas por el nivel de los inscritos, se disputarán 47 medallas, de la cuales 23 serán en damas y 24 en varones, mientras que en natación se repartirá las mismas 47 en cuatro modalidades: carreras, clavados, nado sincronizado y polo acuático.

Los Juegos Bolivarianos de Santa Marta tienen también un componente ecológico ya que la mascota es un erizo marino llamado "Ajaytuké", que hace referencia a un saludo popular en la costa atlántica colombiana y con la cual se busca crear conciencia sobre la importancia de preservar el delicado equilibrio marino en el mar Caribe.