El corregimiento de Santa Elena ha sido por más de 150 años pionero en el cultivo de flores en el ámbito antioqueño, su clima húmedo ha propiciado que los campesinos siembren diferentes tipos de flores que se han convertido en emblema de la región.
Los Pompones, las Hortencias, las Margaritas y las Dalias, entre muchas más, pintan de colores las fincas de Santa Elena, unas, con más cantidad de cultivos que otras, sin embargo, la tradición inculcada por sus padres o abuelos sigue más viva que nunca, logrando traspasar generaciones.
La huerta de don Dorigo de Jesús Zapata, silletero pionero con 49 años de experiencia de la vereda El Placer, está adornada con las más tradicionales flores de Santa Elena, las mismas que cultivaba su padre, y las que lo han hecho ganador de la mejor Silleta Tradicional del Desfile de Silleteros.
“Tengo en mi huerta más de 40 variedades de flores entre Astromelias, Cartuchos, Tritomas, Agapantho, Clavellinas, Hortencías, Dalías, Merigones y Rosas Amarillas, entre muchas más. Es decir, todas las flores tradicionales de Santa Elena”, comentó el silletero.
Explicó que el clima de la región se adapta a la perfección a las flores que son tradicionales en Santa Elena, ya que se acomodan a la intemperie, no necesitan estar bajo vivero, de los cuales hay pocos en el corregimiento, dado los altos costos de su mantenimiento.
Sus concejo para los cuidados
“Hay que tener mucho cuidado con ellas, porque desde que empiezas a sembrarlas debes abonarlas, podarlas, cuidarlas y lo que le ayuda mucho a uno es un buen tiempo nivelado, es decir, no un clima muy invernal porque ellas se pueden ahogar o atrasar, ni uno muy caluroso porque se van a adelantar”, dijo don Dorigo, quien manifestó que la cultura de cultivo tradicional se ha ido perdiendo con el tiempo en Santa Elena, debido a las nuevas generaciones y poco sentimiento por la herencia.
Por su parte, el silletero José Ángel Zapata, de la vereda Barro Blanco, quien cuenta con uno de los cultivos más grandes del sector, por las las más de 60 variedades de flores tradicionales, aseguró que el heredar esa huerta por su padre y trabajarla desde pequeño le ha infundado un sentimiento de pertenencia a la cultura silletera y floricultora como a nadie, la cual pretende difundir a sus hijos.
“El cuidado de las flores radica en el amor, por eso dicen que las flores son como las mujeres y que hay que cuidarlas, consentirlas, hablarles bien y tratarlas con mucha delicadeza, porque esto es un orgullo muy grande. Mi familia y yo cuidamos mucho este jardín, porque queremos que los visitantes lleguen, conozcan, aprendan y se deleiten con la belleza de cada flor”, puntualizó.
Comercialización
En cuanto a comercialización, muchos de los silleteros de Santa Elena prefieren hacer intercambio de flores con sus compañeros antes de ofrecerlas a alguna plaza en especial, ya que no resulta muy lucrativa la venta de especies tradicionales, tal y como lo comentó don Dorigo.
“Cuando yo no tengo la variedad que tiene otro campesino pues hacemos un cambio, por ejemplo, si yo no tengo las Albarinas y las tiene otro silletero las negociamos por unas que él necesite y también las vendemos aunque la venta de la flor tradicional no es muy rentable, ya que las que más aprecian son las cultivadas bajo invernadero, lo que no quiere decir que dejemos de cultivarlas, porque yo soy fanático de tenerlas”, finalizó el silletero.