Lo que quiero contarles es que nuestra tilde se llama también acento agudo (baja de derecha a izquierda). El acento que baja de izquierda a derecha (al revés) es un acento grave.
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“Miguel hizo parte de esta realidad, el metro de Bogotà”.
En Colombia es muy usada la expresión hacer parte de. Pero tiene más lógica la expresión formar parte de o, aun, ser parte de. Entonces, “Miguel Uribe formó parte de esta realidad”. Pero no se lo tomen como un error.
Y, este sí, un error de dedo que me sirve para contarles algo. El error es que sobre Bogotá usó el otro acento, un acento al revés para nosotros. Lo que quiero contarles es que nuestra tilde se llama también acento agudo (baja de derecha a izquierda). El acento que baja de izquierda a derecha (al revés) es un acento grave. Hoy no lo usamos, por supuesto, pero formó parte del español. Más aún: en los siglos XVI y XVII fue el preferido, por encima de nuestro agudo. Pero en el siglo XVIII la entonces recién parida Real Academia Española escogió la raya que hoy usamos (acento agudo) y el acento grave se fue perdiendo (no fue un capricho de la RAE: fue el uso, que siempre gana). En francés usan ambos.
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Salud bocal o salud bucal
Mejor dicho: lo de la boca es bocal o bucal. Y no se enreden con las cuerdas vocales, con V porque son de la voz, no de la boca. Aunque es más popular bucal, también bocal es el adjetivo de aquello que se refiere a la boca. Así que nos limpiamos los dientes y la lengua por salud bocal o bucal.
De esas que casi nunca usamos
Fontanelas. Todos hemos tocado con dulzura la cabecita de un bebé. Ese cráneo recién creado debe tener dos secciones blandas, que luego serán duras, como todo el cráneo. Estas secciones blandas son fontanelas.