Las elecciones para cuerpos colegiados en el país se han caracterizado por tener un ganador absoluto e indiscutible, la abstención, con un porcentaje cercano al 63% de no votantes. De todo como en botica les han colgado a las elecciones para que la gente ejerza la máxima expresión de la democracia, bajo el rótulo de estímulos electorales, tales como, medio día libre (mal visto en el sector privado y a muchos les da temor reclamarlo, peligra la chanfaina), descuentos en matrículas universitarias públicas, sirve de desempate en un concurso para proveer cargos públicos, entre otros, pero ni así la gente acude a las urnas.

Los escenarios virtuales desvirtúan la realidad, allí muchos candidatos han salido triunfadores, pero los jóvenes, que en su mayoría vuelven virales lo bueno y lo feo (sobre todo esto) de los participantes en la carrera política, a la hora de la verdad, el domingo de elecciones deciden huirle al compromiso.

El censo electoral a enero 29, según el dato en la Registraduría, es de 36.025.318, de ellos el 48.35% son hombres y el 51.64% mujeres, pero si se aplica el porcentaje de la abstención del 2014 (56.33)%, a las urnas solo acudirían 15.732.256 electores, de los cuales, en gran número, literalmente botan el voto, al no marcar el candidato de su preferencia, incluyendo la opción de voto en blanco; otros, por marcar más de un candidato y algunos depositan el tarjetón sin marca, por lo que según registros en Wikipedia (no estaba la página de históricos de la Registraduría disponible al momento de escribir estas líneas), en 2014 los votos no válidos fueron el 22.41%, que se suman a la abstención, por lo que podríamos decir que la “abstención técnica” (no votantes + los que botan el voto) en la última para Congreso fue del 66.16%, por lo que, para las presentes elecciones, se podrían esperar un total de 23.835.926 “abstencionistas técnicos”, en otras palabras, sobre los hombros de 12.189.393 recae la responsabilidad del futuro legislativo de la Patria.

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He visto cuando me ha tocado ser jurado de votación que los colombianos escriben cualquier cantidad de epítetos en contra de ciertos candidatos, tenga mucho cuidado al declararle a esos sus “odios platónicos,” porque en vez de hacerles el fo, les está dando su votico.

Ante este panorama desolador para la democracia, no nos quejemos el día de mañana porque salen a la luz pública la danza de los millones mal habidos en la contratación pública.

Recuerde que la abstención es una estrategia de los enemigos de la democracia para acercarnos a modelos totalitaristas (izquierda o derecha) en donde prima la restricción a las urnas. No nos dejemos robar ese derecho de ejercicio político (no politiquero) pero también es el deber nuestro de sanear las instituciones, así, ¡que salga a votar y no bote el voto! Colombia lo necesita Nota bene al margen del tema.

Desde lejanías leí la noticia que se está repitiendo anualmente la mala calidad del aire en el Valle de Aburrá y la solución salomónica está en restringir la circulación vehicular. Esperemos que el Sr. alcalde no se deje ponchar como el año pasado que se bajó de su carro oficial en San Diego, para montarse a la bicicleta para llegar a la Alpujarra y dar así, muestras de solidaridad con el ambiente de la ciudad.

Comentarios:

augusto
2018-03-08 14:56:14

La única manera de no botar el voto es con el voto en blanco, porque por bueno que exista un candidato, debe cumplir con una agenda hoy llamada Nuevo Orden Mundial (NOM) que en la cumbre de Cartagena Santos sale a anunciarle a Obama que Colombia se hace aliada a los EEUU en la construcción del NOM, ¿Porque en esta campaña nada se dice del NOM? ¿Cómplicidad?

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