Roma es una colonia de la Ciudad de México, un barrio representativo de la capital Manita donde yacen muchas historias. Allí vivió, por ejemplo, la pintora Leonora Carrington o el escritor José Emilio Pacheco, entre otros expresidentes de ese país y artistas.

Es un barrio muy interesante, porque culturalmente en la historia de Ciudad de México tiene mucha tradición y fue escogido por Alfonso Cuarón para hacer un homenaje a su infancia, a su pasado, a su historia personal en el último filme dramático que ha estrenado, una producción con nombre homónimo a este lugar.

Y esa película sorprendió al mundo tras haber recibido diez nominaciones a los Premios Oscar de este 2019, que se realizarán el próximo 24 de febrero, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, California, Estados Unidos.

Lea también: Daniela Abad Lombana entre lo íntimo y lo secreto

Es el primer filme en español nominado a Mejor película y además fue postulado como Mejor película extranjera.

Para Fernando Mora Mélendez, crítico de cine, magíster en Dramaturgia y Dirección de la Universidad de Antioquia y coordinador de la maestría en escrituras creativas de la Universidad Eafit, esta película tiene mucho de autobiográfico, pero no se queda solo en esa visión, también toma distancia y muestra la complejidad que encierra el drama de una separación conyugal en una familia de clase media, a la par de las dualidades sentimentales por el desarraigo de las mujeres indígenas en México o el “blanco y negro” al que se deben enfrentar las personas por vencer sus propios miedos.

A Roma la tildan de sobrevalorada, algunos internautas han manifestado que en ella no pasa nada y, a la par, varios críticos destacan la perfección entre cuadro y cuadro (en el sentido fílmico). No obstante, Mauricio Reina, crítico colombiano de cine, prefirió denominarla “un proyecto extremadamente personal, y además es una gran película”.

Desde lo cinematográfico, la manera como Cuarón construyó el espacio fílmico es uno de los asunto más interesantes, porque hay unos movimientos de cámara muy sutiles que van mostrando el espacio y al parecer son involuntarios, pero una vez que va pasando la historia, el espectador se puede dar cuenta por qué el director había puesto esas imágenes anteriormente, y es fácil detectar su propósito en el transcurso de la proyección, según las consideraciones de Mora Mélendez.

Es decir, desde el aspecto narrativo-técnico, lo que parece una película muy contemplativa, con unos planos “gratuitos”, al final cada uno tiene un “fino sentido”.

Le puede interesar: Apartados de literatura y música en el Hay Festival Medellín

Yalitza Aparicio

Aunque en el cine latinoamericano la figura de la empleada doméstica ha sido recurrente, ello se puede apreciar, por mencionar algunos ejemplos, en La teta asustada (2009), de la peruana Claudia Llosa, o Pisingaña (1986), del colombiano Leopoldo Pinzón, sin embargo, lo interesante de la película de Cuarón es que el punto de vista de la historia está centrado en el papel de Cleo, interpretado por Yalitza Aparicio,  joven indígena oaxaqueña, una maestra de escuela. Se trata de la relación que aparece entre la clase media y la clase indígena, superando la situación de “servidumbre”, y todos los matices que se afrontan en la historia.

Cleo no es simplemente la empleada doméstica, en la historia va tejiendo una relación con la familia a la que sirve.

Y así, Yalitza Aparicio se convirtió en la primera mujer de origen indígena que aspira al Oscar a Mejor actriz.

No obstante, Cuarón se inclinó en Roma por la mezcla de actores naturales y otros ya consagrados en la escena local mexicana. El protagonismo está compartido por la ya mencionada Yalitza y por Marina de Tavira, quien interpreta en la cinta a la Sra. Sofía, una actriz consagrada a la actuación en las tablas y que logró ser nominada a Mejor actriz de reparto. Cabe decir que es hija de uno de los mejores directores de teatro mexicanos, Luis de Tavira.

Además, lea: Editoriales universitarias hacen más ‘long sellers’ que ‘best sellers’

“Esa es una hazaña del director, la capacidad de compaginar actores naturales con actores de formación. Logró fusionar estos dos tipos de actuación y en la historia no se nota, llegando al grado de naturalismo óptimo para que la trama no se recienta”, expresó el crítico.

Roma

Después de Orson Welles y Warren Beatty, Alfonso Cuarón logró conseguir cuatro nominaciones por una misma película en distintas categorías para el Oscar de este año, como Mejor dirección, Mejor guión, Mejor fotografía y la de Mejor película, antes mencionada.

De su trabajo, Mora Mélendez destacó: “El director logró construir una historia muy cálida, muy fresca, donde los actores hacen que los detalles triviales, o aparentemente insignificantes, vayan cobrando sentido a lo largo de la narración”.

Igualmente, Roma fue considerada por la Academia de Hollywood en las categorías de Mejor diseño de producción, Mejor edición de sonido y Mejor mezcla de sonido.

Hito para las plataformas de streaming

Desde ahora, las nuevas formas de hacer cine aparecen en los Oscar, pues las diez nominaciones de Roma a la Academia son un premio a las maneras de producción contemporáneas en el audiovisual. Se convirtió en la primera producción de una plataforma de streaming nominada en la máxima categoría, la de Mejor película. Es decir, las postulaciones permiten que Netflix avance en Hoolywood.

Lea: Pájaros de verano le devolvió la esencia a Carmiña Martínez

“En otras palabras, ya está siendo patente lo que había dicho el fundador de Microsoft (Bill Gates), cuando expresó que en el futuro las películas  se iban a proyectar simultáneamente en las salas, él vaticinaba que los nuevos filmes se iban a transmitir desde los satélites a todos los teatros del mundo, pero eso era lo que él se imaginaba de cómo iban a ser los estrenos, ahora, estamos viendo que la plataforma de Netflix es justamente eso que él imaginaba pero mucho más simple”, narró Mora Mélendez.

Lo cierto es que Roma es una película que se produjo para una plataforma digital, como lo es Netflix, y hace historia en la antesala a los Oscar, lo que hace evidente que el mundo está afrontando un escenario en el que cambiaron las maneras cómo se está haciendo cine, la manera cómo se está irradiando de manera universal y cómo este tipo de películas no riñe con las otras, aquellas que se producen específicamente para la presentación en salas.

Netflix ya en Hoolywood

Netflix puede celebrar el haber puesto a Roma, su producción original, como la primera ‘peli’ de una plataforma de streaming entre las aspirantes a Mejor película en los Premios Oscar.

Y aunque los cinéfilos más puristas han mostrado su desagrado, lo cierto es que en Roma se evidencia el binomio perfecto entre producción y exhibición.

Aunque, cabe destacar que Netflix tuvo que estrenar a Roma en algunas salas de cine antes de que comenzara la temporada de premios de Hollywood, para que pudiera competir por los Oscar. Por lo que es indudable que esta iniciativa le rindió grandes frutos a la plataforma de streaming.