Con su espíritu investigador, estudioso y de gran dedicación, contagió y enseñó a todos los que hemos trasegado por el mundo coral.
Si bien el título de decano emérito de la música coral en Antioquia fue para José María Bravo Márquez, el de Maestro de Maestros es, con justa razón y sin lugar a duda, para Rodolfo Pérez González.
Fue el que le dio nivel mundial a la música coral en Colombia, desde 1951, cuando fundó la Coral Tomás Luis de Victoria y que, con su espíritu investigador, estudioso y de gran dedicación, contagió y enseñó a todos los que hemos trasegado por el mundo coral.
Montajes en grande
Aunque el grupo de “Los Príncipes” tuvo predilección por parte del maestro, éste no descansaba para conseguir que la Coral se aproximara a la perfección musical, dando a conocer, en versión de estreno, numerosas obras del repertorio universal. Entre ellas, el Cancionero Musical de Palacio, el Cancionero de los Duques de Medinacelli y el de los Duques de Calabria, El Miserere de Benedetto Marcello, La fantasía Coral op. 80 de Beethoven, obras de compositores latinoamericanos y colombianos y algunas más de autoría del mismo Pérez González.
A finales del decenio de los 80, la que había empezado como un quinteto, se había convertido en una reconocida institución de enseñanza y divulgación musical. Por ello, y dadas las necesidades de profesionalización detectadas entre los cada vez más numerosos integrantes, el maestro Pérez González creó en 1989, los coros Infantil y de Cámara.
Cuando el maestro Pérez González se retiró, Carlos Alberto Rendón, hasta entonces director asistente del coro mixto, habría de asumir el cargo de Dirección Artística de la institución y de la Coral.
Otras agrupaciones que se le deben y de las que se desmembrarían importantes personalidades artísticas son: La Orquesta de la Sociedad Filarmónica (fundada con la colaboración del maestro Alberto Marín Vieco,1975); el Octeto de Vientos de Medellín (fundado en compañía del maestro Pedro Nel Arango Arango,1980), y el Grupo Vocal de Cámara de la Universidad de Antioquia (1982).
Su infatigable labor incluyó, además, la transcripción de las partituras existentes en la Catedral de Bogotá, de la escritura antigua a la moderna; el desempeño como profesor de contrapunto, armonía, dirección coral en la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. Y más recientemente, la realización de los programas Efemérides de la Semana, las Cantatas de Bach, las Sinfonías de Hydn, en la Emisora Cultural Radio Bolivariana, y la publicación del libro en cuatro tomos de Historias Menores de Músicos Mayores, por la Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana. Es pues justo reconocer la trayectoria del maestro Pérez González, un hombre que escribió innumerables libros y compuso obras de muy alto valor estético.
Tuve la fortuna de recibir muchas de sus enseñanzas en el campo de la dirección coral, contrapunto, armonía y composición. Él dedico varias tardes en su casa para enseñarme toda la literatura coral y metodologías para el ensamble obras en los coros.
Gracias Maestro Rodolfo por darle vida y gran valor artístico a la música coral. Paz en su tumba.