Con motivo del fallecimiento de Rodolfo Pérez González, ocurrido el 11 de julio de este año, presentamos a continuación la columna de prensa que nuestro colaborador, Darío Valencia Restrepo, publicara en 2010 con motivo de una distinción concedida por la Universidad de Antioquia a tan importante figura musical de Colombia.
La Universidad de Antioquia acaba de otorgar el Premio Nacional de Cultura por Reconocimiento al maestro Rodolfo Pérez González. Desde 1968 la institución viene celebrando en forma ininterrumpida los Premios Nacionales de Cultura Universidad de Antioquia, un importante certamen con la finalidad de exaltar y estimular el trabajo artístico y cultural en el país. Están conformados por siete premios y doce modalidades que se convocan anualmente de manera rotatoria, entre los cuales se destaca el mencionado inicialmente y que esta vez fue abierto a todas las expresiones de creación artística y cultural y no a una modalidad específica.
En un medio poco inclinado a apoyar en forma decidida la actividad cultural y que no ha incluido plenamente la música en el sistema educativo, sorprende que hace más de 60 años el maestro Pérez González intuyera la importancia social de la música y entonces decidiera que una de las mejores maneras de servir a sus semejantes sería mediante la consagración de todos sus esfuerzos a esa forma universal de expresión artística. Y es digno de mención que, transcurrido ese lapso, pueda él presentar ante la sociedad una meritoria vida con realizaciones en múltiples campos que hoy lo han hecho merecedor a esta justa y honrosa distinción por decisión unánime de un riguroso y calificado jurado.
En la docencia ha formado varias generaciones en teoría musical y práctica de la armonía, el contrapunto y la fuga, en historia de la música siempre con referencia al contexto social de su producción y desarrollo, y en conocimiento y apreciación de grandes compositores y obras, todo lo cual constituyó un brillante magisterio muy ligado al Liceo, el Conservatorio y la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. La investigación lo ha llevado a ocuparse con profundidad de la polifonía del Renacimiento Español gracias a su búsqueda y análisis de fuentes primarias en catedrales de España, al igual que en los archivos de la Catedral Primada de Bogotá. En particular, sus amplios contactos con la documentación disponible sobre Tomás Luis de Victoria permiten considerarlo como uno de los mayores eruditos en la vida y obra del gran compositor. Por estos trabajos de investigación, el Rey de España le concedió el título de Comendador de la Orden de Isabel la Católica.
Con el fin de promover e impulsar la cultura musical, fundó o cofundó diferentes grupos corales e instrumentales y trabajó en la organización, preparación y desarrollo de importantes festivales. En su calidad de director de conjuntos musicales, ha sido responsable de la presentación de significativas obras del repertorio internacional, algunas de ellas en versión de estreno para la ciudad de Medellín, y que también beneficiaron a otras poblaciones de Antioquia y el país.
De gran trascendencia fue su aporte en asocio de otras personalidades a la fundación en Medellín, después de vencer múltiples dificultades, de un conservatorio de música en donde los jóvenes pudieran estudiar profesionalmente la música. Allí estuvo encargado de la dirección durante el primer año de vida de la entidad y ejerció como profesor en la misma.
Su incansable labor de divulgación y educación musical lo ha llevado a realizar en diferentes emisoras culturales de Medellín numerosos programas y largos ciclos sobre la vida y obra de grandes compositores. Este acercamiento a los oyentes no especializados ha significado todo un magisterio público que ha sembrado en muchos aficionados un mayor interés y apreciación por las composiciones clásicas, pues el maestro Pérez González tiene la noble capacidad de comunicar y compartir, sin tecnicismo y con gran sentido humano, su conocimiento, amor y pasión por la música.
Dicha tarea de educación y divulgación ha sido muy bien complementada con la autoría de diferentes libros, entre los cuales se destacan sus monumentales y bien editadas publicaciones sobre Bach, Mozart y Beethoven, algo desusado en nuestro medio y que honra al país entero. Como un hecho singular y digno de destacarse, los dos últimos títulos mencionados incluyen el análisis y comentario de todas y cada una de las obras de tan sobresalientes compositores. Varios importantes manuscritos se encuentran inéditos y pendientes de publicación, entre los cuales podría citarse Vida y Obra de Tomás Luis de Victoria, “Las Cantatas de Bach”, “Mujeres en la Música” y “Vida y Obra de Haydn.
Como compositor, tiene a su haber diferentes obras en los géneros polifónico y de la canción coral, al igual que algunas de carácter instrumental. Vale la pena recordar la composición e interpretación con la Coral Tomás Luis de Victoria de un ciclo de canciones basado en poemas de la distinguida poeta barranquillera Meira del Mar.
Pero es en su profunda relación con la música coral donde puede hallarse una de las mayores contribuciones de Rodolfo Pérez González, tanto como fundador y director de agrupaciones corales como generoso formador y orientador permanente de directores de coro en Antioquia y en Colombia. Fue fundador de la Coral Tomás Luis de Victoria en 1951, al igual que su director, asesor y animador por largos años. Esta agrupación estrenó en Medellín obras significativas, grabó discos y participó en sucesivas ediciones del Festival de Música Religiosa de Popayán y el Festival de Ópera de Medellín. Al frente de la Coral, el maestro presentó innumerables conciertos en varias ciudades del país, siempre con novedosos programas en distintos géneros. Después de casi 60 años la entidad sigue vigente, ahora convertida en escuela para la formación musical de niños, jóvenes y adultos. En su sede se encuentra un centro de documentación con una importante colección de partituras de música coral aportadas por él mismo y complementadas con las adquisiciones de la propia Coral.
Periódico EL MUNDO
15 de septiembre de 2010